St Augustine, un castillo en Florida

En la extraña visita de 2015 a la Florida, diciembre y sin incluir Orlando a pesar de pasar por ahí, buscando que hacer distinto encontré que St Augustine fue el primer asentamiento español en territorio norteamericano que hoy sigue en pie.

DSC04914

Basílica Catedral de San Agustín

No es Europa. No vayan buscando eso. Pero realmente es un lugar con pequeños orgullos de su historia y que es una alternativa para pasar uno o dos días, ya que se pueden visitar lugares cercanos también.

DSC04936

Barcos pesqueros en Bahía Matanzas

Fundacion

Fue fundada en 1565 por Pedro Menendez de Aviles, en la época de la Florida española. La zona de la misma está marcada con una cruz de 204 metros donada por la Arquidiocesis de Madrid y que es parte de la Misión Nombre de Dios, la primera establecida.

DSC05110

La Gran Cruz

La religiosidad y la cultura española está muy presente, y es raro en un lugar tan al norte de la península.DSC05124

DSC05109

Misión Nombre de Dios – St Augustine

Una de las imágenes más llamativas es Nuestra Señora de la Leche, una capilla dedicada a la Virgen amamantando al Niño Jesus.

DSC05113

Templo de Nuestra Señora de la Leche

DSC05116

Nuestra Señora de la Leche

Ciudad antigua

La ciudad tiene todo un sector reconstruido, pero algunos de los edificios, como la escuela de madera más antigua (esa hermosa mania norteamericana por los récords), están en pie y claramente señalizados.

DSC04820

Escuela de Madera más antigua de EEUU

Muchos otros tratan de rememorar casas de época pero no llaman tanto la atención. Igualmente, la ciudad trata de aferrarse a ese legado de antigüedad.

DSC04817

Entrada a la ciudad vieja

DSC04878

Casa histórica de la Ciudad Vieja

DSC04874

Espiritu navideño presente

DSC04823

Bares de la zona Ciudad Vieja

DSC04825

Castillo de San Marcos

Lo más importante y genuino es un pequeño fuerte, llamado Castillo de San Marcos, perfectamente conservado y restaurado.

DSC05063

Maqueta del Castillo de San Marcos

DSC05079

Muralla sobre Bahía Matanzas – Castillo de San Marcos

Es el más antiguo de EEUU, estratégicamente frente a la Bahía Matanza. Data del siglo XVII, cuando aun estaba bajo dominio español.

En su historia paso de manos españolas a inglesas, nuevamente a españolas y finalmente en 1821, con la cesión de Florida a EEUU, fue parte del país del norte. De todas formas, se escindió cuando Florida se apartó durante la Guerra Civil y recién en 1862 dejó de cambiar de manos. Siguió bajo mando militar hasta 1933, donde fue transformado en Monumento histórico y vuelto a su nombre original.

DSC05097

Parte delantera del castillo y en el fondo el Puente de los Leones

DSC05086

Perspectiva del Castillo de San Marcos y la ciudad

DSC05071

La costa modificada para acompañar la forma del Castillo de San Marcos

DSC05062

Patio interior del Castillo de San Marcos

Está ubicado en pleno centro de la ciudad y si bien es pequeño, tiene bastante información histórica y elementos, como armas y recreaciones de época.

DSC05092

Muralla con morteros y cañones

DSC05089

Antiguo arsenal

DSC05085

Mortero de la muralla del castillo

DSC05083

Cañones de defensa del Castillo de San Marcos

DSC05068

DSC05066

Detalle de interior del Castillo de San Marcos

DSC05061

Castillo de San Marcos – Interior

DSC05059

Puente levadizo de ingreso y fosa del Castillo de San Marcos

Distrito Flager

Henry Flager era el socio de John Rockefeller a fines del siglo XIX y veraneaba en esta ciudad. Intentó impulsarla desarrollando dos hoteles, el Ponce de Leon y el Alcazar. Entre ambos sumaban más de 700 habitaciones.

DSC04853

Flager College – ex Hotel Alcazar

DSC04848

Flager College

DSC04841

Ex Hotel Ponce de Léon

Logró durante unos años que la alta sociedad se trasladara aquí gracias a las líneas de ferrocarril, pero como estas siguieron hacia el sur (más cálidas aun), la preferencia rápidamente se mudó a Palm Beach y Miami. Le dejaron la impronta arquitectónica.

DSC04908

Escribir una leyenda

DSC04907

Detalles de los patios de la entrada del Museo de Arte Decorativo

DSC04856

Galería del Flager College

DSC04850

Flager College

DSC04849

Flager College

DSC04844

Flager College – ex Hotel Alcazar

DSC04839DSC04838

Hoy estos edificios alojan  un Museo de arte decorativo y el Flager College.

Navidad

Otra forma de atraer turistas, el centro de la ciudad tiene la particularidad de ser considerado uno de los que más se ilumina para la Navidad (también hay ranking de esto). Mi visita fue en diciembre, por lo que la ciudad realmente tiene un bello toque distintivo durante las largas noches.

DSC04955

Plaza Constitución en Navidad

DSC04948

Plaza Constitucion – St Augustine

DSC04950

Flager College con detalles navideños

DSC04952DSC04947

Faro

A una corta distancia del centro está el Faro de St Augustine. Con 50 metros, vale mucho la pena subir al mismo, porque las vistas recompensan el esfuerzo.

DSC05043

Faro de 50 metros sobre Bahia Manzanos

DSC05035

Escaleras hacia abajo

DSC04978

Escaleras hacia arriba

DSC05016

Habitación de la lámpara del faro

DSC05042

Linterna del Faro

DSC05017

Lentes antiguos del Faro

DSC04998

Proyección de sombras del Faro

DSC05000

Museo del Faro

DSC05046

Museo del Faro – St Augustine

DSC05041

Detalle del museo (antigua casa del guardador)

Se pueden distinguir los edificios moros más emblemáticos de la ciudad y ver toda la bahía, distinguiendo rincones hermosos donde se van acomodando los numerosos barcos de recreo de los habitantes.

DSC05032

Castillo de San Marcos desde el faro

DSC05033

Castillo de San Marcos desde el faro

DSC05007

Distrito Flager desde el Faro

DSC04992

Distrito Flager desde el Faro

DSC04982

Bahía Manzanos

DSC04980

Bahía Manzanos y plazas al fondo – St Augustine

Al mismo se llega principalmente por el Puente de los Leones, llamado asi por las cuatro figuras en su parte media. Con suerte, les tocará ver como se eleva en partes para dejar pasar algún barco.

DSC04917

Puente de los Leones

DSC05053

Puente levadizo en acción – Skaters aprovechando el parate

DSC05055

Puente vuelto a la normalidad

Conclusión

Estando a menos de 2 horas de Orlando y siendo un lugar de historia real, recomiendo la visita, tanto por el día, descansando de los parques y buscando una alternativa genuina y poco explorada, como haciendo noche en la ciudad, para recorrerla tranquilamente, y hasta usarla de base para recorrer más al norte: en mi caso fui hasta Ponte Vedra Beach, llamada igual a la ciudad de mis abuelos en España. Estando tan cerca, no podía evitar visitarla. Además es la sede de la ATPTour, que regula el circuito de tenis de hombres.DSC05029

DSC04969

Ponte Vedra Beach

DSC04966

Ponte Vedra Beach

DSC04935

Frente del Castillo de San Marcos

DSC04925

Atardecer en el downtown de St Augustin

DSC04916

DSC04904

Old Town – St Agustine

Valparaíso, poética y colorida

Spoiler alert: me encantó Valparaíso. Me encanta con casi todas las ciudades puerto con personalidad. Ahora vamos al desarrollo.

20180927_154400

Vista desde el Bar Poesia de Sabor (a la vuelta de la Sebastiana)

DSC00236

El Puerto de Valparaíso desde Paseo Atkinson

Armando un finde largo, decidí salir temprano de Buenos Aires, tomar un auto como conté acá  http://raspandoelmapa.com/2018/10/05/alquiler-de-auto-barato-en-chile/ y partir directamente a Valparaíso.

Como forma de ahorro, me alojé en un cerro un poco más alejado de los más turísticos, pero a media hora de caminata. Fue parte del buen comienzo.

Apenas me instalé, bajé según las indicaciones de las dueñas del Bed and Breakfast. Recorrí un poco el centro comercial. Nada especial, pero que marca un poco las características de la ciudad, tranquila por zonas (hay que evitar el puerto me advirtieron), con algunos destellos de tiempos mejores, sin estridencias, y con algunas ganas de recuperar protagonismo.

DSC09990

Bajando al centro, despues de una fecha patria chilena

DSC09983

Lejos del turismo también Valparaiso trata de lucirse

DSC09993

Valparaíso es la única ciudad chilena que aun cuenta con trolebuses

DSC09989

Se ven algunos edificios puestos en valor, en medio de zonas de poca monta, que no dejan de enmarcar esa clase media chilena que trata de salir adelante.

DSC00004

Biblioteca Municipal de Valparaíso

DSC00010

Arco Británico

DSC00014

Avenida Brasil – Valparaíso

Tuve la suerte de poder almorzar en un lugar sin lujos pero que vi que los locales se sentaban a comer tranquilos. Super genuino y muy en precio. Vitamin su nombre.

20180927_145600.jpg

Vitamin – Valparaiso

Los puestos se mezclan con tiendas departamentales y supermercados, mucho comercio informal, muy parecido a lo que uno encontraría en ciudades del interior argentino.DSC0002320180927_151325

DSC00026

Centro comercial de Valparaíso

Sin querer, terminé subiendo por las calles de grafitis que adornan el Museo a cielo abierto, una lírica forma de darle nombre al arte callejero. Las paradas para sacar fotos son bienvenidas, si bien el ascenso no fue el peor que experimente.

DSC00032

Museo a cielo abierto

DSC00033

Villa Hispania – Museo a cielo abierto

DSC00036

Así termine en La Sebastiana, la casa de Pablo Neruda en Valpo (así le dicen los chilenos). Es una visita imperdible.

