Seattle, una explosión de emociones

Venía recorriendo la costa oeste desde Los Angeles en auto, con mucho paisaje encima, pueblitos y ciudades chicas muy rurales, hermosas pero tranquilas. Pasé Seattle de largo para llegar a Vancouver (que no cubrió todas mis expectativas, pero lo contaré en otro post) y recién ahí volví a Seattle para recorrerla.

De entrada, fue mi primer experiencia Airbnb, que resultó excelente, todo funcionando como fue propuesto y con un sótano de una casa, totalmente equipado para disfrutar. Que sótano no te suene oscuro, ya que tenía esas ventanas altas que en realidad de afuera son al ras del suelo. Muy bien pensado.

Llegué tarde porque había aprovechado el Premium Outlet a mitad de camino, y no había salido además temprano de Vancouver para aprovechar a recorrer algunas cosas más. Por lo que fue descansar y aprovisionarme para los buenos desayunos hechos en casa.

Al día siguiente, un sol radiante me esperaba para arrancar en el Pike Place Market, un mercado en pleno dowtown, casi pegado al mar, con un característico cartel del que te enamorás tanto como de la Space Needle.DSC07847

Seguramente potenciado por ser sábado, el lugar hervía de gente, pero con mucha onda. Venía de mucha tranquilidad durante varios días y necesitaba esa energía urbana.20180609_121119

De entrada me crucé con un trío que tocaba blues en la calle, que daba para quedarse un largo rato.DSC07804

Lo que es el edificio principal del mercado (en realidad abarca una zona), hay productores, restaurantes, artesanos, al mejor estilo de los mercados europeos. Muy entretenido y variado.

También está la estatua del chancho que es símbolo del mercado. Me arriesgo con la única foto que saqué a que me distingan de él.20180609_124117

En los alrededores hay varios comercios reconocidos, donde las colas pueden ser eternas. El primero es el supuesto primer Starbucks, donde ni intenté entrar ya que me había enterado que no era el primero. Es mucho mejor ir a Starbucks Roastery and Reserve, que te conté en este post.

Otro de los locales concurridos es Piroshky Piroshky. Es una tienda de especialidades rusas. Hay cosas dulces y saladas y hay otros locales si uno quiere degustar tranquilo durante la estadía. O me acerqué al final del día y me llevé cosas para el camino y para probar en el momento. Valió la pena la vuelta.

Otro que la cola va más rápida es la quesería Beechers. Se puede pasar para degustar algún queso y salir sin comprar, pero es muy tentador llevarse algo.DSC07845

Por los alrededores hay comidas de todos los países, como ciudad cosmopolita que es. Creo que lo más conveniente es pasar luego del mediodía para hacer un almuerzo tardío o ir día de semana si el objetivo es la degustación. Se consiguen hasta alfajores y yerba si uno está urgido.

También hay comercios interesantes, de cocina o como Metsker, una tienda de mapas y cosas relacionadas a los viajes, donde pasé un buen rato.

A lo lejos se divisaba una rueda gigante y los estadios de los equipos de fútbol americano y beisbol de la ciudad.DSC07825DSC07818DSC07831DSC07827DSC0781620180609_12361220180609_123027

Mi recomendación es dejar el auto unas cuadras antes y evitar bajo cualquier aspecto llegar en el mismo por ahí, pueden tardar horas en atravesarlo (vi algún asiático intentarlo).

Cerca de ahí, un poco más al sur, está la biblioteca pública de la ciudad. Es un edificio sumamente llamativo, terminado en 2004.DSC07875

Tiene la altura de 11 pisos. Su exterior es como una malla de acero y vidrio y le da un volumen y luz increíbles al interior.DSC07978DSC07905DSC07939DSC07949

Se puede recorrer libremente prácticamente en su totalidad, lo cual recomiendo hacer, porque uno va encontrando rincones internos y vistas exteriores al mismo tiempo.

Hay mucho juego con el color, como la zona de salas de reunión, en rojos furiosos.DSC0791520180609_153608DSC07923

Cuenta también con una cafetería (muy buena onda quien me atendió) y tienda de regalos, similar a lo que se encuentra normalmente en los museos.

