Es la primera vez que voy a escribir directamente sobre un museo. No es mi museo preferido. En realidad, lo había visitado hacia tanto tiempo, que la imagen que tenía era de algo académico y poco amigable. Hasta oscuro, como me parecieron las pinturas expuestas. Incluso lo recordaba con poca gente.

Como un buen vino, y supongo que con el progreso económico cultural, además de una curaduría excelente, el tiempo le hizo muy bien mi segunda visita fue como ir a un museo totalmente nuevo.

También es real que en 2007 se inauguró una expansión que incrementó el espacio en 50% (mi visita era anterior a esa fecha) y que sucesivos arreglos edilicios han permitido seguir esa ampliación, llegando recién en 2018 a estar totalmente terminada. Cuando uno no ve una pared atestada de cuadros, puede apreciarlos mejor.

Hoy es un gran museo, no solo por las obras, que siempre las tuvo. Hoy se lucen. Es mucho más placentero. Seguramente mi capacidad de percepción es distinta entre ambos extremos de visitas, pero lo remarco por como una combinación de factores propios y externos nos puede cambiar la percepción de algo.

QUE SE PUEDE ESPERAR

Tiene una excelente audioguía, con datos distintos a los escritos en los carteles al costado de las obras y con algo importante: selecciones de obras para recorrer en un determinado tiempo el museo. Si lo respetan, más o menos saldrán sin abrumarse.

Las guías de papel tienen la misma selección de obras pero no indican los tiempos que llevarían, por lo que poseer una audioguía puede ser una buena inversión.

Otro punto a favor es que tienen las muestras temporarias incluidas. En este caso eran dos, una que unía la pintura holandesa y la española, como escuelas paralelas, llamada “Miradas Afines”. Un muestrón. Era increíble ver la calidad de pinturas que se ponían en comparativo lado a lado. Claramente, el lobby para traerse todo para los 200 años funcionó (sin prestar mucho, al menos este año). Esta muestra fue tan importante, que era el único sector del museo donde uno tenía horario de entrada.

La otra muestra era de Fra Angélico, sobre el inicio del Renacimiento en Florencia. Por gusto personal, me resultó menos atractiva, pero se distinguía del resto de las salas igualmente. Celebraba la incorporación hace 3 años de una hermosa imagen de este artista (adquirida en 18 millones de euros, la Virgen de la Granada).

Una actividad que me pareció simpática era el agregado de la percepción de no expertos puesta en distintas obras, casi como comentarios de cualquier red social que se filtraban en el ambiente académico.

Guias y planos gratuitos del museo

También hay una “obra invitada” a la que le dedican especial atención como si fuera una muestra puntual. Se trata de obras de museos afines, que ceden la misma para complementar durante un tiempo la colección permanente, en carácter de estrella. En este caso era una de Goya.

Particularmente, en el caso del momento de la visita, había otra muestra temporaria dedicada a una pequeña colección donada (por Hans Rudolf Gerstenmaier, un empresario alemán) que tenía una particularidad: tenía obras posteriores al nacimiento de Picasso, que según el ordenamiento artístico de los museos españoles, deberían pertenecer al Reina Sofia. Pero con la firma de un acuerdo se salvó la situación.

Guia de visita de la Tienda del museo

Un punto en contra del museo es que no permite ningún tipo de fotos de las obras, salvo en el claustro de los Jerónimos que tiene algunas esculturas de reyes, y en los espacios comunes. Por ello, si gustan recordar lo visto, preparen algunos euros para comprar alguna pequeña guía o postales de las imágenes preferidas. Hay una pequeña guía que pueden comprar al inicio (en lugar de la audioguía) que sale 4.75 y es un buen resumen, que además se llevan a casa (y es muy pequeña)

TIPS GENERALES

Fundamental resulta sacar las entradas anticipadas. En la página oficial, por 0,5 adicionales por ticket (nada frente a las dos horas de fila para entrar) pueden sacarlas (yo lo hice una semana antes). No tienen horario (salvo como en mi caso, para una muestra) y entran directamente sin filas por el otro lado de la entrada principal. Si tienen una parte con horario, acomodan la visita en función de ella.

Ingreso para las entradas online – SIN FILAS!!!