20180927_162348

La Sebastiana – Casa Museo de Pablo Neruda

20180927_163726

Jardín de la Sebastiana

No soy un lector de poesías, pero la descripción de la audio guía sobre como desarrollaba su vida Neruda en esta casa es exquisita. Realmente, sin sentir que lo adorna de más, describe cómo fue que armo, vivió y disfruto de la casa junto a sus amigos y mujer. Da envidia de haber sido parte de ese clan que armo ese maravilloso anfitrión.

20180927_155018

Vista desde el living de la Sebastiana

20180927_162322

Entrada de la Sebastiana

DSC00064

Jardin de la Sebastiana – Valparaíso

DSC00048

Vista desde el living de la Sebastiana – Valparaíso

DSC00043

En la casa no se pueden sacar fotos adentro pero si a través de sus ventanas. Si van, no dejen de visitarla.

Por mirar por ellas, encontré una terraza sin pretensiones, pero con una vista hermosa para un cafecito. Se entraba por un quiosco. Bajando a la terraza, empezaban a despejarse las nubes y fue un rato de contemplación a la nada, acompañado por el amable dueño del lugar, que compartió su sabiduría local.

20180927_164048

Vista desde Poesia del Sabor

20180927_164545

Momento cafecito autentico

Un tip espectacular que obtuve. La avenida Alemania, permite recorrer los cerros por arriba, en forma casi plana, un lujo en la ciudad. Tiene miradores que aparecen en sus curvas. Y se puede usar un ómnibus si hay fiaca. Pero camine según me indicaron hasta los cerros Alegre y Concepción y el barrio Yugoslavo.

DSC00079

Avenida Alemania – Valparaíso

DSC00081

Miradores de Avenida Alemania

DSC00083

Los clubes de los cerros

DSC00086

Avenida Alemania – Valparaíso

DSC00097

Los interminables cerros de Valparaíso

DSC00115

Jardin en primavera

DSC00114

Recovecos de Avenida Alemania

Ese recorrido me permitió ver algunas edificaciones nuevas que surgen como símbolo de progreso y se mezclan en sus colores con los edificios históricos, digna postal de la ciudad.

DSC00139

Escribir una leyenda

DSC00138

DSC00102

Ascensores exteriores

DSC00124

Teatro Museo del Titere y el Payaso

DSC00118

Parroquia San Judas Tadeo

DSC00128

Terrazas privilegiadas de Valparaiso

Cuando pedí alguna indicación, indefectiblemente se transformo en una charla amable de una cuadra. Te acompañan en el camino. El forastero es bienvenido.

DSC00145

Heartshake – Avenida Alemania – Valparaiso

DSC00140DSC00137

DSC00136

Trampa de ojo

DSC00129

DSC00130

Liceo Pedro Montt

En ambos cerros esta la zona mas turística. Innumerables colores en sus frentes, mucha construcción de fines del siglo XIX, miradores escondidos, muchos bares dignos de parada, algunos comercios de artesanías, restaurantes que van preparándose para atraer turistas con propuestas de todos los signos monetarios. Vistas armadas por las vueltas de las calles no lineales.DSC00147

DSC00150

Barrio Yugoslavo

DSC00154

Parroquia San Luis Gonzaga

DSC00155

Para caminar horas y horas, parar y volver a caminar. Encontrar lugares de todos los gustos. Ideal para pasar el atardecer, ver caer el sol sobre el mar. Mirar Vina del Mar y Reñaca a lo lejos, el puerto, los ascensores (hacen falta en algunos cerros). Buena onda genuina.

DSC00215

Viña del Mar desde Paseo Atkinson

DSC00233

Puerto de Valparaiso

DSC00160

Cerro Concepción – Valparaíso

DSC00167DSC00168DSC00170

DSC00171

Cerro Alegre

DSC00175

Me quede toda la tarde con un par de cafés hermosos. Cene por ahí. Escuche RadioQV. El día había arrancado a las 5 yendo al aeropuerto y me quedaba la caminata al B&B.

DSC00214

Paseo Atkinson

DSC00212

DSC00208

Cerro Concepción

DSC00206

Vista de Valparaíso al atardecer

DSC00203

Cerro Concepción – Valparaiso

DSC00201

Iglesia Luterana de la Santa Cruz

DSC00198DSC00197

DSC00196

Amor Porteño – Valparaíso

DSC00193

DSC00192

Ascensor Reina Victoria

DSC00191

Entrada alternativa a restaurant

DSC00183DSC00179

DSC00171

Cerro Alegre – Valparaíso

DSC00170DSC00168

Bajé y me encontré con los efectos de una ciudad universitaria. Al pie de estos cerros te topas con un par de calles de bares de locales, juveniles que con una cerveza están horas diciendo nada más que macanas con sus amigos, capaz que salvando el mundo, o pensando cómo organizar el finde, ya que era jueves. Y que animado, aunque no tuviera ninguna pretensión.

DSC00238

Paseo Atkinson – Valparaiso

DSC00240

Cerro Concepción  – Valparaiso

DSC00242DSC00244DSC00247

DSC00248

Cerro Concepción – Valparaíso

DSC00249

Ascensor Reina Victoria

DSC00258DSC00260DSC00262DSC00266DSC00268

Y así fue la caminata hasta mi casa temporal, sin pretensión, pero con el sabor de haber encontrado algo autentico, reflejo de glorias pasadas y orgullos futuros.

Como dije al principio, me fascino Valpo y su gente.

Extracto de Oda a Valparaíso – Pablo Neruda

Valparaíso,
qué disparate eres,
qué loco, puerto loco,
qué cabeza con cerros,
desgreñada,
no acabas de peinarte,
nunca tuviste tiempo de vestirte,
siempre te sorprendió la vida,
te despertó la muerte, en camisa,
en largos calzoncillos con flecos de colores,
desnudo con un nombre
tatuado en la barriga,
y con sombrero,

Mis tres pueblos de Alsacia

En 2016 compaginamos con unos amigos un encuentro en Europa. Aproveché para que previo al encuentro, pudiera recorrer algunos puntos de Francia que no había podido incluir en http://raspandoelmapa.com/2018/03/26/tour-de-france/

Luego de pasar por Metz, Nancy y Strasbourg, y antes de llegar a Freiburg en Alemania, dediqué el día a recorrer tres pueblos de ensueño de Alsacia: Riquewihr, Kayserberg y Colmar. Muy cercanos entre sí y con vistas y construcciones increíbles. Como toda la región, tiene una mezcla franco-germana muy especial

Riquewihr

Realmente es un pueblo mágico. Tiene menos de 2000 habitantes. Sus casas entramadas y plenas de color, en perfecto estado de mantenimiento, la convierten en un cuento mágico.

DSC03467

Riquewihr – Hotel de Ville – Ayuntamiento

DSC03468

La bienvenida a Riquewihr

DSC03479

Rue du General De Gaulle – Riquewihr

DSC03480

Casas del siglo XVII – Riquewihr

Está en plena ruta del vino de Alsacia, por lo que apenas saliendo de la muralla, cruzando la calle, se ven los viñedos de la zona.

DSC03486

viñedos al lado de Riquewihr

Las casas fueron pensadas para la producción y almacenamiento de vino, con sótanos que hoy se transformaron en lugares de cata de los Riesling locales, así como de otras delicias, especialmente quesos.

DSC03518

Sotano de venta de quesos

El pueblo en sí se recorre en un par de horas. Hay un parking cómodo en la entrada y por lo menos a mí, no me tocaron aglomeraciones humanas.

DSC03489

Rue du General de Gaulle – Riquewihr

DSC03479

Calle principal – Riquewihr

DSC03481

Casas entramadas en madera – Riquewihr

En su calle principal, los bares y restaurantes te llaman a tomarte una pausa (y un tentempié)

DSC03508

Muchos lugares para disfrutar vinos y la comida local

DSC03472

Hoteles y restaurantes para conformar a los turistas de Riquewihr

La muralla aún se puede distinguir.

DSC03492

Casas construídas sobre la vieja muralla medieval – Riquewihr

Una gran idea para viajar en el tiempo es salir de la pintoresca calle principal y adentrarse en los recovecos del pueblo. Tienen la magia del silencio y la tranquilidad de ausencia de movimiento.

DSC03515

Viñedos al final de la calle

DSC03513

La vida a una cuadra del centro turistico – Riquewihr

DSC03507

Aun lo menos visitado mantiene el espíritu del pueblo

DSC03503

DSC03493

Entrada trasera de Riquewihr

DSC03487

Desagües y zuecos

Hay varias bodegas y por supuesto, bastante oferta gastronómica, pero no fue la idea del viaje en esta ocasión.

DSC03517

Carruaje a la entrada de una bodega – Riquewihr

DSC03495

Hotel en casa del siglo XVII

Preferí disfrutar de todas las casas del siglo XVII en su máximo esplendor.

Kaysersberg

Probablemente, viniendo de la joya anterior, te puede llegar a parecer poco Kaysersberg. Pero hay que disfrutarlo igual.

DSC03553

Calle principal – Kaysersberg

Es un pueblo claramente más grande, pero por suerte esta peatonalizado, por lo que hay que dejar el auto en las afueras y disfrutar del lugar.

DSC03530

las cigüeñas son parte del paisaje

DSC03570

cementerio al lado del parking – Kaisersberg

Como todas las villas de Alsacia, está rodeada de las colinas de los Vosgos con sus viñedos.

DSC03572

Vinñedos en los montes Vosgos

Sus casas también son del siglo XVII mayormente pero sus orígenes son romanos, por su ubicación estratégica entre la antigua Galia y el valle del Rhin. Era llamada la Montaña del Emperador (Caesaris Mons)

DSC03569

Detalle de herreria en Kaisersberg

DSC03566

Pozo de agua transformado en cantero – Kaisersberg

DSC03565

Hotel de lujo con viñedo propio al fondo – Kaisersberg

DSC03563

DSC03556

Fuente frente a la iglesia principal

DSC03552

Nunca falta un lugar de té

DSC03551

Colores en todos los detalles

DSC03550

DSC03549

La hora de la siesta puede ser sagrada también en Francia

DSC03548

DSC03546

Mediateca de Kaisersberg

DSC03543

IMG_2438

La gente va volviendo a caminar al pasar la tarde

DSC03535DSC03533

Está atravesado por un arroyo llamado La Weiss y hacen un fuerte control de todo tipo de reciclado.