El resto del downtown tiene un claro toque moderno, típico de las grandes ciudades norteamericanas. Pero de todas formas, tiene toque de edificios históricos que le dan personalidad.DSC08674DSC07862DSC07903DSC07970DSC07898DSC07893DSC07889DSC07884DSC07871

La zona más comercial es quizás la más histórica, con antiguos edificios, pero con las propuestas más modernas dentro. Están todas las marcas que buscamos habitualmente y todas en distancias acotadas, para recorrer tranquilo, cortando para momentos cafecito como es la fama de la ciudad.DSC08003DSC08012DSC08000DSC07986DSC07985DSC07981

Una nota de color y que marca el clima, es que ví muchas zonas comerciales con techos transparentes en la vereda. Supongo que es para facilitar el caminar con la lluvia, característica en la ciudad. Aunque algunos dicen que es más que está nublada que lloviendo, pero a mí me tocó pasar de sol pleno a unas nubes impresionantes con lluvias pasajeras.DSC07983DSC07880

Hacia el norte está la Space Needle, otro de los íconos de la ciudad, totalmente identificable con la ciudad.DSC08645

Construída para la Feria Mundial de 1962, tiene 182 metros de altura y su look vintage es parte de su atractivo.

DSC08544DSC08545

Pensé que, al no ser ya tan alta con respecto a la ciudad, la vista me defraudaría un poco. La pifié por lejos. El día radiante no hizo más que elevara aun más el concepto que ya había logrado de la ciudad. Se puede ver claramente el movimiento de su puerto y todos los grupos montañosos que rodean la ciudad y que serán parte de una próxima visita, como el Olympic National Park.DSC08597DSC08592DSC08578DSC08574DSC08572

Las vistas son gloriosas, a pesar de estar en plena reforma, lo que está advertido antes de sacar las entradas. Lo bueno es que la vista al puerto y la ciudad ya está lista. Ahora son vidrios inclinados hacia afuera y le dan una sensación mayor de vértigo. Los aviones que van a aterrizar en el aeropuerto parecen pasar a tu altura. Todo es pura alegría en un día brillante.DSC08603DSC08626DSC08619DSC08614DSC08590DSC08579DSC08573DSC08571DSC08572DSC08569

Todo el parque alrededor tiene algunos de los pabellones de esa Feria más otros que se fueron agregando (hasta hay uno diseñado por Frank Gehry) y han sido transformados en museos, como el de Cultura Pop, Chihuly Garden and Glass y el de Niños. Ninguno me atraía en particular, ni los precios ayudaban.DSC08644DSC08550DSC08551

Lo que no podía faltar era tomar el monorriel, también sobreviviente de la Feria, que une este parque con la zona comercial. Viaje cortito de menos de 5 minutos pero que permite ver una zona en crecimiento y cambio, ya que por ejemplo, pasa por el complejo sede de Amazon.DSC08647DSC08655DSC08658DSC0854220180611_181113DSC0866120180611_18131120180611_181237DSC07999

Justamente la Sede de Amazon tiene, además de los dos edificios principales, un edificio llamado The Spheres, que es un recreo botánico para sus empleados, a la vez que se puede visitar como cuenta infoviajera.com en un post (no lo sabía hasta hoy mismo)20180611_15590320180611_16012020180611_160435DSC08526DSC08527DSC08528DSC08637

Lo más novedoso y de acceso libre (solo hay que registrarse en su app) es Amazon Go, como lo contaba en este post

Amazon Go, la tienda del futuro

Otra de las identificaciones de la ciudad es con la aviación. Por eso, dos medios días los dediqué al Museum of Flight y a la fábrica de Boeing en Everett. Aquí dejo los links a los posts

Museo de la Aviación de Seattle

Boeing, la planta más grande del mundo

La ciudad es muy tranquila. No fui al downtown a cenar, si no que me moví cerca de donde me hospedaba e iba caminando a Capitol Hill, donde encontré una cervercería (no solo de café viven en Seattle).

Tan tranquila es que pude ver una entrega en la puerta de un edificio en esa zona (es decir, zona de movimiento nocturno un sábado a la noche), esperando iluminada en la puerta. Inverosímil por nuestros pagos.20180609_221513

Seguro que hay cosas por recorrer aun. Visitar lugares relacionados con el rock, ya que de aquí vienen Nirvana, Pearl Jam, Soundgarden, entre otras.