No tiene lugares económicos de comida, por lo que a mi gusto, es mejor desayunar bien, y arrancar la mañana ahí, para el hambre mismo te ponga en ritmo al mediodía, de salir y buscar por Atocha o la Estación del Arte. Recomiendo la bocata de calamares de El Brillante de Atocha (un bar no llamativo, con muchos gritos de los mozos, no siempre limpio en su piso pero donde comí las mejores rabas del viaje)

La Tienda del Museo

Hay una versión de la Mona Lisa sin ninguna persona!!! (del taller de discipulos)

muchas opciones para tentarse

Entrada general: 15 euros, más 50 centavos si la sacan online en forma anticipada, altamente recomendable. Es como tener un pase VIP.

Visita guiada: este servicio se puede conseguir por 40 euros, solo se presta en inglés o español y es horarios fijos, con reserva previa online. Incluye la guía del museo

Horarios: todos los días de 10 a 20 excepto los domingos hasta las 19. Solo cierra 1 de mayo, 1 de enero y 25 de diciembre, y tiene horarios reducidos 6 de enero, 24 y 31 de diciembre (10 a 14)

Entradas gratuitas: lunes a sábado de 18 a 20 y domingos y festivos de 17 a 19.

Entrada combinada: los 3 museos de Triángulo del Arte (Prado, Reina Sofía y Thyssen Bornemisza) por 30.40 euros, válidos por un ingreso a cada uno, con un año de duración del primer uso.

Entrada reducida al 50% para mayores de 65 y familias numerosas

Audioguía: 4 euros la colección permanente y 6 euros si incluye colecciones temporarias.

Recorridos: hay recorridos recomendados en la audioguía o en la página del museo (descargar previamente)

Más información en la página del museo www.museodelprado.es

QUE VAS A ENCONTRAR

El museo es resultado de las colecciones reales a lo largo del tiempo. El poderoso Reino de España en algunos momentos dedicó fuertes recursos a la colección de los gustos reales, apoyando incluso por encargo a pintores de la época, como era usual. Por ello, es fundamental su colección española coincidente con el apogeo.

Estudiando para el post, encontré que la pintura no española (italiana, probablemente relacionada con el arte religioso tan relacionado a la historia española, la francesa y alemana tienen mucha presencia, por una cuestión de relaciones internacionales de cada época. Por el contrario, la británica y holandesa, países en conflicto histórico con España, tienen menor presencia. Quizás por eso tenía mucho valor mostrar la similitud de la holandesa y la española en muestras cedidas y sus similitudes más allá que su competencia.

De las obras hay mucho por ver pero claramente pararse en Las Meninas, La Maja Desnuda, Las Hilanderas, Artemisa y las enormes colecciones de Velázquez, Goya, Murillo, Ribera, El Greco, Tiziano o Rubens. No hay que perderse la delicada Colección del Delfín, un recreo de arte decorativo entre tanta pintura (está en un altillo, así que hay que buscarla).

Este museo fue iniciado destinado a ciencias naturales. Por una de las esposas de Fernando VII, Isabel de Braganza, se transformó en la muestra de pintura de 300 obras inicialmente, que se fueron ampliando a través del tiempo, junto al Paseo del Buen Retiro, donde naturaleza y cultura se llevan de la mano. El Triángulo del Arte (el Thyssen Bornemisza y el Reina Sofia lo completan, pero no habría que dejar la pequeña Caixa Fórum en el barrio) está coronado por este Museo de altísimo nivel. Una verdad de perogrullo.

Otra joyita que se me cruzó en la preparación es la existencia de un libro llamado El Milagro del Prado, de José Calvo Poyato, sobre los movimientos que tuvieron las obras para ser protegidas durante la Guerra Civil Española. Particularmente, las principales terminaron en Ginebra, Suiza, donde se realizó una muestra que tuvo 400.000 visitantes en 1939 como signo de la importancia que ya tenía la colección. Se terminó la misma un día antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, cuando volvió a España. Pueden escuchar el podcast de apenas 20 minutos que presenta el libro, llamado “Historias y curiosidades del Museo del Prado” de SER Historia.

Si fuiste alguna vez hace ya algunos años, no dejes de perderte esta colección de Reyes, digna de un imperio.