La maravilla medieval del Mont Saint Michel

Todos tenemos bien vista la imagen de este monte con la abadía en la cima. Muchos saben que es el segundo lugar más visitado de Francia, incluso antes que el Palacio de Versalles y detrás de la bella París.

Primera foto apenas bajado del bus

es imposible esperar a retratarlo

Las expectativas altas pueden destruir la experiencia. No lo lograron en este caso. Por eso quise salir en tantas fotos!!!

la primera foto

La emoción que me generó al bajar del bus que te acerca desde el estacionamiento y poder ver esa locura medieval en el medio de una nada de arena, sedimentos y agua, la he sentido pocas veces. Quizás algunas cosas se dieron a favor, como verlo con luz de tarde, y con no tanta gente (siempre hay, por supuesto). También puede ser que Normandía me venía anticipando que lo mejor estaba por venir. Fue un shock, de los buenos.

la última foto – con la misma alegría del día anterior

Desde el punto de la organización de la visita, fui un desastre. Supuse que la abadía estaba abierta hasta más tarde, por lo que salí de Saint Malo después de recorrerla por la mañana, e incluso hice un desvío por Cancale, que valió la pena.

Peregrinajes a comienzos del siglo XX

Pero cuando llegué al Monte, no entraban más contingentes a la abadía, por lo que fíjense bien los horarios si no pueden corregir los tiempos posteriores.

Ese error, implicó que al día siguiente, tuviera que volver para visitar la abadía, que era condición personal para raspar el mapa. Lejos de ser una pesadilla.

RECORRIDO DEL PRIMER DIA

Los novios estaban de tour fotográfico

Aprovechando que hay poca gente al cerrar la abadía

Dediqué ese primer día a recorrer bien todo el monte y el pueblo medieval debajo de la abadía, sacando todas las fotos que sé que terminaría sacando, con la ventaja que los grandes tours ya se habían ido y quedábamos los rezagados o los que se quedan a pasar la noche (cosa que por comentarios de amigos que lo hicieron, no es tan tentador por caro y complicado, más allá de que te pueda gustar pasarlo in situ).

Las vistas son increíbles, con o sin agua. Si quieren hacer recorridos por las playas que se forman, es recomendable parar cerca para hacerlo tranquilo en un par de días (hay mucho alrededor del monte, aunque no se vea desde ahí).

Cementerio de la Iglesia parroquial de San Pedro

Todas las construcciones están transformadas en comercios, restaurantes y pequeños hoteles, lo que en sí, no ayuda a transportarse en el tiempo, salvo que, miren un poquito más arriba y eviten esa contaminación visual. Vale muchísimo la pena.

Vista desde la Abadía

Yo volví a Saint Malo donde tenía mi ultima noche, saboreando lo que sería la visita a la abadía la mañana siguiente.

VISITA A LA ABADIA

Lo que había sido un problema, tuvo la virtud que al llegar, subí directamente a la abadía, antes de que lleguen los grupos que vienen de más lejos por el día, sin tentarme por las vistas intermedias, que ya había disfrutado el día anterior.

Entrando a la Abadía

La abadía es una construcción increíble. Solo pensar como fue evolucionando y como llegaron a poner la estatua de San Miguel en el tope de esa aguja sin ningún medio moderno, es impresionante. Les dejo un corto video hecho con un drone para que aprecien las alturas y lo impactante con vista de un profesional https://youtu.be/-rhtVj0gJMU

No van a dejar de recorrer nada de lo habilitado ya que el mismo es en un solo sentido.

Iglesia abacial – Nave principal

La terraza delante de la iglesia principal es impresionante y casi que uno piensa que solo eso vale visita.

Terraza delante de la Iglesia

El detalle del Arcangel San Miguel que corona la aguja de la iglesia de la Abadía

Pero hay otros detalles que la conservación del conjunto permite admirar. El claustro es de una perfección increíble.

Claustro de la Abadía – Lugar de rezo y meditación

El refectorio de los monjes y la sala de huéspedes no se quedan detrás.

Refectorio de los monjes, lugar de comida.

Sala de los huespedes

Cripta de los grandes pilares

Hasta la rueda que se usaba para subir suministros y funcionaba con personas caminando dentro (hasta 3) llama la atención

Las pequeñas maquetas permiten visualizar la evolución.

Salida de la Abadía

Todo el conjunto edilicio es asombroso y merece ser visitado.

Caminatas de marea baja

Vistas desde la Abadía

DETALLES NO MENORES

Los trabajos terminados en 2015, permitieron que las mareas vuelvan a manifestarse fuertemente (los sedimentos se habían acumulado en exceso por trabajos previos mal encarados) y un puente permite llegar al monte en todo momento.

El estacionamiento está a unos 4 kilómetros del monte y los buses están incluídos. Caminar es solo para dar perspectiva, que la pueden conseguir hacer todo el recorrido.

Buses de transporte

algunos prefieren caminar para ir o volver desde el estacionamiento

Se puede pagar algo más para llegar a la manera «antigua»

El monte no cierra nunca.

La entrada a la abadía es aparte.

Detalle del pueblo medieval

Todos los alrededores están llenos de hoteles de todas las categorías y muchas actividades que buscan alargar la estadía. No puedo hablar de ellas, porque como dije, me aloje en Saint Maló y luego seguí a Caen.

Pero nunca pierdan la perspectiva de donde están. Hasta el sándwich en el lugar más lejano les puede dar una imagen imborrable dado que todo alrededor es una llanura que permite el Monte lucirse a la distancia.

Quiche, Orangina y el Mont Saint Michel, no da más de francés

Hasta lo último, el monte te acompaña

17 millas y una yapa

Hace una semana te contaba de Carmel en esta publicación http://raspandoelmapa.com/2018/07/09/home-by-the-sea/ y mencionaba que de ahí había dos actividades entre otras, para realizar: visitar el camino de las 17 millas y Monterey.