Creo que no es casualidad cuando una ciudad es cuna de movimientos tan disímiles como empresas tecnológicas o grupos de rock. Algo hay de energía que la moviliza. Y juro que te interesen esos temas o no, esa vibra se nota.

Es una ciudad que tiene de todo en su identidad, música, paisajes, historia y el futuro, del viejo y del nuevo. El cóctel perfecto para la emoción.20180611_16545220180611_17184120180611_175826DSC07869DSC07911DSC08493DSC08019

Boeing, la planta más grande del mundo

No hay visita a Seattle que no se complete con el Factory tour de Boeing. Y no es un outlet.DSC08427

La planta de Everett está al norte de Seattle y es la dedicada al ensamblaje de los aviones de fuselaje ancho. Es el edificio por volumen más grande del mundo.20180611_134739

Está ubicada al costado de un aeropuerto Paine Field o Snohomish County Airport. Una curiosidad del mismo es que es un aeropuerto municipal, por lo que puede ser usado por cualquiera (no tiene vuelos comerciales).

La página donde se reserva el turno es www.thefutureofflight.org. Es casi mandatorio hacer la reserva en forma previa, ya que los grupos son limitados y solo se puede visitar dentro del tour organizado por el empresa. La entrada cuesta USD 25 para adultos, 15 para menores de 15 años, que además deben medir al menos 122cm, y 23 para mayores de 65.

No confundirlo con el Museo de la aviación, del que te contaba en este post http://raspandoelmapa.com/2018/08/06/museo-de-la-aviacion-de-seattle/

Primer frustración que vas a tener, es que no se pueden sacar fotos ni llevar celular ni ningún tipo de trampa que se te ocurra. Hay unos casilleros gratuitos para dejar las cosas o directamente en el auto.

Por ello, está bueno llegar con tiempo, por si llega o se va algún avión, como me toco a mi con el Dreamlifter apenas llegué. Estimo que por la mañana habrá más movimiento. En todo el resto del día no llegó ninguno de Boeing ni salió ningún avión. Es cuestión de suerte.DSC08402DSC08403DSC08404DSC08405DSC08411DSC08413DSC08414DSC0841520180611_10404420180611_104049

En el edificio de comienzo, hay algunos elementos para apreciar, como el fuselaje de un 787 para verlo de cerca como es esto de los componentes especiales que se usan ahora.

DSC08429DSC08440DSC08439

También hay algunas carcazas de turbinas para tomar dimensión del tamaño, en especial del 777, que es la más grande de todas.

En la planta baja hay un gift shop muy bueno, donde se pueden comprar desde maquetas hasta elementos de descarte como un carrito de comida o timones.

En la terraza se pueden sacar fotos hacia la pista, la zona donde se descargan el Dreamlifter y en este caso, el Antonov (nos comentaron luego que se lo usa por lo versátil que les resulta)DSC08452DSC08451DSC08453DSC08437DSC08435DSC08436DSC08423DSC08432

Del otro lado de la pista, se ve la planta de ensamblado en sí, los hangares donde se pintan los aviones y todos los que están casi listos para entrega.DSC08478DSC08466DSC08475DSC08467DSC08460DSC08458DSC08450DSC08448DSC08449DSC08445

El tour en sí, comienza con una película institucional, y las advertencias de no baño y no foto ni celular. En dos grupos, subimos a unos ómnibus que nos trasladaron hasta la fábrica. Ahí en las puertas se distinguen a que línea de producción vamos a encontrar dentro. Está la del 747 y 767 en una, el 777 al lado, una que no pudimos acceder porque estaba el 777x (el primero), del cual solo vimos la cola y el lomo del fuselaje de lejos, y la del 787, que es la más activa por lejos.

Por un pasillo subterráneo y un montacargas luego, accedemos a unos pasillos en altura donde nos dan la explicación de como es la distribución del trabajo, y como se ordenan las áreas, se puede preguntar todo lo que la curiosidad y el inglés permita (no hay otro idioma) pero la guía que me tocó resultó muy predispuesta con todos.

En cada línea de producción están los isologos de las aerolíneas que tienen pedidos de cada avión.