DSC03528

Sin ser vistoso, el ruido del agua da una paz adicional

DSC03537

DSC03538

El establo junta todas las artesanias del pueblo – Kaisersberg

DSC03541

Humor, necesidad y reciclaje ficticio – Kaisersberg

Colmar

Llamar pueblo a una ciudad de 70000 habitantes es como una contradicción. Pero la calma en la que se mueve la misma permite no alterarse en lo más mínimo.

DSC03624

Plaza Unterlinden – Colmar

Comencé con la visita al Museo Unterlinden, que está en un monasterio del siglo XIII, y que no apabulla con una hermosa colección de arte religioso principalmente

DSC03581

Museo Unterlinden – Colmar

DSC03583

El museo está alojado en un convento del siglo XIII

DSC03592

Altar de Insenheim – Museo Untenlinden – Colmar

DSC03587

El arte religioso prima en toda la colección del Museo Untenlinden

DSC03600DSC03608

DSC03618

El último piso del museo es para muestras más contemporáneas

Satisfecho por el corte, recorrí la ciudad vieja, hoy centro comercial. Las casas mantienen las características de los pueblos anteriores, pero tiene algunos toques de modernidad que no alteran el resultado.

DSC03625

Ciudad Vieja – Colmar

DSC03627DSC03629

DSC03635

Eglise des Dominicains – Colmar

DSC03636

Sombrerería – Colmar

DSC03640

DSC03641

Place de la Montagne Verte – Colmar

Muy cerca, está la Petite Venise (Pequeña Venecia). Un barrio atravesado por canales que era antiguamente ocupado por curtiembres.

IMG_2445

La Petite Venise – Colmar

DSC03653

Zona de curtiembres hasta el siglo XIX – Colmar

DSC03654

Bares y restaurantes reemplazan los viejos talleres – Colmar

DSC03666

DSC03667

Iglesia de San Mateo – la Petite Venise – Colmar

Cada rincón sirve para tomarse un break o disfrutar de la producción local.

Comparten la pasión por los espárragos con los alemanes.DSC03663

DSC03661

Temporada de espárragos en los mercados – Colmar

DSC03650

Marche Couvert de Colmar

Como nota de color, aquí nació Bartholdi, el escultor de la Estatua de la Libertad.

Al caer la tarde emprendí el camino hacia Freiburg, del otro lado de la frontera, pero probablemente en otra visita, me quede al meno una noche para disfrutar aun más de los secretos de la región y de la iluminación de Colmar por las noches, que dicen, es especialmente hermosa.

 

Perito Moreno, nuestro glaciar estrella

El otro día hablábamos de lugares que superaron nuestras expectativas. El Glaciar Perito Moreno definitivamente entra en esa lista.

DSC05159

Mirador Curva de los Suspiros

Tuve la suerte de visitarlo en 2012. Dos veces en el mismo año, aprovechando viajes laborales. Entre ambas completé dos situaciones totalmente distintas y altamente recomendables.

DSC00158

Un barco te ayuda a marcar el tamaño de la pared de hielo

Si alguno no lo sabe, el glaciar baja entre montañas y avanza sobre el Lago Argentino, llegando a separarlo en dos, como un dique de hielo. Esto hace que el brazo Rico comience a elevarse al no poder desagotarse, ejerciendo presión sobre el glaciar, hasta que las filtraciones hacen que se rompa, literalmente. No es un problema del calentamiento. Mientras se rompa, es que está avanzando.

Volviendo a las visitas, en la primera opté por la caminata sobre el glaciar. Es una excursión que tiene dos modalidades, una corta y otra más larga, llamada Big Ice. Opté por la primera.

DSC09941

Primeras vistas de la mañana

DSC00164

Inmenso el Glaciar Perito Moreno bajando por la montaña

DSC05157

Los constantes cambios de luz cambian el paisaje en minutos

DSC09943

Lo mínimo del barco marca lo enorme del Perito Moreno

Te pasan a buscar por el hotel, muy temprano, ya que el parque está a 80km de El Calafate. Tenés que llevar abrigo, lentes (por el reflejo del sol), guantes (para evitar cortes en caso de caída), calzado adecuado y el almuerzo, ya que no lo proveen y no hay donde comprarlo (en mi caso, el hotel lo proveía con cargo)

Se llega al muelle y se cruza el brazo Rico, ya que la excursión se realiza desde el otro lado del lago.

DSC09965

No asustarse, el barco no pasa delante del Glaciar

Cada grupo va con un guía que va dando las características y luego prepara la caminata. En mi caso, tuve la alegría de que la casualidad hiciera que el mío fuera al único que conocía personalmente con anterioridad (pareja de la hermana de la amiga de una compañera de trabajo anterior. Es otra historia, pero nos divertimos mucho en Miami una vez)

DSC09998

Mi guía más amigo, Mariano, profesional cuando se debe ser

Cuando llega el momento de subirse al glaciar, te hacen poner unas grampas que se atan al calzado, como viejos patines. Evitan resbalones y son muy fáciles de usar. Pero es por estas cosas que uno debe estar en condiciones físicas mínimas y ambas modalidades tienen limitaciones de físico y edad.

DSC00034

Luciendo la colección de grampas otoño invierno

La caminata es entretenida. Uno va viendo grietas, hendiduras y toma dimensión cuando ve otros grupos a lo lejos. Las fotos no hacen honor a las sensaciones. Se va seguro y tranquilo. Los blancos, grises y azules están ahí nomás.

DSC00010

Desde el comienzo, el Glaciar te atrapa

DSC00039

Hay que seguir estrictamente las indicaciones del guía

DSC00041

Glaciar, Lago y caminantes

DSC00022

Los intrépidos del Big Ice

Los tips y comentarios del guía sobre los años que lleva que el hielo llegue hasta ese lugar y como se va formando y moviendo o lo que se te ocurra se van develando a lo largo del recorrido.

DSC00144

Los huecos generan colores maravillosos con la luz

DSC00057

El cielo en el hielo

DSC00028

Hielo de cientos de años mostrando sus entrañas

DSC00021

La unión del glaciar sobre la tierra

DSC00090

Siempre hay que mirarlo

El final es el que ya saben muchos. Un whisky espera ser servido con hielo puro de cientos de años. A mi no me gustaba el whisky hasta ese día. No sé si fue la circunstancia o que no había probado el correcto. Pero digamos que se lo debo al glaciar.

Vueltos a la base, se almuerza y luego se hace la navegación por el lago, donde uno está frente a las paredes de 60 a 80 metros y de vez en cuando se escucha tronar por las caídas aleatorias. SE MUEVE Y SUENA!!!

DSC00077

No tengo fotos del whisky pero valen las de la vista del almuerzo

Seguían las pasarelas, pero se iba mi vuelo y ya había hecho los arreglos para volverme.

La suerte hizo que pudiera volver a fines de ese año. Y ahí pude complementar la visita. Hice nuevamente la navegación (nunca está mal) y después hicimos las pasarelas. Y el asombro fue mayor aún.

DSC05350

Pasarelas. Super cómodas de recorrer

DSC05351

Frente al glaciar donde algunos con suerte ven la caida de la pared de contención

Es increíble bajo cuando cualquier dimensión la vista desde las mismas. El glaciar se lo puede ver bajando desde lo alto de la montaña. El recorrido cambia de ángulos con cada avance. Se ven más caídas. Se escuchan truenos y te desespera tratar de adivinar donde está cayendo una pared de decenas de metros. Es totalmente indescriptible. Para pasar horas mirándolo.

Como había roto entre las dos visitas, además pude ver claramente lo que significa la diferencia de niveles y de avance.

DSC05189

La diferencia de nivel marcada por la falta de vegetación

DSC00065

Otra vista de como el lago varía de nivel cuando el Perito Moreno hace de dique

Fui con expectativa y logro superarla en las dos ocasiones. Si no pueden llegar a hacer la caminata por limitaciones físicas o de edad, no se preocupen. Las pasarelas lo compensan con creces. Creo que esa vista es uno de los imperdibles de la vida. Uno se siente mínimo como ser y maravillado totalmente por la naturaleza.

DSC05342

El Perito Moreno bajando por la montaña

DSC05334

La esquina de la masa de hielo

DSC05330

El sol y el hielo te brindan colores únicos

DSC05317

Los restos del glaciar que van cayendo al lago

DSC05316

70 metros de altura para tomar dimensión

DSC05307

Figuras casi de ciencia ficción

DSC05304

El frente del lago Argentino a pleno

DSC05294

El glaciar volviendo a avanzar sobre tierra

DSC05287DSC05286

DSC05274

Inagotables vistas de las pasarelas del Parque Nacional Los Glaciares

DSC05212

Pequeños 60 metros de altura (12 pisos)

DSC05207

El solo desnuda colores únicos del Glaciar

DSC05193

DSC00114

Futuros témpanos

DSC00146

DSC05275

Parque Nacional Los Glaciares

No he ido a los otros glaciares del Parque, por lo que no puedo aportar en ese sentido.

Si el Museo del Hielo que es entretenido (está cerca de la ciudad). Tiene el bar de Hielo, algo que se encuentra en muchos lugares, pero si van en grupo es divertido por las fotos y las bebidas en vasos de hielo.

La ciudad es agradable y hay muchas artesanías, dulces regionales y por supuesto, chocolates.

También a veces, si el Comandante del vuelo lo puede realizar, se acercan para que se pueda ver desde el aire y ahí tomar otra dimensión de esta gracia que nos tocó como país.