Vamos por el camino primero. Se trata de una ruta que une Carmel y Monterey, bajo administración privada. La entrada cuesta USD 10.25 y es solo para autos. No se admiten motos, y los peatones y bicicletas (hay muchos que hacen este recorrido) no pagan.DSC05922

Dicen que tiene exactamente 17 millas y que su punto más famoso, el Ciprés Solitario, está a mitad de camino.DSC05886DSC05880

Este árbol está en un promontorio separado de la costa, pero pegado a ella. Hay un mirador para verlo en forma perfecta de varios ángulos. Dos advertencias: es uno de los árboles más fotografiados del mundo, algo así como la Gioconda de los árboles, por lo que no esperen estar muy solos ni conseguir una foto exclusiva.

De todas formas, es un ejemplar de más de 250 años, muy característico, increíble el lugar donde se desarrolló y vale la pena la parada para disfrutar un momento con otros viajeros. Con suerte, tendrán unos cinco minutos antes de que llegue el siguiente tour.

Pero el resto de camino también vale la pena y es por lo que hay que hacerlo con tiempo. Hay muchos miradores en acantilados, accesos a playas de arena muy blanca y fina, similares a Carmel, casas espectaculares que se pueden ver desde el camino.DSC06015DSC05985DSC05958DSC05876

Un punto muy atractivo y que fue el más me gustó personalmente fue Bird Rock Vista Point. Es una especie de rambla, donde si bien paran muchos para pasar el rato, es tan amplia que podés tener tu momento a solas en algún banco.DSC05928DSC05931

Hay un promontorio muy cerca de la costa, donde los lobos marinos trepan para descansar y desde la orilla se los escucha perfecto y uno con la cámara o un largavistas trata de divisarlos cuando suben, tan torpes como ágiles. Recomiendo pasar un rato descansando por ahí.DSC05890DSC05938DSC05950DSC05955DSC05956

Dado que lo recorrí en sentido Carmel-Monterey, el primer sector es el boscoso y de costas más altas y el final es de playas más abiertas y vegetación baja. Hay además un sector de bosques que se puede visitar (The Crocker Cypress Grove) que estaba temporariamente cerrado por algunas reformas. Suele suceder.DSC05907

Otro punto destacado es Spanish Bay, una playa en forma de bahía con varias paradas que valen la pena, como Restless Sea (donde el mar golpea las rocas y tratás de sacarle a la ola más llamativa), la playa en sí, muy rocosa, pero con muchas aves, y el faro, que está más tierra adentro, pero al que siempre es lindo acercarse.DSC06026DSC05977DSC06015DSC06018DSC06030

Todo este recorrido está acompañado de campos de golf, que se cruzan en el camino (de hecho, hay varias advertencias de cruces a nivel con los carritos) y que incluso llegan a la orilla del mar.

El más reconocido es Pebble Beach, muy cerca de la entrada de Carmel. Ahí ya están preparando todo para el USOpen 2019 que se jugará por sexta vez en esa cancha. Es el que más veces lo ha recibido (va rotando todos los años).

Como el Club House es parte de un resort, se puede estacionar y pasear por el camino que une los hoyos y apreciar las casas y links en forma directa. Si lo hacen durante el próximo año, reconocerán después en la trasmisión los lugares. Vale la pena por la vista.

Además, tiene un bar y restaurant, no extremadamente caro, donde de si la consumición supera un mínimo de USD 35, se puede usar el ticket de entrada del auto para compensarlo como parte de pago.

Hay también un pequeño centro comercial, muy dedicado al golf obviamente, y un pequeño mercado, donde se puede comprar todo lo necesario para almorzar en cualquier lugar del recorrido. La oferta de vinos es lo más importante, así como muchos productos japoneses, por si quieren curiosear.

Cuando se va llegando al final, uno llega al Parque Lovers Point, ya ingresando a Monterey.DSC06043DSC06033DSC06031

Desde ese momento se puede apreciar la diferencia entre Monterey y Carmel. El primero es un puerto pesquero básicamente y el segundo un balneario de hermosas playas. Por eso es que Monterey se ha ido transformando de una enlatadora de pescados en un base de descanso para visitar este tramo de la Ruta 1, incluso hasta Big Sur.

El Canery Row es el sector de las viejas procesadoras de pescado, que fueron quedando obsoletas y que se transformaron en un acuario (que no visité) que dicen muy recomendable para chicos, comercios de los más diversos gustos, y hoteles de todas las categorías posibles.DSC06050DSC06057DSC06054DSC06051DSC06059DSC06065DSC06071

Es una ciudad para pasear tranquilo, entretenerse con la oferta gastronómica y si uno prefiere gastar menos, definitivamente alojarse en alguno de los hoteles más alojados de la costa. Las distancias son cortas, el transito es totalmente manejable y Carmel por la ruta directa está a menos de 5 millas.

Justo el día que pasé por la tarde había un mercado, de los que crucé muchos en este viaje, donde te podés mezclar con los locales, que salen a disfrutar del buen clima, comer algo distinto a lo habitual, y tomar unas cervezas con amigos.

Por suerte, viajar sin tanta planificación ajustada, te permite salir del cronograma sin atrasarte y disfrutar.

Home-by-the-Sea

Carmel-by-the-Sea, como es su nombre oficial, es un pequeño pueblo de menos de 5000 habitantes, que sirve de balneario para gente de muy buen poder adquisitivo, sobre la imposible Ruta 1 (imposible porque en dos visitas a la región, nunca la pude recorrer, incendios y derrumbes mediante).

De hecho, llegué por la 5 y 101, donde el desierto, cigüeñas petroleras y algunos viñedos fueron parte del paisaje.

Es una joyita junto al mar, que puede servir como base para recorrer el área (Monterey, que es una opción mucho más económica, Point Lobos y el camino de 17 millas, incluso para explorar Big Sur).DSC06076

Además posee una de las playas más lindas, Carmel Beach, de arena bien blanca y fina, que invita a pasar el día y disfrutar de unos atardeceres de ensueño.DSC05627DSC05625DSC05623DSC05618DSC05620DSC05636

Siempre se desarrolló como una zona de artistas que van a establecerse para desarrollar su arte, por lo que hay muchas galerías y lugares de decoración.

Además, Clint Eastwood fue su alcalde en 1986, lo que le otorgó un poco más de notoriedad entre los numerosos puntos atractivos de la costa californiana.