Hay tiempo para apreciar tranquilo aunque se deben respetar los ritmos del grupo. De las cosas interesantes es ver desde arriba estos gigantes, desarmados aun en algunos casos (las alas de un 747 estaban a la espera de un fuselaje) y ver algunas pruebas en vivo. Por ejemplo, vi un Dreamliner subir y bajar su tren de aterrizaje en forma continua, sostenido en las alas por unos caballetes (como vi luego tambien en el hangar de Aerolineas)

Al partir, uno puede cruzar la fabrica por el costado, ya que la autopista pasa por el medio, por debajo de un puente por donde trasladan los aviones a pintar y al aeropuerto. Igual no esperen pasar por debajo de un avión en movimiento, ya que nos aclararon que ese movimiento normalmente lo hacen de noche para no distraer a los conductores.DSC08480DSC08482DSC08483DSC08484DSC08485DSC08486

Definitivamente, la no foto deja un sabor algo amargo por no poder revisar tranquilo luego lo que uno ve, pero más que entendible por parte de la empresa. Mientras la memoria no falle, todo bien.DSC08471

Por eso disfrute mucho más aun la visita a los hangares de Aerolineas, donde si bien los aviones no son los mismos, la cercania y el poder tocar, complementando lo que vi en Seattle, fue maravilloso (http://raspandoelmapa.com/2018/07/30/visita-a-instalaciones-de-aerolineas-argentinas/)

Museo de la Aviación de Seattle

Seattle está definitivamente atada a la historia de la aviación, siendo sede de Boeing, uno de los mayores fabricantes de aviones de guerra y de defensa.DSC08022

Al sur de la ciudad, en Renton, entre Seattle y su aeropuerto comercial principal, está el Museo de la Aviación (Museum of Fligtht). Como corresponde, al costado tiene una pista (Boeing Field) y tiene algunas oficinas y plantas de Boeing cerca (no pegada pero cerca está una de las plantas de 737).

DSC08077

zona de entrega de aviones militares de Boeing

No requiere reserva para ingresar y se recorre libremente, abierto en este momento de 10 a 17.  Hay algunos tours, simuladores y películas que se pagan aparte, que no visité. Se puede consultar la página www.museumoflight.org

La primer sala es la Gran Galería, que tiene 39 aviones históricos y notables, desde la réplica del primer avión de los hermanos Wright, hasta bombarderos y cazas posteriores a la Segunda Guerra Mundial (incluye, pasando por algunos helicópteros y modelos Boeing (el museo destaca el 100 y el 80).DSC08064DSC08107DSC08074DSC08065DSC08061DSC08057DSC08056DSC08050DSC08047DSC08043DSC08037DSC08036DSC08031DSC08030

Se entiende como las primeras líneas estaban orientadas al transporte de correo y no de pasajeros. Y ver los primeros asientos de pasajeros, claramente no daban ni el confort ni la seguridad a las que estamos acostumbrados ahora.DSC08052DSC08025DSC08084DSC08054

Hay algunos que llaman más la atención como un 727 (una parte del mismo) que fue uno de los primeros éxitos masivos y donde estuvo transmitiendo Van Norden en RadioQV durante la entrega de los premios Freddy. Los lentes lo recuerdan.20180610_124839

Es una gran sala de exhibición, y recomiendo leer los paneles de información, donde se puede conocer como arrancaron algunos servicios, como evolucionó la aviación comercial y datos técnicos, por ejemplo, como se numeran las pistas.

Hay una mención al proyecto Perlan, que nos une, por ser un proyecto de planeador presurizado, que se lanza desde El Calafate por ser el mejor punto para los estudios del mismo y que en estos días está en una nueva etapa en el sur.

Otro sector relevante es lo que sería la primer fábrica de Boeing, el Red Barn, que además de mostrar las herramientas tiene referencias históricas y de como fueron evolucionando los aviones para satisfacer los servicios las grandes líneas del momento, como PanAm y TWA.DSC08175DSC08111

Aca les dejo las imágenes de los fundadores de cada fábrica importante de aviones norteamericana. Mucho debemos a estos locos.

La última sala de este lado es la dedicada a la Segunda Guerra Mundial. Ahí se encuentran modelos de todos los países, explicados en muchos detalles. Están ambientados y puestos en forma progresiva de desarrollo. Es notable el cambio en esos 5 años de batallas.DSC08127DSC08132DSC08134DSC08137DSC08138DSC08144DSC08157DSC08161DSC08164DSC08168

Tiene un sector dedicado al rol de la mujer en la guerra

Del otro lado de la ruta, por un puente, se accede al Pabellón de la Aviación.