DSC05231

Formas inigualables de la naturaleza

DSC05279

Lago Argentino y Glaciar Perito Moreno

DSC00146

Solo las grandes distancias dan perspectiva en ciertas ocasiones

DSC00097

La calma que solo se altera por la caída de paredes de hielo

Nueva York en Blanco y Negro

No hay ciudad que me entretenga más que Nueva York para visitarla cuantas veces pueda. Como conté en «Breaking News, me pasé al Team London» , mi encantamiento por la ciudad surgió a partir del comienzo de la película Manhattan de Woody Allen. Insisto como esa vez, por más que no te guste la temática, mirá los primeros minutos con la música de Gershwin, Rhapsody in blue.

Rockefeller Center028

Empire State desde Rockefeller Center

DSC00409

Manhattan desde Dumbo, Brooklyn

DSC00282

Central Park por la Quinta Avenida

DSC00333

Brooklyn Heights Promenade


Imágenes de la época, hoy algo antiguas, en blanco y negro, me hicieron apreciarla de esa forma como más bella.

DSC00784

Greenwich Village

DSC00785

La falta de color no la desluce. Para mí la hace apreciar como pocas ciudades puede apreciarse. Siento que te lleva a la esencia. Por más moderno o antiguo que sea, todo parece encajar con todo.

DSC04708

43th street

DSC00775DSC00783

Puede ser cualquier estación del año, pero el invierno por sí mismo me llevó a hacerlo con más ganas.

DSC00817

Quinta Avenida

Rockefeller Center025

Central Park desde Top of the Rock, Rockefeller Center

New York 09063

Central Park

Las siluetas conocidas se distinguen mejor. El color llama tanto la atención a veces que nos perdemos de apreciar detalles que solo las sombras nos permiten ver.

A la vez, tiene tanta energía y tanta mano del hombre, que es un paisaje único. Sus alturas no me abruman.

NYC 09009

Bryant Park durante NY Fashion Week

NYC 09018

Bryant Park

DSC00687

Hall del Grand Central Station

DSC00693

Grand Central Station

Mucho menos pensada en el diseño urbano que París, con menos historia que casi cualquier ciudad europea, pero con la evolución constante de renovarse en un estilo que le es propio.

DSC00384

Brooklyn Heights Promenade

DSC00315

Upper West Side – Manhattan

Lejos estoy de pretender dar clases de fotografía o composición, pero si estas son algunas de las me permiten afirmar cada vez que las veo, lo que me genera la ciudad.

DSC00549

Ground Zero – Lower Manhattan

DSC00475

Ayuntamiento de Nueva York

DSC00437

Puente de Brooklyn

DSC00622

Empire State desde High Line Park

Soy muy urbano en general, aprecio la vida en las ciudades y Nueva York es el ejemplo sublime de una ciudad que nos da ganas de caminarla, y que la sentimos como propia, porque la vimos en miles de ocasiones, inspiró ciudades ficticias y es escenario de cuanta historia el hombre haya querido imaginar. No importa si es sobre guerras o romances, siempre Nueva York es una posibilidad.

En la melancolía que siempre nos genera en estos días desde hace unos años, nada mejor que volver a su belleza esencial y cambiante.

DSC00655

Moma – Museum of Modern Art

DSC00658

DSC00294

57th street

DSC00434

Cruzando el Puente de Brooklyn (con poca gente)

DSC00414

Pebble Beach – Brooklyn

DSC00420

Brooklyn Bridge

DSC00392

Estatua de la Libertad y Ferry a Staten Island

DSC02284

Meatpacking District – Balcones del Whitney Museum of American Art

DSC02294

Meatpacking District desde Whitney Museum

DSC02343

High Line Park

DSC02507

The Pond – Central Park

Oculus, el renacer del bajo Manhattan

Imposible. Llega septiembre y todos recordamos donde estábamos el fatídico 11. Yo recuerdo casi todos los detalles de ese día.

Pero prefiero recordar Nueva York como una evolución. En mi primer viaje, en 1993, donde me enamoré de la ciudad, fue la única vez que subí a las torres.20180909_234100.jpg20180909_234048

Fue un día hermoso. Te podías apoyar contra los vidrios y mirar perfectamente para abajo.20180909_234245

También había una terraza, donde hacer la sesión de fotos de rigor.20180909_234313.jpg

Nunca fui al Windows of the World, un bar que estaba en la otra torre a la que estaba el mirador.20180909_234200.jpg

En ese viaje hice un viaje en helicóptero también, que me permitió verlas desde otro ángulo. Incluso lograr que se viera una sola. La libertad de volar sin restricciones sobre la ciudad era única.20180909_233942.jpg20180909_234008.jpg

En diciembre de 1999, visitando con mis padres y mi hermano camino a pasar el cambio de siglo con la familia de Galicia, estuvimos a punto de subir, pero las nubes bajas hicieron que siguiéramos de largo, ya que no tenía sentido. Fue la última vez que las vi en pie.20180909_233635

Después del atentado volví a visitar. Por suerte ya lo ví limpio de escombros. Increíble ver esos lugares vacíos.20180909_233031.jpg20180909_233011.jpg20180909_233019.jpg20180909_233011

El área era muy difícil de recorrer.

Finalmente, con los años, empezaron a contruirse las torres que reemplazaron los metros cuadrados perdidos. Me debo la visita a la nueva One World Trade Center, que creo no tiene la personalidad de las gemelas.DSC00503New York 09178New York 09177New York 09183DSC00501DSC01990

Primero se terminaron las piletas que marcan exactamente donde estaban las torres, con esa cascada infinita de agua hacia la nada.DSC00546DSC00526DSC00531DSC00517DSC00509DSC00507DSC00504

Las flores siempre presentes en algún recuerdo de alguien ausente.

Al comienzo había unos kioscos donde podías consultar donde estaban nombrados los fallecidos y busqué los argentinos. No sé si ahora han pasado eso al museo (que no visité aun porque me genera sentimientos encontrados).

Yendo hacia Battery Park, está la Sphere que estaba en el centro de la plaza entre ambas torres.

En la última visita, para el UsOpen 2017 (que además siempre es cercano a la fecha), ya estaba inaugurado el Oculus de Santiago Calatrava, el arquitecto español que siempre genera controversias.DSC0038520170907_161325

Esta estación, tan cuestionada por diseño, retrasos y costos, es claramente un intento de generar un icono nuevo en la ciudad.DSC02034DSC0039520170907_161330

Parecia que jamás estaría lista. Hoy que ya se puede recorrer, me impactó la sensación al apreciar ese atrio inmaculado y luminosamente blanco.

A la distancia parece algo que está por volar.

Por dentro me da la apariencia de una maqueta inmensa, al perder la dimensión de los espacios enormes.

No es solo estación, es centro comercial, de los modernos, con algunos lugares que me recordaban las viejas galerías del WTC. Tuve esa extraña sensación, especialmente en la baja.DSC00322

Le empieza a dar vida nuevamente a este lugar que tuvo signado muchos años por la tragedia. Y para mí, marca un renacer, un ave fénix.DSC01989DSC00369DSC00371DSC00354DSC00349DSC0034720170907_160914

Es complicado decir que uno disfruta la zona, pero tiene que volver a vivirse sin olvidar. Y que una cosa, no empañe la otra. Aun hoy, 17 años después, está todo muy fresco para muchos.

Que el ícono elegido sea algo tan diario como un centro de transporte, ayuda al objetivo.DSC0033620170907_15092920170907_150609DSC00391DSC00393DSC01280DSC01286

Seattle, una explosión de emociones

Venía recorriendo la costa oeste desde Los Angeles en auto, con mucho paisaje encima, pueblitos y ciudades chicas muy rurales, hermosas pero tranquilas. Pasé Seattle de largo para llegar a Vancouver (que no cubrió todas mis expectativas, pero lo contaré en otro post) y recién ahí volví a Seattle para recorrerla.

De entrada, fue mi primer experiencia Airbnb, que resultó excelente, todo funcionando como fue propuesto y con un sótano de una casa, totalmente equipado para disfrutar. Que sótano no te suene oscuro, ya que tenía esas ventanas altas que en realidad de afuera son al ras del suelo. Muy bien pensado.

Llegué tarde porque había aprovechado el Premium Outlet a mitad de camino, y no había salido además temprano de Vancouver para aprovechar a recorrer algunas cosas más. Por lo que fue descansar y aprovisionarme para los buenos desayunos hechos en casa.

Al día siguiente, un sol radiante me esperaba para arrancar en el Pike Place Market, un mercado en pleno dowtown, casi pegado al mar, con un característico cartel del que te enamorás tanto como de la Space Needle.DSC07847

Seguramente potenciado por ser sábado, el lugar hervía de gente, pero con mucha onda. Venía de mucha tranquilidad durante varios días y necesitaba esa energía urbana.20180609_121119

De entrada me crucé con un trío que tocaba blues en la calle, que daba para quedarse un largo rato.DSC07804

Lo que es el edificio principal del mercado (en realidad abarca una zona), hay productores, restaurantes, artesanos, al mejor estilo de los mercados europeos. Muy entretenido y variado.

También está la estatua del chancho que es símbolo del mercado. Me arriesgo con la única foto que saqué a que me distingan de él.20180609_124117

En los alrededores hay varios comercios reconocidos, donde las colas pueden ser eternas. El primero es el supuesto primer Starbucks, donde ni intenté entrar ya que me había enterado que no era el primero. Es mucho mejor ir a Starbucks Roastery and Reserve, que te conté en este post.

Otro de los locales concurridos es Piroshky Piroshky. Es una tienda de especialidades rusas. Hay cosas dulces y saladas y hay otros locales si uno quiere degustar tranquilo durante la estadía. O me acerqué al final del día y me llevé cosas para el camino y para probar en el momento. Valió la pena la vuelta.

Otro que la cola va más rápida es la quesería Beechers. Se puede pasar para degustar algún queso y salir sin comprar, pero es muy tentador llevarse algo.DSC07845

Por los alrededores hay comidas de todos los países, como ciudad cosmopolita que es. Creo que lo más conveniente es pasar luego del mediodía para hacer un almuerzo tardío o ir día de semana si el objetivo es la degustación. Se consiguen hasta alfajores y yerba si uno está urgido.