A partir de la playa, el pueblo se desarrolla en pendiente y su calle Scenic Drive permite ver esa primera línea de edificación, lujosa, pero sin dejar de mostrarse.DSC05780DSC05727DSC05703DSC05692DSC05656

El punto final en Carmel Point, la punta sur de la playa, donde la vista y atardecer hacen las delicias del caminante.DSC05667DSC05680DSC05664DSC05661DSC05660DSC05656

Hay incluso una casa diseñada por Frank Lloyd Wright, la Clinton Walker HouseDSC05648

Más allá del Carmel Point, aparecen otras playas que están acompañadas por más vegetación del parque Carmel River.DSC05699

Al caer la tarde, se arman fogones en la playa.DSC05763DSC05765

Volver caminando por las calles internas permite descubrir otras casas hermosas, de nuevo, sin exceso de ostentación, pero con detalles que permiten palpitar buena vida.

La noche es tranquila, pero el centro tiene muchas ofertas gastronómicas y es otro de sus puntos fuertes con respecto a Monterey.

Pegado a la ciudad está el camino de las 17 millas, pero eso será parte de un post propio.DSC05880

Da toda la impresión de ser un lugar donde todos se conocen y no hace falta ocultarse con altos muros y de paso, a los visitantes, nos permite disfrutar un poco de un lugar muy particular.DSC05730DSC05735DSC05737DSC05741DSC05746DSC05749DSC05767DSC05773

Praga, la ciudad de los detalles

Alguien me pidió una publicación sobre Praga y en cuanto me puse a repasar las fotos, me di cuenta que es imposible hacerlo en una sola.

No es una ciudad grande de las que requieren mucho traslado para ver cosas. Salvo por el Castillo y la zona de la Torre Petrin, que requieren subir colinas (y se puede hacer por medios de transporte si lo desean), está todo a distancias pequeñas, pero tiene una concentración de detalles, que caminar se hace lento.

Hay que estar constantemente mirando hacia los costados, a las ventanas, los frentes de los edificios o a la distancia para poder ver alguno de los puntos conocidos lucirse.

No es como París que sus boulevares fueron diseñados para que la ciudad se presente armoniosa y bella, en forma pareja. En ese caso solo hace falta subir al Arco del Triunfo para ver como se dispara la ciudad en distintos sentidos.

Praga tiene vueltas y caminarlas te permite ir descubriendo nuevas sensaciones.Praga382Praga420Praga421Praga072Praga053Praga075

También tiene alturas naturales o construídas que he hacen ver lo mismo que a nivel de la calle, con otra perspectiva hermosa que se le agregan: sus tejados.praga208-1praga109-1

Ciudad muy cultural, donde los conciertos en cada iglesia o en la calle, te hacen transportar en el tiempo, porque todo es muy clásico.

No todo es de tiempo atrás, ya que aun habiendo estado tras la Cortina de Hierro, nunca perdió la necesidad de explorar nuevos rumbos artísticos. Sinceramente, esas instalaciones que aparecen por doquier, no desentonan con el clasicismo de la ciudad. Lo hacen resaltar y hacerla sentir una ciudad viva.

Por suerte, tiene un río, el Moldava. Esto hizo que el Rey Carlos IV en 1357 mandara a construir un puente en reemplazo de otro arrastrado por inundaciones. Ahí nació el Puente de Praga, hoy Puente Carlos, que durante 500 años fue el único que unía ambas partes de la ciudad. Tiene 30 estatuas y 16 arcos, todo en piedra.Praga538Praga597Praga613Praga638Praga049

Uno puede pasar varias veces al día por ahí y no dejarse de maravillar por los conjuntos que adornan ambos lados y las vistas que permite de la ciudad.Praga037Praga038Praga039Praga017Praga018Praga021

También a sus alrededores hay restaurantes, espectáculos y millones de turistas.

Seguro todos tocamos las partes de bronce que resaltan, para poder volver o algo así. Las de piedra ennegrecida por el hollin no permiten sacar buenas fotos amateur, pero aseguro que son más lindas así creo. Además, te obligan a visitarlo a distintas horas del día para verlas con distinta luz en cada momento.

En una de las márgenes está el distrito del Castillo y Malá Strana (barrio pequeño)

La subida al Castillo (o bajada si prefieren el impulso de la colina) está repleta de hermosas embajadas, siendo la más importante para mi, la Alemana, ya que en sus jardines, empezaron a refugiarse los alemanes orientales que iban de “vacaciones” a Praga y pedían el exilio ahí. Fue donde comenzó a caer el Muro de Berlín, por la tensión política que generó. La población le empezó a encontrar la vuelta.Praga253Praga256Praga258Praga264Praga275

Tambien en el camino se encuentran con la Iglesia de San Nicolás.

El Castillo está precedido por una plaza, donde está el Palacio del Arzobispo.Praga287

Adentro, como ya se distingue de afuera, se destaca la Catedral de San Vito, de estilo gótico.Praga289Praga302Praga313Praga338Praga336Praga354Praga364

En ella se distingue el tesoro de plata maciza que contiene los restos de San Juan Nepomuceno, patrón de Bohemia, martir que fue asesinado arrojándolo del Puente Carlos.

Además algunos museos, como el Convento de San Carlos

También se distingue la torre de la Polvora (la izquierda mirando de frente la fachada de la catedral) y el callejón de oro, donde los alquimistas trataban de realizar su ciencia.

En Malá Strana me gustaron un par de cosas. La Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria (Panny Marie Vitezna) donde está el Niño Jesús de Praga, que mi madre me volvería loco si no iba.

También escondido en una casa que no llama la atención, esta el jardín Vtrba, al que se entra por un pasaje y uno encuentra un jardín que escala la colina y permite unas vistas como si estuviera en un altillo.

Mas lejos está la colina Petrin, a la que se puede subir por un funicular. La torre en su cima es casualmente muuuuuy parecida a la Eiffel, pero mucho más pequeña. De todas formas, las vistas desde arriba son increíbles.praga077-1praga070-1praga121-1praga113-1praga106-1praga102-1praga101-1praga092-1praga080-1

Siguiendo el camino para bajar, uno llega al Monasterio de Strahov (STrahovsky Klaster), cuyo principal atractiva el su biblioteca barroca (debió ser restaurada por un incendio), de la que no se pueden sacar fotos, pero merece la visita.