Antes se pasa por un sector dedicado al Espacio, con una replica usada para entrenamiento del Transbordador, más algunas piezas reales de la carrera espacial.

Finalmente, lo que completa este hermoso entorno, es este hangar con una colección de aviones totalmente reales que incluyenDSC08302

el primer Jumbo,

uno de los primeros 787, de los que se usaron de testeo

un Concorde de British Airways. De este me encanta resaltar que distaba del espacio que hoy se relaciona con el lujo y que las ventanillas realmente eran pequeñas. Entre Jumbo y Concorde, realmente había dos conceptos distintos de viaje. Además se puede apreciar como castiga el tiempo con la corrosión.

El primer avión jet Presidencial norteamericano, un 707

Otros aviones como un B39, un B17, 737, 727

Como está tan cerca de Seattle Tacoma, se pueden apreciar los tramos finales de algunos aviones actuales

Es un excelente museo, distinto a los de bellas artes, muy recomendable para chicos y adultos, porque estar al lado de semejantes monstruos o ver algunas aspectos no habituales, como cabinas o aviones que parecen de maquetas solamente, lo hace entretenido.

Para compensar, cerca hay un Ikea para completar el día.

Amazon Go, la tienda del futuro

Bienvenidos al experimento del futuro de Amazon. A priori, uno no esperararía que sea Amazon, la tienda virtual más grande del mundo, que desarrolle una tienda de avanzada.DSC08522DSC08519

Debajo de sus edificios en el centro de Seattle, han desarrollado un mini market cuya impresionante innovación es que no se escanean los productos ni se pasa por caja para pagar.

Tiene algo de magia: lo virtual son los controles.

Primero hay que bajarse la app de Amazon Go, ingresar tus datos y un medio de pago (similar a la página de Amazon).DSC08500_LI

Cuando llegás al local, hay unas puertas que se habilitan con el código QR que genera la app. Te indican que, si vas con otra persona, ellos deben pasar primero y el último debe ser el que pasa el código (no sé que pasa si se van pasando el teléfono)DSC08521DSC08518DSC08507

La magia es que uno toma los productos (hay de regalo unas bolsas reusables de regalo, que piden no tomes más de una por compra). Podés usar tu bolso o simplemente en la mano.DSC08516

Pasas por las góndolas y tomás lo que querés. Podés quedártelo o volver a ponerlo en la góndola.

Una vez que terminás la compra, te vas.

En los siguientes 10/15 minutos te llega la cuenta a tu app, con descripción de productos que compraste y el débito a tu cuenta/tarjeta.

Una advertencia, es que no debés darle el producto a otra persona, porque te lo cargan a vos. Es decir, no hay que ser amable con las viejitas que no llegan a la ensalada del último estante. Más vale avisarle a alguno de los asistentes del local.

Se pueden comprar comidas para llevar, snacks, bebidas, incluyendo alcohólicas. Lo que va a pasar es que para acceder a estas últimas debes tener identificación estadounidense o canadiense o directamente el pasaporte si sos de otro país (hay una asistente controlando ese sector).DSC08514DSC08513DSC08515DSC08508DSC08509

A la entrada, por un costado, hay una barra donde calentar la comida, cubiertos, enchufes y WiFi como en todo el local.

Las pruebas que hice fueron tomar y dejar algunos productos un par de veces, incluso en el bolso, y la verdad, la cuenta vino perfecta. Hice dos compras para saciar la experiencia. Ambas perfectas.

Qué pasa si en el ticket aparecen cosas que realmente no compró? La app permite identificarlos y darlos de baja de la compra. No lo probé a ver si mentía que pasaba.

El sistema se basa en unos sensores/cámaras en el techo por lo que leí y ví. No hay etiquetas especiales en los productos, sino que detecta los movimientos de los clientes.DSC08506

Es claramente un local para experimentar nuevos formatos y procesos. Cada 5 minutos ingresa un grupo de personas que van a ver como funciona, seguramente la mayoría empleados de Amazon que van estudiando el local del futuro (recuerden que comenzaron a abrir Amazon Book y son los dueños de la cadena de supermercados Wholefoods). No casualmente están ubicados en la planta baja de una de las torres sede de la empresa.20180611_160435

El local no es un supermercado, es más bien chico, un sistema controlado, que requiere movimiento del cliente, pero no tiene miles de ítems.

