New York

Volver a viajar

Este año tuve el privilegio, y queda más claro que nunca, de poder hacer dos buenos viajes de vacaciones para disfrutar a pleno y poder cortar con la rutina, que como nueva para la inmensa mayoría, requiere de ajustes para que podamos volver a sentirnos cómodos.

Disfrutando del Llao Llao, uno de los picos del primer viaje del año

Uno fue a la zona de Bariloche, Villa La Angostura y San Martin de los Andes y el otro, del que volví hace un par de semanas

Me quería centrar en el último, porque es el que fue más parecido a las vacaciones que siempre me he tomado y quizás en el que la experiencia puede ayudar a otros a tomar la decisión que tienen ahí dando vueltas.

La idea es que de los problemas y precauciones que sirvieron o no, cada uno pueda mejorar su experiencia futura. Para lo lindo que lo pasé, habrá otros posts

PROGRAMA INICIALMENTE PREPARADO

Viaje con millas de Latam con escala en Lima a la ida y Santiago a la vuelta (el segundo todavía no tenía fronteras abiertas), cancelable con devolución de millas y tasas o reprogramable
VenÍa con ganas de sacar un segundo ticket pago en American Airlines, asegurándome que en las condiciones fuera cancelable sin condiciones y un agente muy honesto me dijo: es como comprar un sorteo, no sabes si lo van a aprobar. Espero al momento, pero no dejo de mirar el precio periódicamente (los de Miami subían porque eran más seguros de aprobarse, el de NY no)
Auto alquilado directo en arrendadora (precio imbatible por una promo), cancelable sin costo
6 hoteles para 5 ciudades, todos cancelables sin costo alguno, siempre hasta el día previo a embarcar o posterior. Tenía dos hoteles para New York porque resultó que el que reserve primero y más me gustaba aún no había inaugurado
entrada para una actividad, porque ya casi no quedaban lugares por la demanda habitual que tiene (Fallingwater house) y que era un destino en sí mismo que valía la pena arriesgar.
Apart Hotel reservado para la cuarentena de 4 días exigida para provincia de Buenos Aires a la vuelta

GRAN INCONVENIENTE

El vuelo de Latam no sale aprobado y aun al llamar rápidamente, no dan alternativa. Cada operador puede dar una respuesta distinta, así que hay que insistir.

American Airlines sigue en el mismo precio aproximadamente y al jugar con la compra, veo que me permite reservar por 24 horas sin pagar. Ni lo pienso

Al día siguiente, dos llamados más a Latam y aseguran no tener lugar porque reacomodaron a los que si habían pagado (el mío era por millas).

Como mi deseo fundamental era viajar y no volver a cancelar un viaje como en 2019, pago American. A las 48 horas, el pasaje en el mismo vuelo valía 4 veces lo que lo había pagado.

INCONVENIENTE NO PREVISTO

Tenía dos reservas en Booking en New York para la misma fecha, para tener back up si no inauguraba el hotel nuevo. En realidad me termina cancelando el hotel de back up, porque estaba cerrado por reformas y se habían prolongado más de la estimado.

Busco un nuevo back up, que no me convence del todo, pero tenía esperanzas del original aun.

CAMBIOS PREVIOS AL VIAJE

En los 15 días entre el cambio de compañía y el inicio del viaje, si se concretaba finalmente, para bajar un poco los costos, con las millas que Latam me devuelve (eso lo hicieron rápido), cambio dos hoteles de Booking a reservas con millas (siempre cancelables con tiempo adecuado si se complica el viaje)

SEGUNDA CANCELACION DE HOTEL

El hotel que no había inaugurado aun me cancela la reserva porque no saben cuando efectivamente arrancaran. Me queda sólo el back up, que era un poco más barato pero no me cerraba del todo.

TESTS PREVIOS AL VIAJE

Acá fue sin ningún tipo de problema. Los hice con turno en la Rural, Caba manda el resultado en tiempo y es el tipo de test que pide EEUU. Solo hay que agregarle al certificado la fecha de nacimiento.

PARA PONER ADRENALINA ADICIONAL

Con curiosidad por las alternativas para ir, encuentro un guardacoches detrás de Ezeiza, cerca del centro de entrenamiento de Aerolíneas, a muy buen precio y techado. Te llevan y traen del aeropuerto (son 15 a 20 minutos). Estacionamiento Barbara 011-2748 1796

EN EL AEROPUERTO

Los Vips en general son sin buffet, como el de Star Alliance en Ezeiza

Un pequeño problema que si no vas con tiempo puede agrandarse, es que la oficina de Aduana para declarar la electrónica, como había poco personal, estaba cerrada en el Hall de salidas y había que ir a una oficina medio escondida en el Hall de arribos. No siempre es así, pero puede sucederte. Buena atención igualmente, pero con vuelos adicionales eso se vuelve problema.

Otro punto fue el acceso al VIP. Claramente está limitada la capacidad por el tema pandemia. Si hay más de un vuelo, dado que la mayoría de las salas están cerradas, todos los que pueden usar Star Alliance vía Priority Pass, tratan de terminar ahí. Si realmente quieren usarlo, vayan temprano, ya que se llena y sólo podrás ingresar una vez que se vayan los anteriores.

EL VUELO

Todo bien, pero los servicios algo raleados. No hubo servicio de bebida caliente después de la cena y el desayuno es bastante escaso. Válido para ida y vuelta.

Una amansadora inesperada fue Migraciones de EEUU: tienen poco personal disponible por lo que hay pocos puestos habilitados. Me llevo más de lo habitual. Ojo con las conexiones

RESTRICCIONES EN EEUU

Estuve en 6 estados distintos. Cada uno tiene normas distintas y con variaciones. No sustanciales. En general son:

Piden distanciamiento adecuado, aun en espacios abiertos
En transporte, con barbijo
En espacios cerrados, distanciamiento, barbijo y en algunos, verifican la vacuna. Especialmente New York
Cambia entre estados, en espacios comerciales cerrados grandes (como shoppings y grandes tiendas), pasa de exigir barbijo para todos a exceptuar a los vacunados completos de usarlo (sin controlarlo)
En restaurantes, en New York principalmente, incluso fast food, no te podés quedar o sentar sin un certificado de vacunación
Los hoteles, dependiendo del estado, no “podían” hacer las habitaciones todos los días para evitar contactos a su personal. El aseo era periódico (cada dos o tres días) y en el interín se podía pedir lo que hiciera falta.
Nada de lo dicho acá es definitivo, ya que van actualizando las normas periódicamente.

ULTIMO CAMBIO DE NEW YORK

El hotel que tenia pero no me gustaba tanto, durante el viaje me avisa que los impuestos no estaban todos, por lo que no era tan barato. Me puse a buscar de nuevo y conseguí un Holiday Inn Express con desayuno, bien ubicado y precio final completo y más bajo que todos los que había intentado previamente. Y resulto que la atención además fue de 10.