Del otro lado del rio Moldava están la Ciudad Vieja (Stare Mesto) que incluye el barrio judío Josefov, y la Ciudad Nueva (Nove Mesto)

Empiezo por la Nueva. Ahí se encuentran Ginger y Fred.

Este edificio diseñado por Frank Gehry, originalmente llamado Casa Danzarina, es un edificio de oficinas y tiene un restaurante arriba (al que no fui)

En la plaza Carlos se destaca la Iglesia de San Ignacio de Loyola.

Acercándonos a la Ciudad Vieja, nos cruzamos con la Plaza de Wenceslao, con el Museo Nacional en su parte más alta.Praga516 - copiaPraga521 - copiaPraga504 - copiaPraga505 - copia

Toda esa explanada ha sido foco de las manifestaciones contra los distintos gobiernos, comenzando en la estatua de San Wenceslao, Patron de Bohemia.

Además es el centro comercial y financiero de la ciudad.

Llegamos finalmente a la Ciudad Vieja.Praga564

Ahí el foco es la plaza medieval, que tiene la iglesia de Tyn, a la que se ingresa por el costado ya que por delante hay un edificio.praga225-1Praga562Praga547Praga551Praga558

En la otra punta, está la torre del reloj astronómico, que en 2018 está en refacción. Este reloj es un show en sí mismo, ya que al dar las horas, aparecen las figuras de los 12 apóstoles. El mecanismo completo es complejo y detallado.Praga625praga197-1praga193-1praga195-1praga190-1praga201-1praga204-1praga208-1praga207-1praga212-1

Se puede subir a esta torre y se tendrán otras hermosas vistas, más cercanas, de sus tejados y edificios de alrededor.

Hay cosas que no se pueden obviar en la visita al momento de comer: jamón de Praga, crepes y cerveza pilsner.

Habrá más detalles para otras publicaciones futuras, especialmente sobre el Castillo y las iglesias.praga217-1praga259-1praga296-1praga292-1praga300-1

Y les dejo un video que resumen algo de las sensaciones de esta ciudad: una orquesta al aire libre en el Castillo

Salzburg, de Mozart a la Novicia Rebelde

Pongan la música que quieran, esta pequeña ciudad ha sido más trascendente en nuestra vida en forma directa o indirecta. Ciudad natalicia de Mozart, el de Rock me Amadeus, hasta el musical que te arranca una sonrisa, cuyo nombre original se identifica mejor: El sonido de la música.

 

Lejos fue de ser la mejor visita planeada. Venía de Munich y lo que sería hora y media de viaje por autopista, se transformó en una odisea de 7 horas, ya que producto de lluvias que ya llevaban 10 días, desbordó esa mañana un lago, cortando la misma.

 

El GPS (año 2013, no estaba aun Waze) me reenviaba por cualquier ruta lógica hacia adelante, que estaban todas cortadas. Paré en un hotel donde me dieron un mapa, ya que la radio en alemán, idioma que sé poco, no me ayudaba.DSC07038

Ahí vi que había un lago río arriba y apunté hacia allá. Cuando llegué a un desvío por puente cerrado, se me heló el alma. Me acerqué como todos los conductores y pregunté Salzburg? Jainenmentermermlauken seeausgantur Seebruck (de toda la frase, logré captar ese nombre, que era uno de los pueblitos que había leído. Supuse que tenía que ir para allá, pero imaginen el tránsito de una Autobahn de 3 carriles desviados a una ruta mano única.

Llegué deshecho a Salzburg y en mi B&B me habían dejado una nota en la puerta que adiviné que tenía el código para abrir y entrar solo (ya era casi noche y tenía front desk hasta el mediodía). Caí literalmente y me fui de cabeza contra la pared. Mal. Chichón digno.

Aun así, volvería a Salzburg. Opté por eliminar visitas a algunos lugares y pasear por la ciudad y el castillo.

Su centro histórico (Allstadt) está protegido por la UNESCO. Tuve que recorrerlo debajo de una llovizna permanente, y en la soledad que genera el mal tiempo.

 

En él está la Catedral (Dom) consagrada en 1628.

 

En la plaza al costado, la Kapitelplatz, está la escultura Spherae, un globo terráqueo dorado con un hombre encima, que en su modernidad le da un lindo toque a la misma (de hecho, atrae mucho la vista desde cualquier lado de la ciudad)

 

Del otro lado, está la Residenzplatz, donde esta el Neue Residenz palace, hoy museo de Salzburg, uno de los pendientes. De la plaza se destaca además la Fuente de Titron

 

Lo mismo me paso con la casa de nacimiento de Mozart (Mozart Geburtshaus)DSC07173

Mirabell, el palacio donde DO RE MI acontece, es un palacio de un Arzobispo, que no se puede visitar salvo que uno vaya a un concierto en el Marmorsaal, donde también llegó a tocar Wolfgang. Los jardines son de manicuría. También se encuentra la sede del Mozarteum.DSC07148DSC07144DSC07139DSC07125DSC07130DSC07124DSC07147DSC07123

También se encuentra la fuente de Pegaso, otra protagonista de DO RE MIDSC07132

Y el baño de caballos (Pferdeschwemme) aparecía en My favorite things.DSC07179

Seguro los expertos saben de algunos lugares más.

Terminé la jornada en el Tomaselli caffe (hay un Sacher que deje para el original en Viena) donde la especialidad es el apfelstrudell con crema. Seguro Mozart estuvo ya que es de 1705.

 

Al día siguiente hice un nuevo paseo por el centro, con un poco más de movimiento por las ferias que siempre se encuentran en Europa.

 

El resto de la visita fue dedicada a Festung Hohensalzburg. Un castillo en óptimas condiciones, que tiene más de 900 años y está en lo alto, cuidando la ciudad. Se puede ir caminando o en funicular.

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En la visita se puede conocer como fue creciendo desde 1077 hasta ahora.

Su aspecto actual es de la expansión entre 1495 y 1519.