Todos los que están ahí, salvo lo que compren porque realmente van a comer, muchos están mirando y probando, además de los que claramente están estudiando sus resultados y funcionamiento.DSC08512

Es algo único, y entretenido. Si andás por Seattle, no dejes de experimentarlo. Es mucho más apasionante que ir al self-checkout que tenemos por nuestras tierras.DSC08504DSC08503DSC08502DSC08505

Les dejo el link para los que quieran ver la transmisión por Periscope (las desprolijidades son por mi poca habilidad manual y a que transmití con el IPad que no es tan simple de maniobrar, sepan disculpar)

Momento Cafecito Reserve Roastery

En la visita a Seattle, la referencia a Starbucks es ineludible. En realidad, a la experiencia del café, ya que la ciudad esta repleta de alternativas relacionadas. Es verdad esa leyenda.DSC08386.JPG

Pero siendo que esta cadena con más de 27000 locales en el mundo tiene su origen acá, era inevitable estudiarla un poquito más de cerca.

Hay dos posibilidades: ir al supuesto primer local que está en el Public Market y una cola insoportable. O ir al nuevo formato que se llama Starbucks Reserve Roastery.20180610_185226

Es un local muy grande (3500 m2), muy distinto pero muy distinto a los otros 27000.DSC08373DSC08353DSC08346

Es una experiencia que intenta que pruebes nuevas alternativas.DSC08366

En el local se tuesta y muelen distintas variedades de granos y parte de ese proceso es parte del show. Se supone que son de variedades de calidad superior a los habituales.20180610_18534720180610_185336DSC08316DSC08354

También de acuerdo al tipo de variedad, ofrecen distintas formas de preparación, para entretener el paladar.DSC08353DSC08350DSC08340DSC08336DSC08335

Además, cuenta con una propuesta gastronómica excelente, simple, pero muy tentadora (de esto si puedo dar cuenta más claramente). A cargo del Chef Rocco Princi, especialista en panificados, pizzas y postres.DSC08334DSC08331DSC08342DSC08341DSC08352DSC08375DSC08377

También se sirven tragos con alcohol, por lo que no todo en la vida es café.DSC08371

El local tiene distintos lugares para sentarse y disfrutar: barras, mesas, sillones, mesas comunales, cada uno busca su forma.

DSC08364DSC08357DSC08346DSC08326

De lo tentador (y algo fuera de precio para nuestras billeteras) es la inmensa cantidad de cafeteras y artefactos relacionados al café, incluyendo una librería. Pero todo se puede ver.

También hay algunos objetos de diseño que son lindos de ver y no necesariamente están relacionados con el café.

La carta va variando, con algunos que se mantienen siempre como el affogato, café expreso que se sirve sobre una bocha de helado de vainilla, en este caso, como nota de color, de la cadena Mora, que es de un compañero de estudios mío que se instaló en Seattle hace años, grande Chicho Jerry.DSC08343

Yo me tenté con un piletazo que jamás había probado algo así, que es el Sparkling citrus espresso, hecho con una mezcla de agua tónica, hierbas y limón. Aunque no lo crean, increíblemente rico. También increíblemente, no encuentro la foto.

El local está lleno de detalles, como cualquier apuesta que trata de levantar la imagen de la marca. Desde la puerta de ingreso, al uso de la primera sirena como homenaje al comienzo de la cadena.DSC0837920180610_185226 (2)DSC08361

Hay detalles viajeros, ya que los granos vienen de todo el mundo.DSC08338

Lo bueno, es que esta idea ya pasó del bosquejo y han abierto un local en Shanghai y según la página de la empresa, y hay previstos otros en Milán, New York, Tokio y Chicago.

Y lo hay que prestar atención, es que empezaron a armar locales más chicos de este tipo de propuesta, que se nutren de los granos especiales de estas tostadoras, pero que no los muelen en sus locales. Se llaman Reserve Bars y ya hay varios en todo EEUU, incluyendo 8 en New York.DSC08348

Como disclaimer, este post ni su escritor estamos auspiciados por la cadena. Simplemente disfruto de las propuestas novedosas e intrínsecamente relacionadas con un lugar.