También hay comercios interesantes, de cocina o como Metsker, una tienda de mapas y cosas relacionadas a los viajes, donde pasé un buen rato.

A lo lejos se divisaba una rueda gigante y los estadios de los equipos de fútbol americano y beisbol de la ciudad.DSC07825DSC07818DSC07831DSC07827DSC0781620180609_12361220180609_123027

Mi recomendación es dejar el auto unas cuadras antes y evitar bajo cualquier aspecto llegar en el mismo por ahí, pueden tardar horas en atravesarlo (vi algún asiático intentarlo).

Cerca de ahí, un poco más al sur, está la biblioteca pública de la ciudad. Es un edificio sumamente llamativo, terminado en 2004.DSC07875

Tiene la altura de 11 pisos. Su exterior es como una malla de acero y vidrio y le da un volumen y luz increíbles al interior.DSC07978DSC07905DSC07939DSC07949

Se puede recorrer libremente prácticamente en su totalidad, lo cual recomiendo hacer, porque uno va encontrando rincones internos y vistas exteriores al mismo tiempo.

Hay mucho juego con el color, como la zona de salas de reunión, en rojos furiosos.DSC0791520180609_153608DSC07923

Cuenta también con una cafetería (muy buena onda quien me atendió) y tienda de regalos, similar a lo que se encuentra normalmente en los museos.

El resto del downtown tiene un claro toque moderno, típico de las grandes ciudades norteamericanas. Pero de todas formas, tiene toque de edificios históricos que le dan personalidad.DSC08674DSC07862DSC07903DSC07970DSC07898DSC07893DSC07889DSC07884DSC07871

La zona más comercial es quizás la más histórica, con antiguos edificios, pero con las propuestas más modernas dentro. Están todas las marcas que buscamos habitualmente y todas en distancias acotadas, para recorrer tranquilo, cortando para momentos cafecito como es la fama de la ciudad.DSC08003DSC08012DSC08000DSC07986DSC07985DSC07981

Una nota de color y que marca el clima, es que ví muchas zonas comerciales con techos transparentes en la vereda. Supongo que es para facilitar el caminar con la lluvia, característica en la ciudad. Aunque algunos dicen que es más que está nublada que lloviendo, pero a mí me tocó pasar de sol pleno a unas nubes impresionantes con lluvias pasajeras.DSC07983DSC07880

Hacia el norte está la Space Needle, otro de los íconos de la ciudad, totalmente identificable con la ciudad.DSC08645

Construída para la Feria Mundial de 1962, tiene 182 metros de altura y su look vintage es parte de su atractivo.

DSC08544DSC08545

Pensé que, al no ser ya tan alta con respecto a la ciudad, la vista me defraudaría un poco. La pifié por lejos. El día radiante no hizo más que elevara aun más el concepto que ya había logrado de la ciudad. Se puede ver claramente el movimiento de su puerto y todos los grupos montañosos que rodean la ciudad y que serán parte de una próxima visita, como el Olympic National Park.DSC08597DSC08592DSC08578DSC08574DSC08572

Las vistas son gloriosas, a pesar de estar en plena reforma, lo que está advertido antes de sacar las entradas. Lo bueno es que la vista al puerto y la ciudad ya está lista. Ahora son vidrios inclinados hacia afuera y le dan una sensación mayor de vértigo. Los aviones que van a aterrizar en el aeropuerto parecen pasar a tu altura. Todo es pura alegría en un día brillante.DSC08603DSC08626DSC08619DSC08614DSC08590DSC08579DSC08573DSC08571DSC08572DSC08569

Todo el parque alrededor tiene algunos de los pabellones de esa Feria más otros que se fueron agregando (hasta hay uno diseñado por Frank Gehry) y han sido transformados en museos, como el de Cultura Pop, Chihuly Garden and Glass y el de Niños. Ninguno me atraía en particular, ni los precios ayudaban.DSC08644DSC08550DSC08551

Lo que no podía faltar era tomar el monorriel, también sobreviviente de la Feria, que une este parque con la zona comercial. Viaje cortito de menos de 5 minutos pero que permite ver una zona en crecimiento y cambio, ya que por ejemplo, pasa por el complejo sede de Amazon.DSC08647DSC08655DSC08658DSC0854220180611_181113DSC0866120180611_18131120180611_181237DSC07999

Justamente la Sede de Amazon tiene, además de los dos edificios principales, un edificio llamado The Spheres, que es un recreo botánico para sus empleados, a la vez que se puede visitar como cuenta infoviajera.com en un post (no lo sabía hasta hoy mismo)20180611_15590320180611_16012020180611_160435DSC08526DSC08527DSC08528DSC08637

Lo más novedoso y de acceso libre (solo hay que registrarse en su app) es Amazon Go, como lo contaba en este post

Amazon Go, la tienda del futuro

Otra de las identificaciones de la ciudad es con la aviación. Por eso, dos medios días los dediqué al Museum of Flight y a la fábrica de Boeing en Everett. Aquí dejo los links a los posts

Museo de la Aviación de Seattle

Boeing, la planta más grande del mundo

La ciudad es muy tranquila. No fui al downtown a cenar, si no que me moví cerca de donde me hospedaba e iba caminando a Capitol Hill, donde encontré una cervercería (no solo de café viven en Seattle).

Tan tranquila es que pude ver una entrega en la puerta de un edificio en esa zona (es decir, zona de movimiento nocturno un sábado a la noche), esperando iluminada en la puerta. Inverosímil por nuestros pagos.20180609_221513

Seguro que hay cosas por recorrer aun. Visitar lugares relacionados con el rock, ya que de aquí vienen Nirvana, Pearl Jam, Soundgarden, entre otras.

Creo que no es casualidad cuando una ciudad es cuna de movimientos tan disímiles como empresas tecnológicas o grupos de rock. Algo hay de energía que la moviliza. Y juro que te interesen esos temas o no, esa vibra se nota.

Es una ciudad que tiene de todo en su identidad, música, paisajes, historia y el futuro, del viejo y del nuevo. El cóctel perfecto para la emoción.20180611_16545220180611_17184120180611_175826DSC07869DSC07911DSC08493DSC08019

Lyon, capital de la Galia

La segunda ciudad de Francia no está normalmente en los circuitos turísticos pero les aseguro que aun viniendo de una semana en París en 2015, superó totalmente mis expectativas.DSC07215

Fundada por los romanos en el 43AC, fue efectivamente capital de las 3 Galias. Evolucionó pero cada época de fue dejando su impronta.DSC07170

A pesar de su tamaño, lo que se recorre tiene una dimensión humana. Ideal para usar su sistema de bicicletas público. Tiene una enorme ventaja: tiene dos ríos que la recorren a lo largo, el Rodano y el Saona. Además, tiene la Basílica de Notre Dame de Fourviere en lo alto de una colina, que prácticamente se ve de toda la ciudad. Y del otro lado, si queda alguna duda, está la torre del Credit Lyonnais. Casi imposible perderse.DSC07004DSC06982

Llegué en TGV, donde tardé dos horas contra cinco que me hubiera llevado manejar desde París (además de ahorrarme un par de días de alquiler y estacionamiento).

Luego de instalarme, comencé a recorrer el centro, llamado Presque’isle (casi isla) por estar rodeada por tres lados por los ríos mencionados.

Los edificios son muy del estilo de París. Por lo tanto, en otra dimensión y con su propia impronta, recuerda mucho a la capital de Francia.DSC06957DSC06958DSC06972DSC06975DSC0697720150606_200341

Algunas de sus fuentes como la de la Place des Jacobins, por una intervención temporal, estaban adornadas/cubiertas por flores.DSC06965DSC06966DSC0696120150606_19281220150606_195800

La principal plaza por su tamaño es la Place Bellacour. Con jardines en un costado, pero fundamentalmente seca. Hacia el norte se desarrolla el centro comercial actual y termina llevando a otros puntos importantes de la misma, como la Ópera, el Ayuntamiento y el Museo de Bellas Artes.DSC06990DSC06993DSC07002DSC07007

Este último vale la pena ser visitado. Tiene una colección diversa y es el principal museo de arte de la ciudad. Está en la Place de Terreaux, donde está una fuente de Bartholdi, el mismo que diseñó la Estatua de la Libertad (homenajeada también en el museo)DSC07349DSC07306DSC07308DSC07312DSC07347DSC07351DSC07353DSC07357DSC07366DSC07375

Al cruzar el Saona, cuyas riveras son las más animadas, se llega al Vieux Lyon. En él, St Jean Es el barrio renacentista más característico de la ciudad y que debería el principal lugar a recorrer de día y noche.DSC07019DSC07015DSC07023DSC07033DSC07034DSC07037DSC07059DSC07057DSC07055DSC07066DSC07062

Ahí están la mayoría de los característicos bouchons, bodegones, donde se puede saborear la comida francesa en menues muy variados y completos. En particular me encantó Le Vieux Lyon, con propuestas completas y baratas. Superrecomendable. Ahí probé la típica Tarta de Praline Rojo (tarte aux pralinés)DSC07193DSC07183DSC0717920150605_213440

Este barrio está al pie de la colina Fourviere y se puede recorrer subiendo hasta la Basílica de Notre Dame que domina la ciudad con unas vistas increíbles. También hay un funicular para los que prefieren hacer el recorrido cuando bajan.

DSC06994DSC07109DSC07108DSC07096DSC07098DSC07075DSC07071DSC07073DSC07076DSC07079DSC07082DSC07084DSC07092

En lugar de volver a St Jean, aproveché para ir bajando hacia el sur y recorrer algunos vestigios de las ruinas romanas, ya que en esta colina fue donde se fundó la ciudad.DSC07136DSC07142DSC07145DSC07149DSC07163

Del lado del Rodano es una zona un poco menos atractiva, pero hay un complejo llamativo de piscinas públicas sobre el rio.DSC06978DSC07013DSC07271DSC07272DSC07295

Cruzándolo hay un mercado, Les Halles de Lyon, moderno, con una amplia oferta de alta gastronomía, la mayoría para llevar, ya que los lugares quedan rápidamente cubieros. Son muy característicos los de pastelería.

