El primer tramo fue la partida en un tren regional desde la estación de Bergen en pleno centro de la ciudad. El día previo justo pase por enfrente y entre a ver que alternativas tenía para desayunar y llegar con tiempo y ubicado.
El tren no está dedicado solamente a la gente del tour, sino que es aprovechado por el tour para que cada uno haga su traslado hasta la primera parada a su tiempo. No tiene asientos asignados. Iba bastante vacío y hay gente que sube y baja en algunas paradas intermedias.
Se comienza a ver parte del paisaje pero a decir verdad, es la única vez que me toco cielos nublados en estas vacaciones. pensé que tendría un mal día en términos de clima, pero por suerte fue solo un pequeño trayecto mientras pasábamos un interminable lago por una de sus costas.
El tren es simple, el viaje corto y no llegue a explorarlo mucho. Muchos van desayunando tranquilos aprovechando el tiempo muerto.
Al llegar a Vossevangen, uno baja (el tren sigue) y hay un cartel con dos de las alternativas que maneja la organizadora para que uno se ubique. Pero también se puede seguir la cantidad de gente que va para hacer lo mismo.
La parada esta fuera de la estación de trenes y casi todos van directo a la parada a esperar el bus o buses. Realmente eran dos tours. No había ningún bus aun y la fila era bastante larga. Cuando vi que faltaban 15 minutos y no había movimiento, me tenté a cruzar la ruta e ir a ver el lago (incluso hay un mirador gratuito, como si fuera un tercer piso de alto, que no subí por no haber arrancado antes). No muchos se atreven a perder su lugar, lo que no tiene ningún sentido al final.
La realidad es que a la hora señalada aparecieron la cantidad necesaria de buses para subir a todos los que estábamos con el boleto. El que te guste, te subís, siempre que sea el que hace tu recorrido. No van repletos, por lo que se puede elegir lado y si tenes suerte, los que viajamos solos, tener el asiento de al lado libre
Segundo tramo
Una vez todos arriba, sin ningún guía, el bus arranca y al atravesar Voss se descubre un agradable pueblo que estaba un poco alejado para conocer a pie arriesgando perder el bus.
Después de un viaje de 40 minutos, tuvimos una parada intermedia en un hotel en Stalheim que desde lo alto del valle, tiene una vista increíble. No está abierto todo el año, por lo que no siempre está este stop. Pero realmente se disfruta.
El espacio es lo suficientemente amplio para no tener inconvenientes para las fotos de rigor. Hay algunos carteles para entender lo que uno ve. Y tiempo para pasar por el baño o pedir un café para el siguiente tramo.
La segunda parte de este segundo tramo es el traslado entre este hotel y el puerto al fondo del fiordo donde haremos el viaje en el barco. En definitiva, estamos transitando un valle que es un fiordo sin agua. Atravesamos todo lo que habíamos visto desde ese balcón natural. Y era solo un anticipo de la maravilla que nos esperaba más adelante.
Al llegar al puerto de Gusvangen, fin de los servicios del bus. Apenas llevamos 3 horas de viaje y ya estamos por subir al tercer medio de transporte.
El puerto tiene un bar grande donde uno puede comprar su almuerzo o hacerlo luego en el barco (en mi caso, lo lleve desde Bergen). también hay un hotel (seguro hay algún otro menos a la vista o cabañas) para quien quiera quedarse a aprovechar de senderismo o kayaks como veríamos más adelante.
Hay dos muelles, uno para el ferry que traslada autos y motorhomes y el otro para el barco eléctrico preparado para disfrutar el fiordo.
La fila para acceder es bastante densa pero por la coincidencia de los barcos, al menos yo, disfrute de todas las maniobras de embarque y desembarque de autos.
Cuando uno sube entiende como es el barco. Tiene un par de cubiertas internas, una con bar y guarda valijas y otro simplemente asientos (y muchos enchufes para cargar los dispositivos, que hará mucha falta) y cubiertas externas. La más grande arriba pero también en proa y popa, todo unido por rampas muy amables de subir.
Pero el viaje lo podes ver en el siguiente post
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