 

Para algunos sectores más privados como el Salón Dorado, se va con guía.DSC07307

Se pueden ver también algunas marionetas típicas de la época y tan identificadas con la ciudad.DSC07271

Las vistas son impresionantes de todos los alrededores y se entiende como fue elegido el lugar de la fortaleza.

 

La ciudad cuenta con muchos rincones que hacen honor a su fama. Todos inconvenientes para llegar, no hacen más que planear la próxima visita.

 

La monona Hudson y la histórica Hyde Park

Durante la semana salieron en no sé que intercambio de tweets con @Nyagain y @Majogm, los nombres de estas dos pequeñas ciudades. Majo conocía Poughkeepsie (a mi me interesó más Hyde Park, muy pegada) y ninguna conocía Hudson.

Ambas ciudades están en el valle del río Hudson, el mismo que termina rodeando Manhattan por el oeste.

Las visité en 2017 terminando un recorrido por Nueva Inglaterra y Nueva York y fueron los últimos puntos que visité.

Entre ambas hay corta distancia (1 hora en auto) pero como mi avión salía temprano por la tarde prefería estar a una distancia más prudente y termine la última noche en Poughkeepsie, por más que es mucho más pintorezca Hudson.

Hudson

Es una pequeña ciudad que los neoyorquinos usan mucho para escapadas de fin de semana. Tiene buenos restaurantes, muy relajada, muchas galerías de arte, algunos barcitos y negocios de decoración, antigüedades y moda.

Los delicatessen y vinerías son una visita obligada en cada caso.

Cuando digo relajada, es muy tranquila. La gente casi ni se ve por la calle.

Se puede hacer trekking en zonas cercanas (las montañas Catskills) y navegar por el río. Recorrer el centro lleva apenas un rato.

Yo elegí parar en un Bed and Breakfast de un matrimonio coleccionista de muebles ingleses. Impresionante la atención individual y dedicación, con libertad para moverse por esa magnifica casa. Se llama Inn at 34 y me tocó la King Room (es política de este autor que el último hotel merezca la pena ser recordado como sabor final del viaje)

Además, como me alojé domingo y lunes, la segunda estaba completamente solo y me prepararon desayuno a mi gusto. Nunca califique un lugar tan alto en Booking.

Ellos me pusieron al tanto de la principal atracción del lugar que es Olana.20170924_122637

Se trata de una mansión ecléctica, mezcla de victoriana y persa, con un enorme parque alrededor, que perteneció a Frederic Church, uno de los principales pintores de la escuela del Hudson. Lo interesante de la visita es como fue armando su casa, con pertenencias de numerosos viajes y al mismo tiempo, entender como podía vivir un artista exitoso (que doy fe, no conocía hasta ese momento). Dicen que es uno de las casas de artista mejor conservada en EEUU.

La visita es muy interesante, ya que los voluntarios responden todas las preguntas y los grupos son chicos para mantener el lugar en condiciones (los tours son en ingles, no se puede ingresar solo y es muy conveniente reservarlos con anticipación por la misma limitación)

El parque mismo es muy interesante, especialmente después de entender la dinámica de los gustos del pintor. Las vistas eran inspiradoras de esta escuela, que es paisajística y el río Hudson, su valle y las cadenas montañosas que la rodean, daban mucha inspiración.

Hyde Park

Mucho más cerca de Poughkeepsie (se pronuncia pogkipsi) está la zona llamada Hyde Park, como el parque de Londres. Se puede visitar desde cualquiera de las dos. La primera parada la hice luego de Olana y la siguiente cuando ya me dirigía hacia Poughkeepsie, ya que me llevó casi todo el día de lo interesante que resultó.

La primera parada fue una de las mansiones que los Vanderbilt tenían en la zona (la otra es en Newport que era la principal fuera de Nueva York). Esta era apenas para una veintena de invitados y era para descansar principalmente de la intensa vida social de la ciudad. Por eso esa “poca” capacidad de alojamiento.DSC03831

Esta residencia de 54 habitaciones fue terminada a finales del siglo 19 y tenía calefacción central, plomería y electricidad a través de una pequeña central hidroeléctrica. También contaba con una parada del ferrocarril (Vanderbilt era el dueño) por lo que llegaban en su propio tren desde NY.

El costo actualizado de su construcción se estima en 500 millones de dólares.

Como el Sr. Vanderbilt no tuvo herederos directos y las fortunas se vieron afectadas por la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, se puso en venta pero aun cuando su precio bajaba, nadie la compraba por el costo de mantenimiento.

Fue allí que el Presidente Roosevelt, vecino de la zona, ofreció comprarla por 1 dólar y transformar sus parques en lugares públicos. Así fue como terminó en la órbita de los Parques Nacionales.

La visita a la mansión fue rara en mi caso, porque estaban terminando tareas mayores de mantenimiento (de lo que fui advertido antes de pagar) pero los guardaparques se matan explicando como luciría.

La casa no se puede visitar sin guía, que son en inglés pero valen la pena. Aun cuando la de Newport (llamada The Breakers) es impresionante, esta casa y su hermoso parque valen la pena.

Roosevelt

La segunda visita, que me sorprendió totalmente, fue a la casa de Franklin D. Roosevelt.

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Casa de FD Roosevelt

El único Presidente norteamericano por 3 términos (murió durante el tercero) y líder durante la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, venía de una familia millonaria (por ello era vecino de Vanderbilt) y en su vida privada no fue muy prolijo.

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Biblioteca Presidencial

El predio contiene su casa de infancia que se transformó en la matrimonial, donde vivía él y su madre (la Sra Eleanor se mudó a una propia al tiempo), la Biblioteca presidencial (una especie de  museo de sus pertenencias con muestras temporarias sobre temas de su presidencia), un hermoso y enorme parque y un edificio con cafetería y auditorio. Aparte se abona la entrada a la casa de Eleanor Roosevelt, mucho más modesta pero llena de historia.

Todo vale la pena.

Uno aprende fácilmente sobre la evolución de la presidencia en la biblioteca. Y la muestra que me tocó fue el (mal) trato a la colonia japonesa durante la guerra y como esto provocó problemas maritales incluso.

Si gustan de la historia de la Guerra, es infalible la visita.