Hay muchos que prefieren otros tipos de cafeterías, pero esta es una versión distinta, que une todo y la verdad disfruté mucho. Es una forma de entender como en la era digital y que todo se parece siempre, algo se distingue.

Gracias Luciana Grotteschi por insistir en que vaya.DSC08339

Primer viaje escribiendo

Hasta ahora vengo escribiendo sobre lugares que recorrí anteriormente. Tengo la suerte de haber recorrido mucho, como menciono en https://wordpress.com/post/raspandoelmapa.com/94 que por primera vez, tendrá una actualización (en él no incluyo los asiduos viajes laborales)

Por primera vez que voy a tener la posibilidad de escribir de un viaje en curso.

Supongo que serán posts cortos, como este, pero probablemente más vívidos. Tengo la intención de que queden muchas cosas para escribir después.

Hago la Costa Oeste de EEUU, con un cruce de frontera para ir a Vancouver, Canadá.DSC07276

Todo será en auto. Desde que llegue a Los Angeles hasta el día de regreso de ahí.

El viaje ya tiene algunos condimentos novedosos para lo que hacía habitualmente:

  • Uso Rentalcars.com en lugar de arrendar directo en una locadora.
  • Alquile dos departamentos por Airbnb
  • Debut también para Hoteles.com para algunas noches (no llego a las 10 como fue mi intención para ya usarlo en otro viaje este año)

El vuelo es con millas por la últimamente estremecedora Latam. Lo que en el inicio fue una alegría (viajar en el asiento 1A, parcialmente en el 787), hoy se transformó en un mar de dudas y ansiedad, ya que todavía no aparece el aparato programado en Tripcase, todas las semanas leo sobre un nuevo 787 que bajan de servicio por las fallas de sus turbinas y aparece la posibilidad que me toque un avión viejo, alquilado para suplir esas deficiencias, y si no, veo las cancelaciones a amigos de la comunidadQV.

Igual arranco por un lugar que ya conozco, por lo que más allá del perjuicio por un retraso, la idea es revisitar algunas cosas que me gustaron y conocer algunas que me quedaron. Si falla, no será algo dramático.DSC07297

También ya hay cambios. Armando el mapita para mostrar el viaje, veo que nuevamente la 1 está cortada (cada tanto ocurre por incendios y deslizamientos)DSC06880

Ya hubo decisiones en el armado relacionadas con el costo, especialmente en lo que hace al auto. Tuve que elegir un rentadora de auto que me permita cruzar la frontera (letra chica a full), ya que Sixt tiene muchas limitaciones de donde se puede usar el auto en EEUU y no es lo mismo que en Europa.

También en el armado terminé haciendo un ida y vuelta porque me incrementaba en casi 1000 USD (más del 100% del costo) devolverlo en otro estado que no fuera California. Además a eso tenía que agregar el costo del pasaje de avión.

Otra opción era devolverlo en mismo California, ya que la vuelta es a la noche y podía usar el día para disfrutar algo más San Francisco y evitar las 5/6 horas de manejo hasta LAX, pero por horarios de vuelo y costo (pasaje y valijas), terminé cerrando la idea de manejar y devolverlo directamente allá. Disfrutaré un poco de Santa Barbara ese día o algo en Santa Mónica, ya veré. Seguro el VIP de Qantas, el que usa Latam será visitado.

Como las distancias son largas (mucho tramo entre ciudades), elegí saltear algunas cosas a la ida, para ir haciendolas a la vuelta. No me gustan los trechos muy largos. Solo uno será de 8 horas (día perdido) pero cuando recuerdo el costo de la devolución fuera de California, no me arrepiento.

El itinerario es para que si alguno sabe algo particular, se escuchan recomendaciones.

Los Angeles, Carmel y San Francisco ya estuve, pero el resto es todo nuevo.DSC06452DSC07025

Si alguno le interesa, no solo en Twitter tengo cuenta sino también en Instagram (también @Raspandoelmapa) y seguro habrá historias para compartir (no tan buenas como las de Van Norden seguro)

La valija ya está hecha literalmente hablando.