Estos mercados y los que aparecen en distintos lugares de la ciudad, como los comercios especialistas marcan por qué es la capital gastronómica de Francia, bajo la influencia de Paul Bocuse, creador de la nouvelle cuisine. En Lyon, a todo nivel de precio, se come bien.

Como ciudad que siempre evolucionó, tiene un barrio bastante céntrico, en la península donde se unen ambos ríos, que es claramente un desarrollo moderno pero a la vez, muy agradable.DSC07237DSC07238DSC07239DSC07250DSC07249DSC07242

Tiene un shopping bastante abierto, edificios con mucho diseño y en la confluencia misma, está el Musee des Confluences, que no visité, dedicado a la antropología y evolución del hombre y al sociedad. Se inauguró en 2014. El edificio se puede apreciar en un video que recomiendo ver, en la página de museo

http://www.museedesconfluences.fr/fr/visit-museum

 

También tuve tiempo para ir más al norte (siempre distancias relativamente cortas) al barrio Croix Rousse, que al estar sobre otra colina del mismo nombre, entrega otras vistas y perspectivas. Tuve la suerte de que hubiera una feria cuando lo visité.DSC07394DSC07399DSC07401DSC07406DSC07413DSC07417

Desde esa visita, no dejé de recomendar la ciudad a los que desean ir a la Provenza desde Paris, ya que es una hermosa transición. Ciudad con mucha historia, hermosa arquitectura (de hecho, es la segunda ciudad en superficie declarada Patrimonio de la Humanidad) y a la vez, escala humana para recorrerla comodamente en dos días. Y no se van a arrepentir de probar su haute cuisine.20150606_230614 - copia (2)DSC07220DSC07211DSC07209DSC07199DSC0716720150606_20001520150606_20034120150606_19590120150606_142134

US Open, el Grand Slam más accesible

Hay algo que nunca dejo de admirar de los norteamericanos: su capacidad de organización de espectáculos. De todo hacen un show. Y en el caso de tenis, su Grand Slam en mi ciudad preferida, no deja de ser más que la confirmación.DSC00906

Como argentinos, anhelamos Roland Garros, nacemos en el polvo de ladrillo.

Wimbledon es realmente único. Tiene muchos detalles que lo hacen único, tanto por el respeto como por las tradiciones.

Australia es tan lejos y complicada la temporada en mi caso, que le debo la visita (no me la han reclamado).

Pero el US Open conjuga como pocos, tenis de altísima calidad, acceso a los jugadores y satélites, infraestructura siempre creciente, en un entorno de excelente organización.DSC00416

Todo funciona, todo está disponible para que el espectador disfrute y lo más importante, es bastante accesible.DSC00584

No hay que ir sorteos como en Wimbledon, ni hacer colas virtuales como Roland Garros. Es tan grande que podés comprar un abono para ver la segunda semana completa con relativa comodidad y organización, sin rezar para ingresar. O llegar un día de la primer semana y disfrutar rápidamente del mejor tenis del mundo.

El estadio principal es el mayor del mundo para tenis y no por eso vas a dejar de sentir la sensación de ver el partido. He llegado a estar en las últimas filas y se disfruta.

Agregarle el techo dio el plus de continuidad en los partidos y ya no se se suspende todo por lluvia.DSC00110

Además, el techo es parte del show como debe ser. Hay cierta sensación mágica cuando se cierra (ni hablar de la historia de como lo diseñaron, ya que el piso no estaba preparado para el peso adicional de esa estructura). De modo tal, que para la entrega de premios de los singles lo cierran para crear otra atmosfera y aprovechar algunas capacidades extras de las luces y máquinas de humo, que suman al ánimo de final de fiesta.

Este año se agrega que presentan en sociedad el segundo estadio, el Louis Armstrong, que fue durante mucho tiempo, el estadio principal, quedó como segundo luego de la terminación del Artur Ashe y ahora lo agradan. Más lugar aun.

Ir en la primera semana es un excelente plan. Hay muchos partidos de todos los niveles. Normalmente es un top contra alguien de bajo ranking, que solamente está entre los 100 primeros del mundo, es decir, son partidazos igual. Te podés asegurar ver a los grandes monstruos, ya que siempre juegan el primer partido (no sabes cuando pierden).

La cantidad de partidos hace que seguro haya algo atractivo para ver. Incluso ver en una cancha auxiliar un partido que quizás en ATP Buenos Aires sea una semifinal. Y la cercanía que te da una cancha auxiliar, incluso el Grandstand (tercer estadio, muy lindo como quedó hecho a nuevo), da un vértigo increíble a los que sacar a más de 100KM por hora nos implica dejar el brazo en el camino.

Las sesiones diurnas son menos demandadas que las nocturnas, que aprovechan los locales para una salida después de trabajar.

El fin de semana del medio es muy fuerte en programación. Son en general la tercera y cuarta ronda, con partidos obviamente más parejos, choques más interesantes y todavía abundantes en cantidad. Pero cuidado, es fin de semana largo siempre. Se programa para que coincida con el Labor Day (business are business) y que el local pueda disfrutar más. Es muy demandado.

A partir del martes de la segunda semana, se vuelve a aligerar en gente, pero cuidado, hay menos partidos fuera de los estadios principales. Acá su ventaja: hay un abono llamado Championship Week que te da acceso a cuartos, semifinales y finales, todos completos. Casi un pleno a acceder a los mejores partidos del torneo. Es ir y disfrutar. Dificil que algo falle.

Lo use las dos veces que asistí. La primera era algo distinto, con la mitad de los partidos de cuartos y algo de octavos, semis y finales. Hoy vale mucho más la pena.

Se puede reservar con una tarjeta con meses de anticipación. El lugar es el mejor disponible al momento que lo hagas y no se agotan en las primeras 5 horas. Y si viajas para ver este torneo especialmente, es mi recomendación.

La primera vez que fui, iba cuando abría y me quedaba hasta el final. Vi todo lo que pude. Aun cuando haya baches en los draws principales, vas a tener juveniles, seniors, dobles y sillas de ruedas para disfrutar. Las futuras estrellas, las viejas glorias y los partidos que para nosotros serían de fin de semana tienen un nivel espectacular. Además, solamente quedarse viendo el entorno, podés disfrutar de alguna sorpresa, como cruzarte con algún viejito.

Un párrafo aparte ver los de sillas de ruedas. Ver dobles en esta especialidad, es casi ver un ballet. No dejen de dedicarle un rato al menos.

El estadio principal Artur Ashe además tiene escaleras mecánicas para llegar hasta el nivel de las entradas económicas. Todas sus entradas son numeradas.DSC04205

El Louis Armstrong tiene muy buenos partidos. Tambien es techado. Tiene olor a nuevo porque se estrena en 2018. Solo un sector es numerado y el resto es de acuerdo a disponibilidad. El que se va, pierde el lugar. Según el partido hay más o menos rotación. Y los partidos pueden ser muy interesantes. No todo entra en el principal. Yo vi ahí a Andy Murray que luego fue campeón, y a Del Potro que llegó a semis.

El Grandstand no es techado y tiene una pequeña porción numerada. Ninguno de estos dos últimos sacaría entradas numeradas, no vale la pena.

Por eso, si vas un día, principalmente de la primera semana, solo para sacarte el gusto, y solo hay ground tickets (los que permiten entrar a todo menos los lugares numerados, es decir, cualquier estadio menos el Ashe), ni dudes que vas a tener una buena experiencia.

No te preocupes por el transporte. Den por sentado que todo funciona. Si termina a las 2AM habrá trenes para volver. Si se suspende de improviso porque llega la cola de un huracán, habrá trenes. Las dos cosas me pasaron.

Hay comida por doquier. Se respetan las reglas siempre (leer los elementos prohibidos). No te vas a quedar sin batería porque hay cargadores de cortesía. Si tenés American Express, podes pedir la radio de cortesía donde transmiten los comentarios de ESPN. Tiene unos nuevitos, un tal McEnroe por ejemplo.

A eso agregale las vistas al skyline de Manhattan, la posibilidad de pasar unos días paseando por la capital del mundo (#teamNY sorry)DSC04758DSC04469

Y si no te divierten todos los partidos, podés poner en venta las entradas de los días de tu abono que no querés ir. No está asegurada su venta, pero es una opción de bajar gastos y hacerlo de forma legal (en su sitio de reventa, en el lugar es ilegal) y agregar tiempo libre para visitar la ciudad. No recomiendo la compra a quienes la ofrecen cerca del estadio. Mas vale planifiquen y eviten un problema.

No sé que más decirles para entusiasmar a los fans del tenis. Hay algunos tips más en el post anterior.

Temporada de torneos de tenis

Disfrutemos de las próximas dos semanas

Napa Valley, la segunda oportunidad

Este año fue mi segunda visita a Napa Valley. La primera fue un total fracaso. Fui desde San Francisco por el día y, por desconocimiento/incorrecta preparación, no llegué a la zona de las bodegas. El valle es largo, y el comienzo llegando del sur, es lo más feo. Y me quedé sin adentrarme y me perdí lo que le da fama.

20180614_102016

Napa Valley requiere planificación para conocer algunas bodegas

Esta vez, llegué del norte. QuizViajero había contado su aventura de comienzos de año y me llevaba mucha más data. Mi visión cambió totalmente. Ahora sí disfruté mucho el valle y sus bodegas.

Me alojé en Calistoga, principalmente por una cuestión de precio al ser más barato que Santa Helena. La verdad me resultó bárbaro, porque está más cerca de gran cantidad de bodegas, si bien Sta Helena es más animada como pueblo (aunque no mucho en ningún caso).

Son todos caminos tranquilos que van uniendo muchas bodegas. Y como aprendí en las visitas, las tierras tienen distintos origines (aluvional, sedimentario o volcánico) y eso hace que tengas distintos destinos de uva y calidad consecuente.