La casa principal se visita solo con guías (realmente buenos todos, no me canso de decirlo) y cuentan los vericuetos de las reuniones que tenían lugar ahí, ya que FDR pasó mucho tiempo durante la guerra ya que debido a su enfermedad se sentía más cómodo fuera de la vista de otros políticos. Al costado está enterrado él en un jardín y las fotos de su funeral estremecen pensando en el momento que ocurrió (antes del fin de la guerra)

FDR parece que era muy simpático y comprador y eso lo llevó a ciertos deslices matrimoniales, además que la casa al ser administrada por su madre, hizo que la Sra. Eleanor no se sintiera tan a gusto.

Así fue que a un par de kilómetros se construyó su refugio, en el que siguió viviendo después de la muerte de su marido. Ella fue muy participativa durante y después de la presidencia de FDR, al punto que JFKennedy fue a pedirle su apoyo para poder ser el candidato, el que le otorgó.DSC04120

Conocer la historia de la Sra. Roosevelt (que fue embajadora en las Naciones Unidas) y su trascendencia es impresionante y movilizante. Y ver donde tan simplemente se movía y la importancia de como organizaba sus reuniones, su simbología, realmente me conmovió.

Algunas frases de la Eleanor (pónganlas en el contexto de una dama de los 50&60)

  • La filosofía de cada persona no se denota de sus palabras. Está mejor expresada por sus decisiones
  • Es más inteligente tener esperanza que miedo, tratar que no tratar. Nada ha sido hecho por aquellos que dicen “no se puede hacer”
  • El valor es más excitante que el miedo y a la larga es más fácil
  • Donde comienzan los derechos humanos universales? En pequeños lugares, cerca de ti, tan pequeños y cercanos que no se pueden ver en ningún mapa del mundo
  • Lo más importante en una relación no es lo que consigues sino lo que das

 

Finalmente llegué a Poughkeepsie. El único y principal atractivo que le encontré a la ciudad en sí es un puente ferroviario que se incendió y fue transformado en pasarela-parque. Se lo usa mucho para correr y andar en bicicleta. Cierra al anochecer pero las vistas que tiene del río son muy lindas.

Tambien para los amantes de la cocina hay una sede del The Culinary Institute of América, con restaurantes para probar comida de futuros chefs y cursos cortos (no baratos eso si)

Nantucket

En el año 2006, en mi primera visita a la zona de Nueva Inglaterra, visité Cape Cod, que es la zona de veraneo cercana de la gente de Boston. Es como los Hamptons para los neoyorquinos. La diferencia está que en Boston se consideran más aristocráticos y el poder y el dinero de Nueva York es contraatacado con clase e historia (se jactan de ser los reales descendientes de los primeros colonizadores). De hecho, cerca del puerto que lleva a la isla está la casa de los Kennedy.

Más allá de estas tertulias, esta isla rivaliza también con Martha´s Vineyard y entre ambas atraen cantidades de gente por el día, por pequeñas temporadas y principalmente, fines de semana, donde se va a descansar o de invitado a una de las numerosas bodas que se realizan allí. Por ello, primer consejo, para bajar el costo, eviten los fines de semana.

El lugar también es nombrado en la novela Moby Dick, ya que además fue un puerto ballenero en otras épocas. De la misma queda un Museo Ballenero en el puerto.

Esa primera visita fue tan espectacular, que a pesar de ser en invierno y limitarla al pueblo de Nantucket (donde llegan los ferries), me propuse quedarme al menos un par de noches para disfrutar de los rincones más alejados. Las fotos son de la última visita, ya que la primera fue en era no digital y esta fue más amplia.

La oportunidad se dio en 2017 cuando recorrí algunos rincones de Nueva Inglaterra luego de estar unos días en Nueva York.

Para llegar hay tres alternativas. Avión, ferry lento para llevar auto o catamarán. Opté por la tercera, ya que alquilaría una bicicleta una vez en la isla.

El puerto es en Hyannis, en Cape Cod. Tienen muchos horarios, se usan para trasladar turistas y trabajadores, ya que la isla es cara para vivir y muchos van y vuelven diariamente (es un trayecto corto). El auto se puede estacionar en un parking de la compañía (tiene costo) e incluso lo deje con una valija (ya había comprado bastante en los días de NY).

Es muy normal que haya bruma, pero eso no hace que el viaje sea placentero y para sacar fotos de la costa.

La llegada a la isla coincidió con el atardecer, que tuvo unos colores increíbles, que hacían lucir el faro y el puerto.20170913_183955

De ahí al hotel, ya que los alojamientos en la zona del puerto aun en días de semana, por ser verano aun, eran algo elevados. Opté por el Nantucket Inn en general no pongo los hoteles, pero este tenía algunas características muy buenas: pileta cubierta, desayuno incluido, frente al aeropuerto (se veía la plataforma comercial desde la terraza), excelente atención, muy tranquilo y transporte gratuito desde y hasta el puerto cada media hora prácticamente todo el día.

Si bien hay algunos lugares en las afueras, para cenar lo mejor es ir al puerto y aprovechar. No hay muchas opciones pero hay algunos pubs con ambiente y muy buena comida sin morir en el intento. Hay lugares muy buenos pero más del estilo romántico caro (como es el target de la isla en general). Opte por el Back Yard BBQ. Otra opción, muy valida para el día, es aprovisionarse en el Stop ana Shop, un supermercado muy preparado para armar picnics en la playa. También en los rincones más lejanos se encuentran barcitos para tomar café, comer algo al paso o reforzar el picnic.

A la mañana siguiente me trajeron la bicicleta al hotel, me cobraron con tarjeta y me indicaron donde dejarla atada al final (dentro del hotel, en un estacionamiento) y que ellos pasarían a buscarla al final del lapso. Impecable servicio así como la bici.

La isla tiene 20km de largo y en ambas puntas hay lugares lindos para hacer. Para recorrer todo hice 60km en el día. Fui a ambas puntas y al día siguiente hice bien el puerto y las playas más céntricas. También hay algún transporte público y taxis. O se pueden alquilar algún auto, moto o buggy. Es un lugar para pasarla bien y recorrer. Si les gusta ver casas y playas, es ideal.