ACTIVIDADES

Pensé que convendría reservar anticipadamente más cosas, pero salvo las de alta demanda, empecé a ver que no hacía falta (algunos los reservé desde allá).
Con George Washington en el Museo de la Constitución en Filadelfia
La mayoría de los tickets prepagados son con horarios de ingreso (rangos)
Se formas filas por los controles de vacunas (más que nada en New York)
Las limitaciones de capacidad van con una ventaja que compensa: hay poco turismo. Los museos se notan más vacíos y se pueden disfrutar mejor
Como hay menos personal disponible en general, a veces hay sectores cerrados, por lo que a veces no se puede recorrer entero.
Es notable que en los lugares más turísticos hay mucha menos gente (pocos extranjeros) pero en los lugares frecuentados por locales, la actividad es más normal

COMERCIO

En los centros de las ciudades, la situación es notable en cuanto a cierres de comercios, a lo que se suma que en muchos casos, los horarios de cierre son algo más temprano
Por el contrario, el movimiento en las afueras de las ciudades, básicamente donde vive la gente, se percibe más normal todo.
Por falta de empleados (hay avisos en las radios y TV para dejar los CV en las páginas de RRHH de las empresas grandes), en los shoppings he visto locales que cierran bastante antes del cierre del centro comercial, por lo que no hay que confiarse si hay que hacer compras específicas. También hay por lo mismo, más filas en las cajas a pesar de que no eran fechas de alta demanda
Por los ajustes de stock que ya se hicieron, cierres de cadenas y problemas logísticos, hay faltantes de algunos productos (algunos más notables) y también menos para liquidar, por lo que a veces no se encuentran ofertas tan tentadoras
Y ellos también tuvieron inflación y lo sentí más en restaurantes. También somos más pobres
Esta mucho más aceitado el comprar on line y retirar en tienda (en Macys incluso tienen probadores al lado para que no tengas que devolverlo después). Es una buena opción para evitar el costo o complicación de recibir paquetes.
Una pura sensación de mi parte: ha habido mucho recambio de personal y no todos están en sus trabajos hace mucho. Sentí que faltaba un poco el nivel de servicio habitual de las empresas norteamericanas y que tenían los empleados que podían (por la falta de personal en general)

UN CAMBIO A FAVOR

Eliminaron la cuarentena en hotel a la vuelta mientras estaba allá. Pude dar de baja la reserva y gastarlo en cosas más divertidas

RECOMENDACIONES RESUMIDAS

Armar todo en forma flexible, aunque el precio no sea el mejor
Estar muy atento a los cambios obligados por normativas para actuar rápido. El que se mueve más rápido, tiene más chances de encontrar alternativas lógicas. Valido para país de origen y destino
Estar preparado mental y económicamente para que se cancele el viaje
En moneda del destino, lo vas a sentir un poco más caro (ni hablar en la nuestra, pero no hice muchas conversiones, salvo para sorprenderme)
Evitar los lugares turísticos marginales para alojarse si es que pueden al estar más despoblados
Barbijo, documento y certificado de vacunación siempre a mano
Homenaje a los muertos por Covid en Washington, más de 600.000 banderines blancos.
Si vas a comprar algo puntualmente, quizás lo mejor sea hacerlo online (aunque sea retirando en tienda).
Los hoteles no sólo que sean cancelables, sino que la misma ocurra después de iniciado el viaje (no siempre es hasta el día anterior). Así, el único que corre con peligro de penalidad es el primero.
Lo mismo para actividades recreativas, si las deseas mucho puntualmente, aprovechar los tickets reservados con horario de ingreso y organizar el día en función de eso
Gran ventaja es poca gente que por ahora más que compensa la limitación de capacidad. Cuando vuelva más turismo, se va a complicar ingresar en algunos lugares.
Como nunca tener conexión de datos y un número local, ya que pueden ayudarte a comprar online, llenar formularios que no sabias o recibir los resultados de los tests requeridos para la vuelta (usan mucho SMS)
No amargarse más de la cuenta, ni ponerse más nervioso de lo necesario. Te ayuda a resolver cualquier inconveniente de mejor manera.

Yo la pase de 10. Tuve mucha suerte en muchos puntos, y pude resolver todos los problemas que fueron saliendo en forma bastante natural. También tenía previsto que hacer si quedaba varado. Tener planeadas algunas alternativas te relajan cuando el problema llega.

Creo sí que en estos momentos planear soluciones anticipándose a los potenciales problemas, es una ventaja. Eso no significa tener todo cerrado, sino tener todo flexible, por si pasa algo.

Filadelfia no es solo escultura de Love

No es todo normal pero tampoco es imposible. Obviamente, la idea fue tratar de dar un contexto de donde te vas a mover, pero cada uno sabe que cosas le molestan y que no está dispuesto a ceder. Espero que a alguno le sirva para concretar más placenteramente sus vacaciones.

Mi mejor producción

Ya algo conté en mi primer post este viaje (http://raspandoelmapa.com/2017/12/03/cuando-hiciste-el-click-de-que-realmente-te-gusta-viajar/). Fue paradigmático. Me llevo un año de preparación, con 6 meses de total silencio, donde solo algunos amigos de Buenos Aires sabían lo que pasaría.

Para las fiestas habíamos tomado la costumbre de juntarnos con amigos para año nuevo. Navidad era para pasarlo en familia. El 31 de diciembre de 1998 estábamos en la casa de Ana, cerca de la bajada Sargento Cabral en Rosario, cuyo balcón da aun hoy hacia el rio y donde detrás de los árboles y edificios de la avenida Belgrano, se adivina el Monumento a la Bandera.

Cuando salimos a ver los pocos fuegos artificiales que había en la época, empecé a sentir que el famoso cambio de siglo tenía que ser distinto, algo para recordar. Aun hoy puedo jurar que fue en ese momento y bajo esa sensación que lo empecé a imaginar.

Primero fue pensar que y creo que nunca baraje otra idea que por una vez en la vida al menos, teníamos que pasar las fiestas en España, con la familia de Papá. Varias razones, como que había contacto fluido, su hermana había nacido allá, la familia grande estaba allá y él había ido con Mamá un par de veces de visita pero nunca habíamos ido los 4 juntos. Alguna visita habíamos tenido, de mi tía, algunos primos y una tía de Papá. La historia merece un pequeño párrafo para darle contexto a la inmigración.

Mis abuelos gallegos se casaron allá por la década del 20. Tuvieron dos hijos y mi abuelo se vino para Buenos Aires, dejando a su familia para traerla después. Uno de los hijos fallece y mi abuela deja a su hija (Tucha) al cuidado de mis bisabuelos para volver a encontrarse su marido en Argentina. Se vuelven a encontrar, tienen dos hijos más (el segundo argentino sería Papá) y cuando quiere traer a su hija, ella ya tenía su vida en Pontevedra, Galicia. Se había sentido abandonada por sus padres y se había encontrado con Tian o Sebastián, quien sería su esposo todo el resto de su vida. Vino un hijo más y las décadas pasaron con distancia, sin nuevos contactos y no tan fácil de ningún lado de Atlántico.

Mi abuelo fallece sin volver nunca y no volver a ver a su hija. Mi abuela viajó un par de veces con mi tío mayor pero mi tía siempre pensó que además de abandonada, le había ido peor y tenía cierto enojo (así lo manifestó). Ese sentimiento sólo cambió cuando logró visitar Rosario en 1978 para las Fiestas y ver la realidad de los americanos sin imaginación de por medio. Decente sin excesos, laburantes. También le permitió conocer a dos de sus hermanos (ella tenía 55 y papa 45). Así las cartas en papel avión empezaron a ser periódicas y más amplias (Mamá escribía mas incluso). Los viejos fueron por primera vez en 1985 y otra vez en 1991 creo.

Mi primera visita fue en 1993. El primer Gran Viaje, hasta triangular fue, ya que todos tratábamos de abarcar todo, porque no era fácil ni sabíamos si se repetiría. Mínimo 30 días para un viaje de esos (en mi caso fueron 40, juntando dos años de vacaciones y licencia sin goce de sueldo). A partir de allí, el amor fue genéticamente natural, con la ventaja de que la distancia nos vuelve a todos agradables, porque sabés que disfrutas ese momento y no se generan tensiones por largo rato después.

Galicia entonces era ideal. Además, allá estaba algo roto, por la partida de Manolo, uno de los primos congregadores de la Familia. Ellos habían dejado de juntarse como era habitual ya.

Era la época de Sorpresa y Media, un programa que cumplía sueños con la ventaja del 1 a 1 (fan total de las historias de viajes sorpresivos de emigrantes que vuelven a su tierra después de décadas), y sentía que tenía que armarlo con esa idea.

Así fue que hablé con Dolores, mi agente de viajes y que me enseñó a armar viajes para la posterior época donde internet facilitaría todo para los inquietos como yo, y empezamos a ver costos y posibilidades.