DSC08870

Los caminos de Calistoga

Si tu prioridad es la visita de buenas bodegas, la mayoría de las mismas requieren reserva previa. No es un drama pero requiere una tarea previa.

Igual no hay que desesperar. Solo con la folletería que tenía en la cabaña, confirmada con la dueña posteriormente, elegí dos (no se puede más de eso por día).

Todas las visitas son pagas. No son tan baratas. Incluyen una cantidad de copas y en algunos se puede acceder al algún tapeo con cargo adicional. Según me contaron también, hay promociones por algunas tarjetas premium

No creo que sea buena idea visitar más de dos por día. Arranquen con un buen desayuno y para el mediodía pueden haber hecho dos visitas.

La primera que visité fue Chateau Montelena. La elegí porque era sin reserva, muy cerca de donde paraba y con vinos de los mejores disponibles.

20180614_112956

Chateau Montelena te recibe con barriles únicos

Es un castillo o gran mansión del siglo XIX, que tiene mucha historia. Lo más significativo y que me enteré al visitarla, es que es la bodega que en 1976 ganó en sus categorías con dos productos, Cabernet Sauvignon y Chardonnay, en el París Wine Tasting, demostrando que no solo Francia podía producir vinos de alta calidad. Puso a Napa Valley en el circuito vitivinícola.

DSC08880

Frente de Chateau Montelena

20180614_112705

DSC08881

Barriles de roble

Uno recorre una pequeña muestra dentro del edificio. Ve los productos que se venden (hay merchandising diverso), lee algo de historia y ve algunas salas de reunión disponibles para desgustaciones privadas.DSC08886DSC08887

DSC08895

Valijas portabotellas

20180614_105215

 

Uno recorre una pequeña muestra dentro del edificio. Ve los productos que se venden (hay merchandising diverso), lee algo de historia y ve algunas salas de reunión disponibles para desgustaciones privadas.DSC08886DSC08887

DSC08885

Merchandising de Chateau Montelena

20180614_105215

Luego uno vuelve a la entrada donde en la barra, los sommeliers van explicando las características de los 4 vinos (USD 35) que se incluyen en el testeo. Me tocó un italiano muy simpático y charleta. Hacen un buen show de cada copa y los 4 vinos son muy buenos (a mi humilde entender). Igual hay que saber que, el negocio de ellos es vender suscripciones a su club de vino, por lo que la interacción es mayor con los locales y no con los extranjeros. No es obligatorio el tasting y se puede recorrer igual la propiedad.

20180614_110912

Vinos incluidos en la degustación

DSC0889720180614_111446

20180614_111042

Las etiquetas de la bodega mantienen la misma línea

El parque es una visita aparte. La propiedad perteneció durante un tiempo a un matrimonio chino, y en el parque se nota. Hay un lago de Jade, con tonalidad de esa piedra y algunas pagodas que se alquilan para degustaciones solo a los socios del club de vino.

20180614_103954

Entrada a los viñedos

DSC08875

Entrada al jardín

DSC08904

Jardín de inspiración china

20180614_113604

Pagoda

20180614_114326DSC08902DSC08909DSC08908DSC08915

DSC08918

El agua tiene también un color jade

Ademas del sector chino, recomiendo recorrer la finca. No hay mayores explicaciones pero tiene lindas vistas y es hermoso ver las vides crecer.

 

DSC08922DSC08931DSC0893420180614_11523520180614_115026DSC08938

 

DSC08931DSC0893420180614_115235DSC08938

 

Ademas del sector chino, recomiendo recorrer la finca. No hay mayores explicaciones pero tiene lindas vistas y es hermoso ver las vides crecer.20180614_11501220180614_11523520180614_11501220180614_115026DSC08931DSC08921DSC08940DSC08934

La segunda bodega fue Sterling Vineyards. La entrada cuesta por lo menos USD 45 e incluye 7 vinos (hay otras opciones más caras). Acá sí se debe pagar para ingresar.

La visita es contraria a la anterior. La calidad de los vinos es claramente inferior pero tiene unas vistas al valle impresionantes.

DSC08977

Para que vean lo que decía de la calidad de los vinos, la señora tomaba Coca Cola

El edificio está en una colina, al que se accede por un funicular. En la base hay una pizarra donde uno puede escribir su deseo. Ese día estuvo mi impronta.DSC0903820180614_122806DSC09047DSC09045DSC09042DSC09040DSC09044DSC08942DSC08943DSC08940DSC09019DSC09025

El edificio es moderno. Te entregan una copa que usas en toda la visita y tiene un cartón en la base que indica la experiencia que vas a realizar. Te la podés llevar al final. En distintos rincones de la propiedad te van dando los vinos que vas a probar (1 o 2 en cada parada) y las vistas van variando con cada uno. Acá los sommeliers no tienen tanta preparación como en la otra y por ello no hay que esperar mucho del tema bodega en sí.DSC09014DSC09007DSC08992DSC08965DSC08958DSC08957DSC08955

También hay recorridos internos con vistas a los procesos de la bodega (barricas, maquinaria).DSC08984DSC08987DSC08983DSC08982DSC08979DSC08978DSC08975DSC08974DSC08973

La última parada en la terraza es la de mejores vistas. Eso sí, el último vino, uno de esos dulces, realmente me pareció desagradable.DSC08988DSC08951DSC08963DSC08947DSC08954DSC08948DSC08959DSC08969DSC08971DSC09003DSC09001DSC08993DSC08990DSC09012DSC09023

Advertido de lo que uno va a encontrar en cada una, la experiencia mejora. En Chateau Montelena los vinos fueron buenísimos y la propiedad en sí muy agradable. En Sterling una vista sublime pero vinos de calidad media. Si bien en Sterling uno ve parte de la bodega en sí (en Montelena no vi nada), ninguna te da explicación sobre el proceso en sí. Para eso nada mejor que las de Mendoza o Salta.

Pero la experiencia no es sólo bodegas.

Me dirigí a la sucursal de Culinary Institute of America (crucé otra en Poughkeepsie). Es una escuela de cocina en un edficio con historia en la región, con un local de venta de elementos de cocina y merchandising y restaurante (que no probé), cafetería y bar. En este último comí uno de los sándwiches que más me gustaron en el viaje, perfectamente hecho y con una atención de primer nivel. Todos son estudiantes y muy buena onda. No es caro el bar. Recomendable totalmente.DSC09076DSC09089DSC09057DSC09058DSC09073DSC09072DSC09067DSC09062DSC09063DSC0907520180614_15154720180614_151846

Para no dejar ahí, complemente con la sucursal de Dean and Deluca, el mismo de Nueva York. Este deli nunca falla y uno encuentra cosas espectaculares y siempre me abastezco de condimentos y lo que me tiente. Visita infaltable en el caso de estar cerca.

Después de una visita al Premium Outlet (necesitaba completar algunos regalos), fui a Santa Helena, un pueblo de una calle principal con restaurantes y negocios de decoración, moda y antigüedades. Vale la pena recorrerlo.DSC09118DSC09119DSC09123DSC09124DSC09126DSC09129DSC09130

Las vistas de la ruta invitan a parar cada tanto a sacar fotos de los viñedos y montañas cercanas. Especialmente al atardecer.

Hay otras actividades para hacer, como andar en bicicleta, spa y comer en buenos restaurantes. No es barato del todo, pero vale la pena aprovechar el día a full. Yo estuve dos noches (llegué tarde el primero ya que venía de lejos) y en el día completo pude hacer lo planeado. Un día más podría ayudar a andar más tranquilo, disfrutando de otras actividades.

Ahora si me sentí satisfecho y encontré el romanticismo que te planteaba Entrecopas (Sideways titulo original). Es un lugar para disfrutar de cierta indulgencia en un entorno maravilloso y con muy buena infraestructura y propuesta.

Un auténtico lugar dedicado al placer.20180614_18534120180614_18543320180614_18543520180614_192903DSC09110DSC09114DSC09116

 

Portugal, la tierra del fado

Visité Portugal en 2007, luego de recorrer todo el norte de España desde Barcelona. En auto, por supuesto.

En el viaje empecé a apreciar el fado. Una música que es melancólica a priori, pero que en realidad expresa la saudade de Portugal, un sentimiento afectivo, de amor a distancia en el tiempo. Es definido como el bien que se padece y el mal que se disfruta. Algo tan compartido con Galicia, que se entiende rápidamente, no entristece, y te envuelve suavemente a medida que lo recorrés y lo vas conociendo. Y casi lo entiendo como el país que añora lo que no pudo ser.

Al ingresar por el norte, desde Lugo y Pontevedra, el primer punto de parada fue Porto, la que ya había visitado desde Pontevedra pero nunca me había quedado.DSC02927

Es la segunda ciudad del país, pero solo tiene 300.000 habitantes. Su centro es la Praca da Liberdade, característicamente en desnivel, ya que todo lleva a la orilla del Duero.

El Ayuntamiento preside la plazaDSC02928

La Estación de Sao Bento me regaló los primeros mosaicos en blanco y azul, característicos de todo Portugal.DSC02967

Las iglesias son parte del centro histórico, como la de Carmo, con más azulejos en su exterior.DSC02935DSC02936

A su lado está la iglesia das Carmelitas y medio de estas dos, la casa más estrecha de Portugal.DSC02941

Y la Iglesia y la Torre dos Clérigos, la más alta de todo PortugalDSC02932

La bella librería Lello & Irmao

Luego se termina por la ribera, Cai da Ribeira, desde donde se puede observar el puente construido por la empresa de Gustaff EiffelDSC02983DSC02984

Tiene innumerables edificios y rincones para disfrutar.