Las casas son mayoritariamente de madera, de tonos grises por el paso del tiempo o pintadas mayormente de blanco. Tambien hay de ladrillos rojos. Todo depende de la epoca a la que pertenecen. Son espectaculares. Los jardines son mantenidos a nivel de competencia para que luzcan. Hay muchos detalles. Piensen que una casa termino medio bien ubicada está arriba de 10 millones de dólares.

La primera parada fue Siasconset, que es un lugar histórico, de hermosas casas, una linda playa. Tiene la particularidad de ser el lugar más cercano a España y Portugal de EEUU.

Un detalle es que mucha gente deja el calzado al entrar en la playa. Impensado en otros lugares.20170914_110128

La isla está llena de bicisendas. Es bastante plana pero tiene algunos lugares con ondulaciones, que al final del día se sienten.

Hacia el oeste se llega a Madaket. El paisaje es algo distinto. Las casas son algo menos pintorescas pero más abiertas a la vista. Hay más calles de arena (lo aclaro por la bici, tiene que ser mountain bike) y vale la pena la visita también. Conviene ir a la tarde dado que está hacia el oeste. Si la bruma lo permite, tendrás atardecer sobre el Atlántico.

El centro es otra joya, la concentración más memorable de historia de la isla. Las calles aun son de adoquines (y muy desparejo). Una característica muy particular son las terrazas sobre los techos a dos aguas.

En la playa que se ve al entrar al puerto, hay un parador donde almorzar. Son un poco más sucias por haber más algas, pero es muy linda para caminar, ya que hay unos pequeños acantilados que dan otro paisaje.

Los comercios son mayormente de indumentaria (los dos extremos, cara o barata), joyería, arte, decoración y recuerdos.

No me canso de recomendar una visita a la isla, de la forma que puedas. Como siempre digo en estos lugares pequeños, si se pueden dar el lujo de una noche al menos, la experiencia es totalmente distinta. Si no, concentrarse en la zona de puerto y cercana, es una experiencia totalmente válida.

Rothenburg ob der Tauber

Chateando en estos días sobre la Ruta Romántica con otros fanáticos de Alemania, me surgieron ganas de escribir sobre ella a partir de comentarios y recomendaciones.

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la foto más famosa de RODT

 

Tuve la oportunidad de estar dos veces. La primera en 2013 en un recorrido por Alemania y Austria. Fue de paso como la gran mayoría de los que transitan la inagotable Ruta Romántica. La verdad que en ese armado no había tomado tan en cuenta ese recorrido y fue casi lo único que hice de la misma. Me hechizó tanto, que me prometí volver y quedarme por lo menos una noche para verla cuando los contingentes siguen viaje. Se dio en 2016 y fueron dos noches, ya que además, al encontrar una hermosa posada a buen precio, la usamos de base para recorrer otros puntos de la ruta.DSC04685DSC04584.JPG

Realmente se le puede dedicar un día completo. Es tan bella, que tiene además de su historia arquitectónica, una historia de rayo de luz en el medio de la tragedia de la Segunda Guerra Mundial. Cuentan que los aliados, al momento de capturarla en 1945, dieron la orden de bombardearla. Pero la madre de un militar la había visitado y le había contado de su belleza. Este militar norteamericano (John Jay Mc Cloy según Wikipedia), recordando esto, intercedió para que se le pidiera la rendición antes de ese ataque. Por suerte, el militar alemán a cargo de las tropas de la ciudad, no dudó en rendirse sin batalla. Por ello, además de bella, esta joya medieval es tan original que no debió ser reconstruida.DSC04745.JPG

Es una ciudad amurallada. Lo primero que pasa es que uno puede ingresar con el auto y circular en algunas calles específicas, y atravesar esas pequeñas puertas pensadas para otro tipo de carruajes es como entrar en otra dimensión.DSC04578.JPG

Toda la construcción dentro de las murallas es increíble. Se mantiene perfecta en todos los aspectos y uno puede caminar con una sonrisa de oreja a oreja.DSC06548DSC06471

El ayuntamiento es una de las tantas bellezas que verán. Se puede subir a su torre y ver esos tejados tan característicos de la época y tener una hermosa perspectiva desde el centro mismo.DSC04714.JPG

DSC06559DSC06576DSC06567La muralla es otro punto a recorrer. Además de ir obteniendo pequeñas postales a través de sus espacios para defensa hacia el exterior, la posibilidad de ver las casas desde su parte interna es increíble.DSC06536DSC04681DSC06517

EDSC04687n Rothenburg todo el año es Navidad. Hay varios comercios especializados en adornos navideños, que si bien no son del todo baratos, es imposible no tentarse al menos con pequeños recuerdos. Es enorme la variedad y uno se transporta no importa en que época del año estamos.DSC06504

Como en toda Alemania, hay iglesias. Si bien no son su característica más saliente, vale la pena la visita.DSC04723.JPG

El Burggarten es otro de los puntos que realmente cambia con el pasar del día. Es un hermoso jardín en una saliente de la ciudad, cuidado perfectamente. Pero al atardecer, cuando esa cantidad de turistas que están de paso parten, gana en tranquilidad, que se suman a los cambios de luz del atardecer y se pueden disfrutar casi en soledad las vistas de la muralla que tiene gracias a su ubicaciónDSC06487DSC04615DSC04633

Ya sobre el río Tauber que pasa a su costado, hay un bar donde ir a tomar un rico vino blanco alemán o una cerveza y descansar antes de la cena en el medio de un inigualable bosque. Gaststätte unter den Linden se llama (restaurante bajo los tilos). DSC04894.JPG

Las vistas desde afuera de la ciudad también valen la pena rodear la ciudad para apreciarla en forma totalmente distinta.