Preparando la idea

La sorpresa era el viaje a pasar las fiestas en España. La primera media sorpresa era pasar unos días previos por Nueva York (ya saben, Team New York y además, sería en el maravilloso diciembre). Ahí empezó.

Primer gran duda. Mi hermano se va con su novia, hoy su Esposa, a hacer, adivinen, un triangular!!! Europa y Nueva York! En mayo! Que hacía, le decía? Lo excluía del mío? Yo ya había llamado a mi tía para asegurarme que no hubiera problema, pero no podían contar nada. Tenían que aguantarse. La prueba fue superada. Creo que un hubo un desliz pero que pasó desapercibido.

Llegó el finde clave de junio. El 20, junto con el día de la Bandera, cumple años Mamá. Y coincidía en el finde con el día del Padre (3er domingo de junio). Pero justo un amigo de entonces me pide que me quede 15 días en su casa cuidando a los perros (yo vivía en depto en ese entonces). Terminé viajando el sábado al mediodía, dejándole agua y alimento a los perros, para volver el domingo temprano antes que los pichichos destrozaran todo.

El sábado cuando llegué, estando los 4 en casa, les entregué a los viejos una caja, tipo mamushka, que iba contando lo que iba a pasar ese diciembre: un viaje a especial para pasar el cambio de siglo con la familia española, con paso previo de 4 días por Nueva York. El pasaje estaba representado por una ticketera de papel con los mismos tramos que me había conseguido Dolores. Locura total. Mis viejos emocionados. Mi hermano que acababa de volver de allá no entendía por qué volvería a fin de año. Por un momento creo que pensó que lo dejábamos (porque él no cumplía años ni era padre como para recibir regalo).

Solo tenía hechas reservas para asegurar precio (en ese momento duraban varios días y sabemos lo que cuestan los pasajes en la segunda quincena de diciembre), así les daba la posibilidad de que si querían hacer algo más, lo organizaran rápido. Terminaron armando una visita a Madrid de un par de días y Andalucía después. Yo me volvía para trabajar (alguno tenía que pagar el viaje).

Hubo más sorpresas, como en la tele. Como la estadía en NY tenía una noche de sábado, había una tarifa especial (280 usd la doble) en el Waldorf Astoria. Pero no conté nada, porque quería que se enteraran al llegar.

Waldorf Astoria

Teníamos fax en la habitación

El hall del hotel

Cada entrada tenía una decoración diferente

Primer etapa – Nueva York

Cuando llenamos migraciones de EEUU les di la dirección del hotel pero no el nombre, porque era supuestamente difícil de escribir. No sospecharon.

Pero cuando salimos de la terminal, nos esperaba un señor para el transporte contratado con un cartelito de Waldorf Limousines (si, también contraté de esas limusinas largas, no podía con mi genio). Pero tampoco era raro, hasta que llegamos al auto y mi hermano ata cabos: al ver el largo vehículo negro, me dice “el cartel decía Waldorf, vamos a ese hotel?”. Y con cansancio, lo admití. Ya estaba. Ahhh, estás loco!!! Tiró Carmencita.

Así fuimos sonriendo dentro, mi hermano tocando todos los botones y perillas, hasta que cerró la división con el chofer y nunca supo cual era para volver a bajarla. Vimos un par sacando fotos al auto como si fuéramos estrellas (en esa época nos llamaba la atención aun) pero lamentablemente no tuvimos ningún embotellamiento, era muy temprano, todo fluía y llegamos rápido. Hubiera estado bueno que durara más.

Mi cara es cansancio y tensión

Los agazajados disfrutan

Visitar NY en familia fue grandioso. Ya tenía tres visitas a Gran Manzana, Mama había ido con una amiga y mi hermano hacía unos meses. Papá la conoció en ese momento. Y me dí cuenta que le gustó la tarde que a pesar de que llovía y hacía frio, nos acompañó con mi hermano caminando hasta el Sony Center mientras Mamá descansaba un rato en la habitación.

Los carteles marcan otra epoca

Little Italy cuando era más grande que Chinatown

El infaltable árbol del Rockefeller Center

Les hice hacer algunas de las cosas que me gustaban: primer almuerzo debía ser en una de las cafeterías de Bloomingdales, donde había descubierto la existencia del medio sándwich-media sopa, otro día había que caminar la Quinta avenida hasta el Bajo Manhattan, almorzando en Pier 17 en un restaurant con bow window a pleno sol en Fulton y South (no existe ahora), descubrimos el apple cider en el muelle y cuando pasamos más tarde por las Torres Gemelas, no subimos, porque las nubes bajas no permitirían ver nada. Fue la última vez que las vi. También ir al Met y almorzar en su cafetería para seguir repuestos por este museo maravilloso.

La infaltable visita al Met

Central Park

Compraba láminas para enmarcar en esa época

En Wall Street se podía caminar y transitar aun

Fresquito en el Empire State

Pier 17 en tarde hermosa

Fueron 4 días geniales, con el espíritu navideño a pleno en toda la ciudad. Hermoso. Y con lo mejor por venir.

Las Fiestas en Familia

En Galicia nos alojamos separados. Los viejos con mi tía y mi hermano y yo, en un departamento que estaba desocupado en el mismo edificio y que llevaron unas camas para nosotros. Ahí también pasamos la Nochebuena después. Creo que es la más multitudinaria que he pasado hasta ahora incluso.

Una ventaja inesperada de la fecha fue que habían vuelto muchos primos de sus trabajos fuera de Pontevedra y pudimos conocerlos y salir. Mención especial para Chantal y Patricia, que juntos salimos con sus futuros maridos (Miguel y Juan) y nos terminamos subiendo a los parlantes para cantar Vivir así es morir de amor con Camilo Sesto. Hoy son todos exitosos profesionales, y por suerte no había fotos fáciles en esa época. Ana, Vicente y Alberto también acompañaron en andanzas por ahí.

Pablo nos invitó con sus amigos para ir de copas en el cambio de siglo. De esa noche, no recuerdo tanto.

Dori y Quique como siempre estuvieron presentes. El tiempo demostró que el sentimiento de primos esta presente en las ilusiones de historias entrecortadas por la distancia. Todavía no era fácil armar lazos cuando para hablar por teléfono había que pedir turno. Y ahí los había.

Mi hermano es muy fan de Ñuls

Parque de Castrelos – Vigo

Monte Santa Tecla – ruinas celtas

Monte Santa Tecla, donde se unen España, Portugal y el Atlantico

Hubo visitas a Vigo, cruzamos a Portugal (aun no había Euro, aunque si ya Schengen) hasta Viana do Castelo, Santiago en Año Santo (por el Jubileo, cruzamos la Puerta Santa y participamos de la Misa del Peregrino, con botafumeiro y todo) y La Coruña (hermoso almuerzo al lado del mar en familia chica y posterior subida al Faro de Hércules, con Papá corriendo para llegar al baño, frío traicionero)

: Santiago de Compostela

: Fila para cruzar la Puerta Santa

: Preparativos para festejos de fin de año

: Ayuntamiento de La Coruña

: Faro de Hercules – La Coruña

: Playa de Riazor – LaCoruña

: Había una muestra del Camino de Santiago

: Valenca do Minho – Portugal

: Tui

: Moledo, Portugal, desde Santa Tecla, España con el rio Miño como frontera natural

: La Guardia desde Santa Tecla

: Ruinas celtas en Monte Santa Tecla

: Ria de Vigo

: Plaza de la Herreria – Pontevedra

: Papá caminando por la Herrería

La alegría de la Navidad fue fuerte. Acostumbrados a familia acotada como la que tenemos por Argentina, ser tantos y tan desconocidos de día a día pero tan cercanos de sentimiento fue maravilloso. La preparación de enormes fuentes durante el día parecía trasladarnos a una aldea gallega, donde la comida está presente por demás.