Luego siguió un breve paso por Guimaraes, primera capital por breve lapso, durante la reconquista de los moros.DSC03010

Se destaca el Palacio de los Duques de Braganca y el CastilloDSC02989DSC02994DSC02996DSC02998DSC03001DSC03026

La siguiente parada fue Coimbra, segunda capital del Reino de Portugal durante más de un siglo.DSC03062

Se destaca su universidad, la más tradicional del país, en la cumbre de la colina.DSC03058

Entre las iglesias, la de Santa Cruz y la Catedral Nueva

Siguiendo hacia el sur, el Castillo de Leiria invita a una visita. Fue una de las fortalezas moras más importantes.DSC03068DSC03099DSC03091DSC03088DSC03092DSC03100DSC03105DSC03108DSC03109DSC03113DSC03114DSC03116DSC03127

Fátima impacta por su historia, tan conocida como simple, y su esplanada, donde se pueden juntar, dicen, un millón de personas.DSC03130DSC03132DSC03133DSC03136

En Tomar, el Convento de Cristo, fundado en 1162, fue el centro central de la orden de los Caballeros Templarios.DSC03142DSC03161DSC03149DSC03146DSC03151DSC03145DSC03162DSC03163

Antes de rumbear a Lisboa, me desvié hacia Evora, cuyo casco histórico es patrimonio histórico, ya que tanto árabes como romanos dejaron su impronta en el mismo.DSC03180DSC03187

El templo romano es del siglo II, sin certeza de a quien estaba dedicado, y fue usado para ejecuciones de la Inquisición y como matadero posteriormente. Es el monumento romano mejor conservado del país.DSC03210DSC03176

La Catedral se comenzó a construir en el siglo XII, luego de la reconquistar la ciudad a los moros.DSC03183DSC03192DSC03195DSC03205

Otro bello edificio es la Universidad.DSC03214DSC03219DSC03217

Pero el que más llama la atención es la Capela dos Ossos, Capilla de los Huesos. Obviamente impresiona al tener las paredes cubiertas por los restos de más de 500 monjes. Pero hay muchas frases que recuerdan, con fino humor negro, la mortalidad del ser humano. La mejor de todas es la que nos recibe: Nos ossos que aquí estamos, pelos vossos esperamos (Nosotros, los huesos que aquí estamos, por los vuestros esperamos). Esa macabra bienvenida, baja la ansiedad de quien la visita y ya deja una buena enseñanza.DSC03231DSC03232DSC03234DSC03239DSC03241DSC03235DSC03236DSC03237DSC03242

También la ciudad cuenta con murallasDSC03246

Finalmente, Lisboa, hermosa capital del país.DSC03452

Tantas imágenes que es casi imposible resumir sus barrios principales: Alto, la Baixa, Chiado, Alfama.DSC03305DSC03459DSC03455DSC03273DSC03272DSC03259

Su distribución es distinta a las antiguas ciudades europeas. En 1755 un terremoto la destruyó casi por completo y fue reconstruida según las directivas del Marqués de Pombal. Por ello tiene la distribución más cuadriculada y menos edificios históricos. A ello se agrega que en 1988, un incendio destruyó gran parte del Chiado histórico, el barrio más romántico de la ciudad.DSC03469

Asi y todo, no pierde belleza. La Plaza de Comercio sobre el río Tajo parece el comienzo de la ciudad de la margen norte.

DSC03266DSC03475DSC03474DSC03265DSC03253DSC03250Conserva el elevador de Santa Justa, que permite una vista de la ciudad desde la ciudad misma.DSC03440DSC03258DSC03310

Otra alternativa es el Castillo de San Jorge que domina desde lo alto de las colinas de Alfama la ciudad, con las mejores vistas a la Baixa y Barrio Alto.DSC03303DSC03297DSC03286DSC03282

Se puede subir en tranvía y bajar caminando para aprovechar el envión y visitar Alfama.DSC03444DSC03455DSC03313

El Panteón Nacional está en la Iglesia de Santa Engracia, la mayor de la ciudad, que se inició en 1682 y se terminó en 1966.

No quiero dejar de destacar el Museo Gulbenkian. La colección pertenecía a un magnate armenio que durante la Segunda Guerra, buscó refugio para la misma y el país fue el que le brindó las mejores condiciones de seguridad, así como facilitarle un palacio para exhibirla. La entrada es gratuita.

Desde Lisboa se accede fácilmente a Belem, con la torre que custodia el rio (y los pasteles) y Estoril, un balneario que fue refugio de posguerra de la aristocracia europea.

Retomando hacia el norte, cercano a Lisboa, se encuentra el Palacio de Queluz, de estilo rococó, convertido en museo pero que aun se usa para agazajos oficiales. El palacio está en perfecto estado, data del siglo XVIII y sus jardines merecen una visita equivalente.

Más lejos pero fácil de visitar por el día, está Sintra. Alli se encuentra el Palacio Nacional, que era la residencia de verano de los Reyes, construido por los musulmanes pero reformado en el siglo XIV ya en dominio portugués.DSC03382

Las ruinas del Castelo dos Mouros permiten una vista elevada de la región.

El Palacio da Pena es una construcción ecléctica, que remite a lo kitsch, construido en 1840.

Sobre el mar, se encuenta el Cabo da Roca, que es el punto más occidental de Europa.

Como pueden apreciar, Portugal contiene mucha historia, hermosos edificios y de la gente más amable que se puede encontrar en Europa. Su saudade te va a terminar envolviendo y vas a disfrutar de su amor por las tradiciones, su cultura y su comida. No vas a poder definirlo exactamente como, pero vas a sentir que te enamoraste de este país.

Boeing, la planta más grande del mundo

No hay visita a Seattle que no se complete con el Factory tour de Boeing. Y no es un outlet.DSC08427

La planta de Everett está al norte de Seattle y es la dedicada al ensamblaje de los aviones de fuselaje ancho. Es el edificio por volumen más grande del mundo.20180611_134739

Está ubicada al costado de un aeropuerto Paine Field o Snohomish County Airport. Una curiosidad del mismo es que es un aeropuerto municipal, por lo que puede ser usado por cualquiera (no tiene vuelos comerciales).

La página donde se reserva el turno es www.thefutureofflight.org. Es casi mandatorio hacer la reserva en forma previa, ya que los grupos son limitados y solo se puede visitar dentro del tour organizado por el empresa. La entrada cuesta USD 25 para adultos, 15 para menores de 15 años, que además deben medir al menos 122cm, y 23 para mayores de 65.

No confundirlo con el Museo de la aviación, del que te contaba en este post http://raspandoelmapa.com/2018/08/06/museo-de-la-aviacion-de-seattle/

Primer frustración que vas a tener, es que no se pueden sacar fotos ni llevar celular ni ningún tipo de trampa que se te ocurra. Hay unos casilleros gratuitos para dejar las cosas o directamente en el auto.

Por ello, está bueno llegar con tiempo, por si llega o se va algún avión, como me toco a mi con el Dreamlifter apenas llegué. Estimo que por la mañana habrá más movimiento. En todo el resto del día no llegó ninguno de Boeing ni salió ningún avión. Es cuestión de suerte.DSC08402DSC08403DSC08404DSC08405DSC08411DSC08413DSC08414DSC0841520180611_10404420180611_104049

En el edificio de comienzo, hay algunos elementos para apreciar, como el fuselaje de un 787 para verlo de cerca como es esto de los componentes especiales que se usan ahora.

DSC08429DSC08440DSC08439

También hay algunas carcazas de turbinas para tomar dimensión del tamaño, en especial del 777, que es la más grande de todas.

En la planta baja hay un gift shop muy bueno, donde se pueden comprar desde maquetas hasta elementos de descarte como un carrito de comida o timones.

En la terraza se pueden sacar fotos hacia la pista, la zona donde se descargan el Dreamlifter y en este caso, el Antonov (nos comentaron luego que se lo usa por lo versátil que les resulta)DSC08452DSC08451DSC08453DSC08437DSC08435DSC08436DSC08423DSC08432

Del otro lado de la pista, se ve la planta de ensamblado en sí, los hangares donde se pintan los aviones y todos los que están casi listos para entrega.DSC08478DSC08466DSC08475DSC08467DSC08460DSC08458DSC08450DSC08448DSC08449DSC08445

El tour en sí, comienza con una película institucional, y las advertencias de no baño y no foto ni celular. En dos grupos, subimos a unos ómnibus que nos trasladaron hasta la fábrica. Ahí en las puertas se distinguen a que línea de producción vamos a encontrar dentro. Está la del 747 y 767 en una, el 777 al lado, una que no pudimos acceder porque estaba el 777x (el primero), del cual solo vimos la cola y el lomo del fuselaje de lejos, y la del 787, que es la más activa por lejos.

Por un pasillo subterráneo y un montacargas luego, accedemos a unos pasillos en altura donde nos dan la explicación de como es la distribución del trabajo, y como se ordenan las áreas, se puede preguntar todo lo que la curiosidad y el inglés permita (no hay otro idioma) pero la guía que me tocó resultó muy predispuesta con todos.

En cada línea de producción están los isologos de las aerolíneas que tienen pedidos de cada avión.

Hay tiempo para apreciar tranquilo aunque se deben respetar los ritmos del grupo. De las cosas interesantes es ver desde arriba estos gigantes, desarmados aun en algunos casos (las alas de un 747 estaban a la espera de un fuselaje) y ver algunas pruebas en vivo. Por ejemplo, vi un Dreamliner subir y bajar su tren de aterrizaje en forma continua, sostenido en las alas por unos caballetes (como vi luego tambien en el hangar de Aerolineas)

Al partir, uno puede cruzar la fabrica por el costado, ya que la autopista pasa por el medio, por debajo de un puente por donde trasladan los aviones a pintar y al aeropuerto. Igual no esperen pasar por debajo de un avión en movimiento, ya que nos aclararon que ese movimiento normalmente lo hacen de noche para no distraer a los conductores.DSC08480DSC08482DSC08483DSC08484DSC08485DSC08486

Definitivamente, la no foto deja un sabor algo amargo por no poder revisar tranquilo luego lo que uno ve, pero más que entendible por parte de la empresa. Mientras la memoria no falle, todo bien.DSC08471

Por eso disfrute mucho más aun la visita a los hangares de Aerolineas, donde si bien los aviones no son los mismos, la cercania y el poder tocar, complementando lo que vi en Seattle, fue maravilloso (http://raspandoelmapa.com/2018/07/30/visita-a-instalaciones-de-aerolineas-argentinas/)