Un dulce típico de la ciudad son las schneeball (bolas de nieve), que son una bola de masa quebrada, a veces rellena de mazapán y originalmente cubiertas de azúcar impalpable. Hoy tienen muchas variedades de glaseado y también sin mazapán. Casi imposible no encontrar una de tu agrado.DSC04668DSC06547

Un pequeño descubrimiento fue un restaurante, donde no me mataron en precio, se come bien y tiene una decoración que uno siente algo del medioevo. Fui en ambas ocasiones. Se llama Zum Pulverer y está apenas saliendo del Burggarten.DSC06485DSC04642DSC04732

Sea de la forma que sea, si estás cerca, esta ciudad es imposible de saltear. No te la pierdas. Pero al programar, imaginá como se vive de noche.DSC04608DSC04645DSC04653

Primer joyita: Dresden

Todos tenemos grandes ciudades favoritas, que en una primera visita a Europa o EEUU casi no se nos ocurre no visitarlas. Nueva York, Boston, Chicago, Londres, París, Roma, Berlín o Madrid podrían estar en esa lista rápida. Pero dependiendo de como uno organice los traslados, a veces podemos incluir algunas ciudades más pequeñas y menos renombradas, que en esta sección mi intención a ayudarte a conocerlas.

Uno de los países que más me ha impactado en todo sentido es Alemania. Lamento no haber llegado a conocerla antes de la reunificación, o apenas sucedida. Pero hay lugares que te dan pistas de los cambios.

La primera vez que la visité fue en 2011 en mi único “Full Train-trip”, que arrancó en Praga y terminó en Londres. De Praga camino a Berlín, muchos pasan el día por Dresden. Incluso algunos la hacen por el día haciendo un ida y vuelta rápido desde cualquiera de estas dos. Yo de entrada decidí hacer un par de noches ahí, aprovechando un muy buen precio en un hotel que recién abría y por lo tanto, sus tarifas trataban de atraer a sus nuevos visitantes.

Dresden es conocida como la joya del Elba, por el río que la atraviesa. De un lado, el más visitado en esas paradas cortas, quedan muchos de los puntos turísticos, pero del otro, hay recovecos y situaciones que vale la pena recorrer.

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Fue sede del soberano de Sajonia en el siglo 15 y de esa época quedaron muchos edificios y tesoros.

Pero en la Segunda Guerra Mundial, aun sin muchas explicaciones consistentes, fue arrasada por un bombardeo aliado en febrero de 1945. No era un centro industrial ni militar que justificara bajo ningún aspecto semejante ataque.

Quedó desvastada

Luego, quedó en lo que sería durante décadas República Democrática Alemana o Alemania Oriental.

Muchos de esos monumentos y tesoros quedaron sin restaurar. Su principal plaza, a unas pocas cuadras de la estación de trenes comenzó a trastocarse en edificios de hormigón de clara inspiración soviética, incluyendo el Palacio de la cultura (Kulturpalast Dresden). Otros quedaron totalmente condenados a un ostracismo de décadas.

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Llegó la reunificación alemana. Y había que revivir esta ciudad histórica.

Reconstruyeron su principal iglesia, FrauenKirche, con los mismos elementos que Alemania Oriental había dejado derrumbados como monumento para mostrar la barbarie aliada. Eso termino en 1995 (6 años después de la reunificación, para que tengan dimensión de la velocidad de la tarea)

Volvieron a renacer esas demostraciones que iban contra los conceptos que sostenían los anteriores gobernantes. Restauraciones paulatinas pero continuas. Todo esto pasó en esos primeros 25 años de reunificación. Trabajo imposible de imaginar sin una monumental tarea de planificación.

Y reaparecieron los visitantes, primero alemanes seguramente. Pero tímidamente los extranjeros. Y lo que pude vivir en los lugares menos turísticos fue ese cierto temor y recelo de aquellos que se criaron en un ambiente comunista y de pronto, tuvieron que aprender que el capitalismo había cambiado sus vidas (viste Good Bye Lenin, es una comedia que retrata el impacto de ese cambio).

Personas de 40 años, habían pasado su adolescencia con unas creencias que de golpe les habían cambiado totalmente, en forma arrasadora. Mucho de los más jóvenes se habían mudado a la parte occidental. Pensá que cuanto mayor es la persona, más difícil es un cambio cultural tan drástico, más allá de su deseo. No lo había experimentado nunca! Si tantos años después lo podía palpar, lo que debe haber sido más cercano a la caída.

Y parte de la ventaja de esta ciudad para ver estos cambios es su tamaño mucho menor a otras y en cierta forma que aun había estado fuera de los circuitos turísticos.

Además de los lugares más reconocidos como el Neuemarkt, centro histórico totalmente reconstruido y de estilo barroco, la Semperoper, el viejo teatro de ópera, el Zwinger, un palacio barroco para fiestas, la Kreuzkirche o Iglesia de la Cruz, el Albertinum, museo de arte y la RezidenSchloss con su Grünes Gewölbe (residencia de los reyes sajones, con Museo de la Bóveda Verde, que como leí en mi guía, es una versión de la cueva de Aladino, pude ver tranquilo como habían aggiornado del otro lado del río viejos edificios.

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Altmarkt

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Fürstenzug (Procesión del Príncipe). Fachada de mosaicos de 102 metros donde eran los Establos Reales

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Semperoper (teatro de la Opera)

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Hofkirche. Iglesia barroca de 1755

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Zwinger

Para los que aman los autos, está la fábrica de Bentley y Phaeton, que se puede visitar desde el hall, ya que es totalmente vidriada. Se llama Gläserne Manufaktur.

Y siempre que visiten un museo europeo, piensen que en el esfuerzo que hubo en preservar durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial las piezas que hoy los siguen adornando (no pienso por ello que algunos no dejen de pertenecer a sus lugares de origen) o en restaurar esos edificios a su esplendor original.

Volví a visitarla en 2013, yendo de Viena a Berlín. Hice una escala para comer y caminar rápidamente por esas calles que me habían enamorado. Pero en ese momento, Dresden transmitía cierto miedo, ya que el Elba estaba tremendamente crecido y sus costas estaban preparadas para evitar inundaciones o evacuadas. Por suerte, esa vez no paso a mayores.

 

Es una ciudad espectacular floreciendo nuevamente, que merece un tiempo. Conocer sus tesoros. Ir por el lugar menos transitado. Sabés lo que es a la noche recorrerla solo, cuando los visitantes por el día volvieron a sus hoteles en otras ciudades? Ese es un placer único.