Segunda Navidad juntos

Año Nuevo no fue icónico en el show (aunque tuvimos nuestros fuegos artificiales sobre el rio Lerez) sino que fue imborrable en el sentimiento, de poder vivir muchos días a plena familia. Esa que la vida había separado por decisiones se fueron dando. Sin juzgarlas, hay que entenderlas con la perspectiva y el contexto apropiado.

Si alguna vez quería pasar un año nuevo distinto, fue perfecto.

La despedida fue en el Aeropuerto de Santiago. Al tiempo Tucha, mi tía, partió y esta foto fue la última de ellos juntos. Siempre me pareció perfecta la foto. De las más lindas que tuve la suerte de sacar. Una despedida con sonrisas, como Juano diría después en Argentinos en el Camino: no estés triste porque terminó, está alegre porque sucedió.

Nuestra tarde continuó caminando las calles de Madrid, mientras hacía tiempo para volver a Barajas desde Plaza Colón (es un viaje que me acuerdo todo a pesar de los 20 años). De nuevo la familia chica, nuestro último viaje todos juntos.

Soñar pensando en el otro

Ahora que estamos atravesando la dura pandemia, con consecuencias ecónomicas y familiares que aun no podemos medir en cuanto nos afectarán finalmente, está bueno mirar lo que llegaste a lograr y aun lo que podés imaginar. Habrá que adaptarse. No será igual, pero será.

En ese momento, no tenía los recursos ni podía medir todas las alternativas. Te jugabas un poco más en las decisiones imperfectas. Pero cuando construís los momentos, los recuerdos quedan perdurables. El otro día lo confirmé con Papa.

Atrévanse a imaginar un momento que sea trascendente para Uds y después armen el circo que quieran y puedan. El esfuerzo está en pensar en sorprender y eso no necesariamente es dinero. En definitiva pagué 4 pasajes y 8 noches de hotel para poco más de 2 semanas de viaje. Ojalá sean los viajes que a todos los que andamos por acá nos gustan, pero la sorpresa pensada en el otro más que en vos queda grabada para siempre.

La familia mucho antes de Raspando, en el Faro de Hercules, La Coruña

Nueva York en Blanco y Negro

No hay ciudad que me entretenga más que Nueva York para visitarla cuantas veces pueda. Como conté en «Breaking News, me pasé al Team London» , mi encantamiento por la ciudad surgió a partir del comienzo de la película Manhattan de Woody Allen. Insisto como esa vez, por más que no te guste la temática, mirá los primeros minutos con la música de Gershwin, Rhapsody in blue.

Empire State desde Rockefeller Center

Manhattan desde Dumbo, Brooklyn

Central Park por la Quinta Avenida

Brooklyn Heights Promenade

Imágenes de la época, hoy algo antiguas, en blanco y negro, me hicieron apreciarla de esa forma como más bella.

Greenwich Village

La falta de color no la desluce. Para mí la hace apreciar como pocas ciudades puede apreciarse. Siento que te lleva a la esencia. Por más moderno o antiguo que sea, todo parece encajar con todo.

43th street

Puede ser cualquier estación del año, pero el invierno por sí mismo me llevó a hacerlo con más ganas.

Quinta Avenida

Central Park desde Top of the Rock, Rockefeller Center

Central Park

Las siluetas conocidas se distinguen mejor. El color llama tanto la atención a veces que nos perdemos de apreciar detalles que solo las sombras nos permiten ver.

A la vez, tiene tanta energía y tanta mano del hombre, que es un paisaje único. Sus alturas no me abruman.

Bryant Park durante NY Fashion Week

Bryant Park

Hall del Grand Central Station

Grand Central Station

Mucho menos pensada en el diseño urbano que París, con menos historia que casi cualquier ciudad europea, pero con la evolución constante de renovarse en un estilo que le es propio.

Brooklyn Heights Promenade

Upper West Side – Manhattan

Lejos estoy de pretender dar clases de fotografía o composición, pero si estas son algunas de las me permiten afirmar cada vez que las veo, lo que me genera la ciudad.

Ground Zero – Lower Manhattan

Ayuntamiento de Nueva York

Puente de Brooklyn

Empire State desde High Line Park

Soy muy urbano en general, aprecio la vida en las ciudades y Nueva York es el ejemplo sublime de una ciudad que nos da ganas de caminarla, y que la sentimos como propia, porque la vimos en miles de ocasiones, inspiró ciudades ficticias y es escenario de cuanta historia el hombre haya querido imaginar. No importa si es sobre guerras o romances, siempre Nueva York es una posibilidad.

En la melancolía que siempre nos genera en estos días desde hace unos años, nada mejor que volver a su belleza esencial y cambiante.

Moma – Museum of Modern Art

57th street

Cruzando el Puente de Brooklyn (con poca gente)

Pebble Beach – Brooklyn

Brooklyn Bridge

Estatua de la Libertad y Ferry a Staten Island

Meatpacking District – Balcones del Whitney Museum of American Art

Meatpacking District desde Whitney Museum

High Line Park

The Pond – Central Park

Oculus, el renacer del bajo Manhattan

Imposible. Llega septiembre y todos recordamos donde estábamos el fatídico 11. Yo recuerdo casi todos los detalles de ese día.

Pero prefiero recordar Nueva York como una evolución. En mi primer viaje, en 1993, donde me enamoré de la ciudad, fue la única vez que subí a las torres.

Fue un día hermoso. Te podías apoyar contra los vidrios y mirar perfectamente para abajo.

También había una terraza, donde hacer la sesión de fotos de rigor.

Nunca fui al Windows of the World, un bar que estaba en la otra torre a la que estaba el mirador.

En ese viaje hice un viaje en helicóptero también, que me permitió verlas desde otro ángulo. Incluso lograr que se viera una sola. La libertad de volar sin restricciones sobre la ciudad era única.

En diciembre de 1999, visitando con mis padres y mi hermano camino a pasar el cambio de siglo con la familia de Galicia, estuvimos a punto de subir, pero las nubes bajas hicieron que siguiéramos de largo, ya que no tenía sentido. Fue la última vez que las vi en pie.

Después del atentado volví a visitar. Por suerte ya lo ví limpio de escombros. Increíble ver esos lugares vacíos.

El área era muy difícil de recorrer.

Finalmente, con los años, empezaron a contruirse las torres que reemplazaron los metros cuadrados perdidos. Me debo la visita a la nueva One World Trade Center, que creo no tiene la personalidad de las gemelas.

Primero se terminaron las piletas que marcan exactamente donde estaban las torres, con esa cascada infinita de agua hacia la nada.

Las flores siempre presentes en algún recuerdo de alguien ausente.

Al comienzo había unos kioscos donde podías consultar donde estaban nombrados los fallecidos y busqué los argentinos. No sé si ahora han pasado eso al museo (que no visité aun porque me genera sentimientos encontrados).

Yendo hacia Battery Park, está la Sphere que estaba en el centro de la plaza entre ambas torres.

En la última visita, para el UsOpen 2017 (que además siempre es cercano a la fecha), ya estaba inaugurado el Oculus de Santiago Calatrava, el arquitecto español que siempre genera controversias.

Esta estación, tan cuestionada por diseño, retrasos y costos, es claramente un intento de generar un icono nuevo en la ciudad.

Parecia que jamás estaría lista. Hoy que ya se puede recorrer, me impactó la sensación al apreciar ese atrio inmaculado y luminosamente blanco.

A la distancia parece algo que está por volar.

Por dentro me da la apariencia de una maqueta inmensa, al perder la dimensión de los espacios enormes.

No es solo estación, es centro comercial, de los modernos, con algunos lugares que me recordaban las viejas galerías del WTC. Tuve esa extraña sensación, especialmente en la baja.

Le empieza a dar vida nuevamente a este lugar que tuvo signado muchos años por la tragedia. Y para mí, marca un renacer, un ave fénix.

Es complicado decir que uno disfruta la zona, pero tiene que volver a vivirse sin olvidar. Y que una cosa, no empañe la otra. Aun hoy, 17 años después, está todo muy fresco para muchos.

Que el ícono elegido sea algo tan diario como un centro de transporte, ayuda al objetivo.

HighLine, la evolución con nombre propio

Europa es la imagen de nuestras vidas pasadas. El High Line Park de Nueva York es una demostración de lo que puede significar el reciclado y transformación de las ciudades más modernas, que no siempre necesitan arrasar con todo para transformarse y respetar el pasado, aunque sea reciente, al mismo tiempo.

De donde surge? Hasta comienzos del siglo 20, la zona oeste de Manhattan era fabril, con muchos depósitos y fábricas al sur de la calle Houston (origen del SOHO). El tren era una forma fundamental de transporte en EEUU, con grandes fortunas relacionadas, como la que relaté en https://wordpress.com/post/raspandoelmapa.com/1170

Pero el crecimiento del tráfico por la llegada del auto y los camiones que hacían el reparto final desde esos depósitos, complicó de tal manera la convivencia que generó el sobrenombre de Avenida de la muerte a la 10th avenue.

Por eso se decidió construir en 1934 una línea de tren elevada que partía de los ramales de la Penn Station hacia el sur y permitiría entrar a los edificios contiguos desde un tercer piso, desalojando de trenes el nivel de la calle.

Para 1980 prácticamente no tenía uso, por la llegada del camión en forma definitiva y lo costoso de mantener operaciones logísticas dentro de la isla, por lo que la High Line quedó en desuso.

En 1999, cuando maduraba la idea de la demolición, los Sres Joshua David y Robert Hammond crearon la fundación Amigos de la High Line para conseguir su preservación a partir de su transformación en parque público.

Se inspiraron en la transformación que en los años previos había realizado París en su Viaduct des Arts, cercano a la Opera de la Bastilla (Distrito XII). Ese lo conocí en 2015 pero se había terminado en 1993.

En 2009 se inaugura su primer tramo. Progresivamente se iría completando de sur a norte, hasta llegar a la calle 34. Aun queda un pequeño tramo sobre la 30th que será inaugurado en 2019.

Justamente ese 2009 visité NY a finales de año, pero no sabía de su existencia.

La siguiente visita fue en 2012, cuando coincidí con un compañero de secundaria, facultad, compañero de depto de solteros en Buenos Aires, él por trabajo y yo visitando mi primer UsOpen (pagando entradas, como explico acá https://wordpress.com/post/raspandoelmapa.com/171)

Gustavo fue quien me contó que la había visto en un viaje anterior y me recomendó ir.

Fue amor a primera vista. Una idea distinta, muy abierta y por su uso anterior, muy pegada a las construcciones cercanas.

Como parte de la planificación urbana, se comenzó a transformar la zona adyacente. Se calculan USD 5500 millones que se han invertido a su alrededor. Tal como fue sucediendo con el Soho y el Meatpacking District antes.

Se notaban nuevas construcciones que comenzaban a surgir, edificios que transformaban sus espaldas para mostrar arte, y que dar al frente o detrás tenía el mismo valor.

Uno puede ver un poco dentro de esos departamentos (soy muy curioso) y siempre puede llevar a sorpresas.

Hoy en su extremo sur tiene un excelente museo como el Whitney, cuyo edificio fue inaugurado en 2015 y complementa la enorme cantidad de galerías de arte de la zona

A una cuadra de andar el Standard Hotel que la cruza como una torre, cual si fuera un puente fortificado.

Hay una historia que sale de esta foto, pero no sé si publicarla

El Chelsea Market es una parada obligatoria casi para aprovechar para comer algo, no importa la hora, y pasear por sus locales vintage o bazares.

Suceden cosas, como ver sesiones fotográficas de modelos, alguien preparando para pedir la mano de su prometida, quedarse en alguno de sus sillones (si se consigue lugar)

Todos los de verde formaban Will you marry me? y esperaban tapandose con diarios que llegaran

Las plantas evolucionan con las estaciones (estuve en invierno y verano y es bello en ambas épocas)

El mobiliario no desentona nunca.

Las vías aparecen aun en algunos tramos para recordarnos de donde vino esto.

Hay carteleras para ver la historia, si no la leíste antes en su página oficial www.thehighline.org. Aunque no sepas ingles, está bárbaras las fotos, para entender lo que contaba al inicio. También tiene todo el calendario de actividades mensuales.

Hay lugares donde ver el tránsito como desde un puente, como si fuera la primera vez que viéramos un auto

Se pueden ver algunas construcciones a lo lejos, que todos conocemos.

Mucho cambia de visita en visita.

En la parte sur tenés un bar para apuntar al norte equipado con un café en mano.

Cuando vas llegando al norte y gira para acercarse al río Hudson, está el desarrollo urbano más importante de la ciudad en este momento, al que comparan en disruptivo con el Rockefeller Center. Se llama Hudson Yards. Constará de edificios de oficinas, de departamentos, shopping y zonas públicas y apunta a estar terminado en su mayoría en 2019.

Tres cosas pude ver que se destacarán:

un mirador a 300 metros, a cielo abierto, con un restaurant mirando al Hudson
The Shed, un edificio para eventos artísticos, parcialmente retráctil (techos y paredes de 6 pisos se podrán expandir para ampliar el área cubierta)
Vessel, una instalación de arte con forma de colmena, de 50 metros de altura, 154 escaleras y 80 descansos. Parece una locura, pero seguramente subiremos muchos.

Todo esto con un pequeño detalle. Está sobre 28 vías de ferrocarril que salen de Penn Station, la más transitada de la ciudad.

Disclaimer, no vendo los condominios ni alquilo oficinas, pero vean lo que será en www.hudsonyardsnewyork.com

Las vistas desde el HighLine son impresionantes ya.

Finalmente, volviendo al parque, “sólo” lo transitan 4 millones de turistas por año. Vayan mientras sea aun manejable, de día, al atardecer, con frío o con sol. No se van a equivocar. Aunque fueran solo unas vías abandonadas hasta hace poco.

Amazon Books

El lunes pasado abrio sus puertas el primer local de AmazonGo, donde el objetivo es eliminar las filas, pero es tanta la expectativa con el experimento, que lo que han logrado es que haya una permanente y solo para entrar. Espero poder visitarlo en junio cuando ande por Seattle.

En el último tiempo han adquirido Wholefoods, una cadena de productos organicos, de muy buena calidad, pero que había quedado estancada ante la fama de cara (le dicen Wholecheck, porque se lleva todo tu cheque salarial) y el incremento de oferta de productos similares por parte de otras cadenas minoristas.

Pero en mi último viaje a Nueva York en septiembre 2017, me cruce con dos locales de Amazon Books. Si, la tiend|a online que destrozó las librerías físicas, comenzó a abrir propias. Probablemente es un experimento más terrenal. Los dos locales abrieron en NYC en 2017 aunque el primero lo hizo en Seattle en 2016. En total existen 13 en California, Washington (estado no ciudad), Massachussets, New Jersey, Oregon y Chicago. Ya anuncian la apertura de 3 mas (Washington DC, Bethesda y Austin) .

Investigando un poco y viendo los locales, se pueden ver varias cosas:

La tienda trata de transformar el local en lo que muestra online. Los libros más recomendados, ofertas de similares al lado (los que compraron este libro, tambien vieron estos….), los de mayores ventas on line
La tienda no acepta efectivo. Por lo que encontré, se puede pagar con la cuenta de amazon o con tarjetas de crédito o débito.
Los clientes Prime (aquellos que reciben mayoria de los productos en 48 horas por una suscripción anual, entre otros beneficios) tienen algunos privilegios sobre los que no están enrolados en los precios de los libros.
Hay bastante espacio dedicado a los aparatos electronicos que ha desarrollado Amazon, y como son propios, no tienen otras tiendas donde se pueden experimentar.
La vista rememora mucho lo que sería una pagina de Internet, mostrando la tapas de todos los libros (no habrá problemas de cuellos torcidos leyendo lomos)
Las fichas tienen codigos de barras para que puedas encontrar el libro en…. Amazon obviamente
Libros físicos ofrecidos en función de los que se leen rapido en Kindle (por si no te gusta el aparatito?)
Obviamente hay una cafetería contigua

No se las ve llenas. De hecho tienen menos gente que un Barnes and Noble

Tienen un aire único y limpio, y se nota que hay mucho de lo virtual volcado a lo fisico. Como un experimento controlado.

En Nueva York encontre dos, una cerca de Macys, sobre la 34 (de donde son las fotos), y la otra en Columbus Circle (donde habia una librería Borders antiguamente, valga la ironia) que fue la primera en la ciudad, pero no tiene cafetería (prueban formatos?)

No tienen lockers de Amazon

Entre esto, Wholefoods y algunos pop ups (tiendas temporarias), más los lockers, queda claro que hay un valor en la correcta union entre lo físico y lo virtual. Y aquellos que disfrutamos una buena experiencia de compra (vendran más posts al respecto), podremos ir viendo la evolución y los cambios, sin perder la posibilidad de la visita y no solo la de esperar una caja traída por el cartero.

Temporada de torneos de tenis

En el 2008 hice un experimento. Saqué entradas para unos tres días del Master Series de Miami. Iba por una semana allá y consideré que sería suficiente para saciar la curiosidad. Siempre fui al ATP de Buenos Aires y Key Biscayne tenía fama en ese momento de estar bien organizado. Acá no iba más de uno o dos días, por lo que supuse que 3 serían suficientes. Segunda ronda completa y la mitad de la tercera, lo que me aseguraba tener la opción de poder ver a todos los preclasificados, ya que arrancaban directo en segunda ronda (solo el estadio principal es numerado y resto tiene acceso sujeto a espacio solamente).

Me equivoqué. Nada peor para la prudencia que algo bien organizado. Todo funciona. El acceso a los jugadores, a los partidos y a encontrarte con glorias actuales y pasadas es como ir a Disney para un niño de 5. No lo podes creer. Los dos días libres adicionales, fueron rápidamente cubiertos con nuevos tickets apenas leía la programación del día siguiente. Acaso alguno fuera capaz de negarse a ver a Nadal o Federer, o algún argentino que avanzaba y que te había generado entusiasmo

: Ana Ivanovic entrenando

: Roger Federer a un pasito

: No hay zoom

A Miami seguro volvería pero ese torneo y excelente organización (que comentan ha ido cayendo un poco) encendieron un fuego que me llevó a visitar grandes encuentros del calendario anual.

2008 – Key Biscayne – Master series – segunda, tercera y octavos de final

2011 – Roland Garros – primer visita a Grand Slam – tercera ronda

2011 – Final Copa Davis España – Argentina

2012 – UsOpen Segunda semana casi completa, incluyendo las 5 finales

2013 – Halle – Alemania – Federer alzando su único trofeo del año – semis y final

2014 – Haciendo la cola en Wimbledon – tercer ronda

2015 – Roland Garros – Cuartos de final

2017 – UsOpen Cuartos de final en adelante

Cada torneo tiene sus ventajas y desventajas, así que vamos viendo cada uno en particular.

Como consideraciones generales, solo los grandes estadios o canchas principales tienen todas sus ubicaciones numeradas. El resto es de acceso libre, solo sujeto a disponibilidad, haciendo una fila (en Miami la compartí con Sabatini por ejemplo). Pero siempre hay oportunidades de ingreso con paciencia, por ejemplo, esperando el fin de un set.

Picture 075.jpg Al avanzar las jornadas, hay menos partidos de singles en las canchas auxiliares y estos se concentran en las canchas principales, donde hace falta un ticket especial. Así también se multiplican los partidos de leyendas y dobles con libre acceso. Por ello, si vas en las primeras rondas, podés ver más fácil a un buen jugador, incluso un top five, en canchas más chicas pero contra jugadores de menor categoría (si se puede decir eso de uno que es el 100 del mundo, queda claro?). En las rondas finales, lo aconsejable es sacar entradas en los estadios principales y no solo las que te dan acceso al predio, ya que verás juveniles, algunos dobles, o el single que no entra en las grandes, si es que todavía no los ponen solo en las canchas grandes. Pero todo esto es cuestión de suerte. Te puede llover varios días y que hagan un lío de programación. No hay que desaprovechar nada.

Para sacar las entradas, comenzar a entrar en las páginas oficiales uno días después del torneo (especialmente para Grand Slams). Ahí comienzan a aparecer los cronogramas de venta. Hoy ya por ejemplo no se puede hacer la reserva del abono de la segunda semana del UsOpen 2018 (si se pueden comprar el día que salen a la venta, pero no tenés asegurado cupo). Es decir, cuanto antes planifiques, mejor

Siempre chequear los elementos permitidos en cada torneo. Por ejemplo, el UsOpen no permite mochilas. Si bien hay donde dejarlas, si pensabas llevar cosas, es un embrollo.

Las entradas, salvo particularidades que contaré de cada torneo, es mejor sacarlas por la página del torneo. Es la forma más barata y segura. Siempre existen paquetes que incluyen entradas y hoteles u hospitalidad, pero en general son ubicaciones caras y hoteles acordes a esos precios.

En los Grand Slams la venta de vestimenta y equipos está restringida a las marcas auspiciantes del torneo y es muy probable que sean ediciones limitadas o conmemorativas, es decir, más caras. En los master 1000 o torneos más chicos es más fácil encontrar buenos puestos de venta de equipos (en Miami compré todo, raquetas, raquetero, zapatillas y vestimenta)

No dejes nunca de ver quien anda dando vueltas, podés encontrar gente que hizo mucho por el tenis. Y también famosos simpáticos en el estadio. Ni hablar de buscar los bancos de los invitados de cada jugador. En algunos casos son parte del show

Como programan

En general las primeras rondas los principales jugadores al menos una vez juegan en los segundos estadios. Después es muy probable que en el principal prioricen jugadores taquilleros o locales, siendo esto último muy probable para un talento en ascenso, por lo que hasta en cuartos es posible ver muy buenos partidos en los segundos estadios. Una forma que aplique siempre fue ver que se programaba en cada estadio los años anteriores. Te da una idea de que priorizan en cada torneo. Pero siempre es una pequeña lotería, con premios a favor y en contra. Así que relaja la ansiedad.

Roland Garros

Roland Garros019.JPG El torneo por excelencia para los que nacimos en el polvo de ladrillo. Tiene un glamour especial. Nunca vi mejor uniformados a todos los que atienden en el predio. Totalmente atentos a lo que te pasa (por Ej.: una chica de control de entradas me guió hasta la enfermería para que me dieran protector solar bueno, porque me vio muy colorado)

Los estadios no son gigantes y después de verlos tantas veces por TV, es emocionante estar dentro, tanto del Phillipe Chartrier como el Suzanne Lenglen.

Como llegar: el metro te deja cerca y hay varias entradas, de acuerdo a la más conveniente será la línea que te conviene tomar. Para la vuelta, una vez usé el sistema de bicicletas público por Bois de Boulogne guiándome por la Torre Eiffel. Aventura total

Entradas: el último sistema que me tocó fue como las entradas para un recital. El que primero llega elige de acuerdo a lo que haya. Se forma una cola virtual en una página previa que te avisa cuanta gente hay delante tuyo (no importa el número esperá). Arrancaba a una hora particular (creo que alrededor de las 5 o 6AM) y luego de unas 3 horas me tocó el turno. Quizás se puede ingresar a esa cola antes, yo lo hice a la hora que indicaban que comenzaba la venta (no me es fácil madrugar). Cuando ingresas, es conveniente ya tener generado el usuario los días previos para no perder tiempo, ya que es limitado para hacer compras y puede que por fallos puedas perder los lugares seleccionados. En esa ocasión pude comprar cuartos de final, un día en cada estadio. Cada día era un single de hombres y otro de mujeres. Y pude confirmar que los nombres estelares (no pude ver a Rafa) no aseguran buenos partidos. La vez anterior fue a tercera ronda y tuve excelentes partidos también, como Del Potro-Djokovic en S.Lenglen.

Estadios: Los dos estadios principales son numerados en su totalidad. La visión es excelente en ambos, ya que no son tan grandes. El predio en general es chico para la cantidad de espectadores que hay y el movimiento es a veces complicado. Hay canchas de entrenamiento accesibles y otras que no.

Tips

Se puede ingresar alimentos pero los precios no son fatales en el predio
Se puede ordenar por la app para llegar al puesto y retirar
Los souvenirs son buenos pero algo caros. En Galeries Lafayette se pueden comprar también algunos de ellos y en la terraza de la principal tienda, hay un stand dedicado al torneo (además de hermosas vistas de Paris)
Los jugadores se mueven mucho por túneles y espacios en el subsuelo, pero hay como unos balcones donde uno los puede llegar a cruzar
Los partidos pueden durar hasta que acabe la luz. Según el día, casi 10PM

Wimbledon

Es el más tradicional en sus reglas y costumbres, que a la vez, te permiten disfrutar de algo realmente distinto. Más allá de su estadio principal, tiene una real atmósfera de club de tenis, que además te permite ver partidos pegado a las canchas.

La vestimenta del personal compite con la de Roland Garros en elegancia, aunque no creo que llegue a superarlo. Las reglas para espectadores son para los que ingresan en sectores de palcos, que están fuera de los precios que uno puede pagar, salvo invitado por un sponsor

Como llegar: la estación más cercana es Southfield, en la zona 3. Suelen poner avisos y te vas a dar cuenta de la cantidad de gente que baja. Todo muy señalizado en el barrio

Entradas: es su punto más snob. La primera opción es un sorteo (ballot) que te anotas el año previo. Si tenés esa suerte, comprá lo que te den. Si no, habrá que hacer la cola.

Al costado del predio, esta la posibilidad de hacer dos colas, una que asegura entrar en un cupo limitado reservado para cada día, en el que la gente va con su carpa y dispuesta a pasar una o dos noches para entrar. Si te interesa, hay un lugar donde después dejar la carpa.

Si no, se forma una cola guiada por los voluntarios, donde ingresarán en orden, a medida que vaya habiendo lugar en el predio. Te ponés en tu lugar y te dan una tarjeta con tu orden que controlan que se de al entrar, además de un libro de las reglas de la misma. No se puede salir de la cola para pasear y volver (salvo al baño que, obvio, hay). Yo espere unas cuatro horas cada día. Ideal llevar provisiones y tomarlo como un picnic. Hay un ambiente de expectativa increíble. Vale la pena aunque parezca increíble.

Igual esto solo nos permite entrar al predio y no ingresar a los estadios numerados (que son 3 acá). El predio tiene más canchas que los otros porque al ser césped natural, tienen que repartir más los partidos para alivianar el desgaste del mismo. Habrá muchas posibilidades de entretenimiento en la primera semana especialmente.

Pero si aun lo deseas, podés realizar una cola más (otro si). Ahí se ponen en reventa lugares de la gente que se va yendo de los estadios numerados, ya que no todos se quedan todo el día. Cuando se retiran hay un sistema de honor que avisan que se van y liberan el asiento, para su reventa a solo 5 o 10 libras que van a una fundación. Todo depende de cuanta gente se retire de cada estadio. Y cuando llegas a la ventanilla te dicen que hay disponible. Yo por ejemplo, opté por la cancha 2 donde arrancaba Tsonga Isner, lo que me aseguraba un partido bueno hasta terminar, en lugar de ver un set solamente en la cancha principal ya que Djokovic estaba terminando su partido. Son elecciones.

Estadios: hay 3 numerados en forma completa. Hay otro que lo es solo en forma parcial. El predio es el más equilibrado en espacio y elegancia. Todo impecable. En las canchas auxiliares me he podido sentar pegado a los jueces de línea y mirar exactamente como lo hacen ellos

: detras de los jueces de linea

Tips

Además de comer las frutillas con crema, podes tomar una cerveza y llevarte el copón, que es de plástico (bueno) pero un souvenir disfrutado
Hay un Tesco (supermercado) llegando a la cola, donde te podés aprovisionar si no lo hiciste antes
Los voluntarios dan todas las explicaciones que necesites y pueden darte una idea de la espera en la cola. Super amables y realmente voluntarios
Murray Hill o Henman Hill es tal cual lo ves en la tele y es un lugar muy divertido para ver al lado del estadio lo que pasa dentro
Recordá que el domingo del medio no se juega. Solo se habilita si por lluvia vienen muuuuuuuuyyyy retrasados en la programación.

UsOpen

There’s no business like show business.

Realmente está todo armado para que puedas acceder más simplemente a un Grand Slam. Todo se ajusta para que puedas ingresar en forma rápida y como siempre, consumir y pasarla bien. En plena evolución, están remodelando todos sus estadios y mejorando la experiencia. Todo funciona ante cualquier imprevisto y se pasa el día sin contratiempos

Como llegar: desde Manhattan la línea 7. Refuerzan los Express que tienen menos paradas en Queens, pero el local no es tanto más lento. A la salida, no importa la hora y la ocasión (he vuelto luego de una suspensión imprevista por clima o las 2.30 AM y hay trenes esperando para salir)

Entradas: el más fácil de acceder de todos. Las dos veces tomé el abono del Campeonato, que es la segunda semana, desde cuartos de final hasta la final TODO. Podes ver las 5 finales principales con comodidad. La mejor forma es reservarlo con anticipación a la venta general y te dan una semana cuando salen a la venta para confirmar. Igualmente son limitados en cantidad. Luego salen más al momento de la venta general.

Hay que considerar que el fin de semana del medio del torneo siempre es largo, por lo que la demanda de ese sábado, domingo y lunes es alta también.

En mi primer visita también llegué a ir sacando entrada en el momento. No conseguimos para el estadio principal, pero como era viernes de la primer semana, la actividad era muy amplia en todo el predio y con buenos partidos

Estadios: hoy solo el principal, el Artur Ashe, es totalmente numerado y techado. El segundo, Louis Armstrong, lo era parcialmente pero por ahora está en reconstrucción. El GrandStand, recientemente renovado tercer estadio, es también numerado solo en forma parcial.

El Ashe es el más grande del mundo dedicado al tenis. Tiene escaleras mecánicas para acceder a los niveles más altos. Pero la visión y el sonido, no dudes, es muy buena. Y cuando se cierra el techo, es ensordecedor.

ojo de lince el mio

Tips

Los souvenirs tienen amplios rangos de precio, por lo que podes encontrar para tu presupuesto
Hay muchos locales de comida, donde no te matan con los precios y hay muchos lugares donde rellenar tus botellas de agua. Es el más accesible de todos.
Siempre crean un trago, con un vaso de souvenir
Si tenés American Express, podés acceder a una radio que transmite los comentarios de ESPN (en inglés solamente). También podes hacerlo por la app en el celular (pero te consume la batería)
Un banco local te presta un cargador de batería de celular, que te saca de apuros

Miami – Key Biscayne

Todo lo que cuento es válido para 2018, ya que a partir de 2019 cambia su ubicación al Hard Rock Stadium (cerca del Aventura Mall para que se ubiquen los shopineros).

Diría que es el torneo grande, de los Master Series, que es más fácil de llegar por conexiones aéreas, precios y posibilidades de alojamiento. Antes era considerado el quinto Grand Slam, hoy dicen que el de Indian Wells lo ha superado en organización y faltan menos jugadores. De todas formas, es una buena forma de tener una excelente aproximación al tenis de primer nivel. Solo su cancha principal es totalmente numerada. Como hay mucha menos gente que en un Grand Slam, al tener casi la misma cantidad de jugadores, podés ver de más cerca, incluso en las prácticas, a muchos de ellos. Lo mismo con otros personajes como viejas leyendas, periodistas y todo lo relacionado al tenis. Los stands de venta son más surtidos, al haber menos compromiso con alguna marca en particular.

Yo compré un abono que arrancaba con la segunda ronda (dos jornadas) y la primer mitad de la tercera (una jornada). Era desde el comienzo hasta el final del día, y te podés mover por todo el predio, que es amplio (si bien hablan de cambiar su ubicación en el futuro cercano). Muy buena visión, sin techo (el clima tropical a veces trae lluvias). Por el entusiasmo compre dos entradas más al ver la programación del día siguiente dentro del mismo predio.

Como llegar: Key Biscayne es una isla pegada a Miami Beach. El acceso sobre la hora se torna complicado por el peaje del puente. El auto queda estacionado cerca del predio y hay colectivos de la organización para llegar. En la nueva ubicación parece que será más simple llegar y estacionar, pero siempre atado al auto.

Entradas: tienen abonos que simplifican las entradas múltiples. Yo use uno de sabado, domingo y lunes que cubría segunda ronda completa (la primera para los preclasificados) y la mitad de la tercera

Halle

Un torneo pequeño en césped en Alemania donde Federer tiene la costumbre de participar, y generalmente, ganarlo.

Fui porque tenía armado el viaje por Alemania y al recordar su existencia, vi que coincidía con mi viaje. Fue fácil conseguir entradas para semifinales y final

El complejo es solitario, y está casi equidistante de 4 ciudades no muy grandes, por lo que opté por alojarme en Padeborn, un simpático pueblito, muy religioso y tranquilo. Se llega en auto y hay estacionamientos con transporte hasta el complejo.

Como torneo chico, a la altura del torneo que fui, no había actividad fuera del estadio principal. Este estadio es más grande que el del Lawn Tennis, techado y con muy buena visión.

Como en todo Alemania, ante cualquier inconveniente, todo funciona. Mis entradas no habían llegado por correo y me contacte. Cuando fui el primer día, podía retirarlas por una ventanilla específica.

Como cierre, pude ver a Federer levantar un trofeo de campeón (el único que ganó ese año)

Final Copa Davis

Fue un gusto. Sabía que íbamos a perder de visitantes contra la España de Nadal. Pero fue una experiencia única en el ánimo. Los argentinos ocupábamos un sector del estadio (uno de fútbol que se adapto en una de las cabeceras) y sorprendía agradablemente el aliento.

Ese aliento de locales, hubiera sido como resulta últimamente, un exabrupto y hasta hubiera llegado a la mala educación deportiva (dejé de ir a las series locales de la Davis, por transformarse en futboleras en el mal sentido)

Ahora bien, como siempre en estos casos, las entradas solo se consiguen en dos agencias de viajes que arman paquetes ridículamente caros y que los servicios dejan mucho que desear. El tema sigue igual, por lo que solo lo volvería a hacer si consiguiera entradas por otro medio y lograra armar el viaje por mi cuenta.

Como siempre en estos eventos no habituales, los servicios no son lo óptimo.

Que espero agregar

Australia, aunque me acobarda la fecha (igual, es un país extraordinario). Algún Master series más, esos en ciudades lindas como los de Canadá o París y el torneo Master de Londres. Y el resto siempre se puede repetir.

PD: no dejes de prestarle atención a estos titanes del esfuerzo. El dobles es un ballet

Breaking News: Me pasé al #TeamLondon

Tanto meditar como escribir esto, me llevó a la conclusión de que me resultaba imposible sostener esta charada por más tiempo. Me tomó un tiempo prudencial, pero debo ser honesto con los primeros y fieles seguidores de esta naciente página

Que la inocencia les valga!!!

Nunca se olvida el primer amor. Y ese se llama Nueva York. Uno podrá adorar otras ciudades, pero al momento de declararse, siempre vuelvo a la ciudad que me movió el piso de entrada.

Ironía: este recital está grabado en Londres

Londres, nada “despreciable”, tuve que darle una segunda oportunidad para que me gustara. De hecho, mi segundo viaje a Europa fueron 6 días solo a esa ciudad, porque no podía creer que no me hubiera impactado como a tantos otros. Pero es tema de otro post. Vuelvo a NYC

Park Avenue, desde el helicóptero

La primera vez, esa que te marca, fue en 1993, luego de recorrer Europa, en un vuelo triangular desde Madrid, llegue a este monstruo. No era aun la ciudad amigable que es hoy, no había llegado Giulani a hacer su reordenamiento. De hecho, en algún momento me pregunté que estaba haciendo caminando a ciertas horas, cuando un quiosquito donde trataba de entrar estaba cerrado con llave, por cuestiones de seguridad. Hoy no pasa eso.

Pero de entrada me maravilló. Manhattan me dio la sensación de un portaaviones, en este caso, un portarascacielos. La proa es el Distrito Financiero, todavía con las Torres Gemelas, donde el vértigo te lo daba ver ahí nomás a la otra torre, más que apoyarte contra el vidrio a 400m de altura o poder salir a la terraza.

Esa vez no paré cerca de Times Square, como casi siempre recomiendo ahora al que se inicia. En esa época no era una zona tan vistosa y amigable como ahora. Mas bien encontrabas prostitución, sex shops y drogas por doquier.

La caminé a lo tonto. Inicié lo que sería una costumbre durante varias visitas, que era caminar la Quinta Avenida desde la 59 hasta Battery Park, para ver como iba cambiando el paisaje: lujo extremo, baratijas, Empire State, Union Square, Washington Square, edificios públicos, zona financiera

Hice mi primer vuelo en helicóptero. No había muchas restricciones por donde hacerlo, por lo que pude sobrevolar bien desde los techos de esas moles y tener una perspectiva totalmente distinta.

Necesita presentación? Estatua de la Libertad, desde el helicóptero

Conocí al Met, el Metropolitan Museum of Art, que se transformó en una visita casi obligada en las 9 visitas siguientes. Iba descubriendo mi curiosidad por el arte, y todavía era más clásico en gustos. Recien con muchas visitas posteriores empecé a palpitar arte más contemporáneo. Ni hablar de poder ver el templo de Dendur, que después cuando visitaría Egipto, entendería mejor.

Templo de Dendur – Metropolitan Museum of Art

No existía High Line, en realidad, existía pero estaba abandonada como lo estuvo durante décadas.

No estaba de moda el Soho, ni el MeatPacking, ni Sex and the City habia publicitado los cupcakes de Magnolias Bakery.

Rockefeller Center – 6° avenida, hoy tiene un Magnolias Bakery

Brooklyn tenía linda vista de Manhattan, pero ojo al oscurecer.

Ya estaba la torre Trump, pero quien sabía que iba a ser presidente unos añitos después.

El Plaza aun era todo hotel, pero no habían filmado Mi pobre Angelito.

Había muchos comercios que me gustaban, que la topadora del cambio los fue transformando o eliminando: el de la NBA, Coca Cola, Fao Schwarz con su pianito, Revlon (mamá llegó a comprarse sus labiales), Macy’s aunque sin su última renovación de USD 450 millones, Circuit City (Amazon se fundó al año siguiente), Tower Records (Virgin llegaría y se iría posteriormente), y la lista seguiría. Quizás no son los cool ni los más importantes, pero era lo que te llamaba la atención en ese momento.

Fao Schwarz, con sus característicos peluches

Macys con su «Tienda más grande del mundo», y quien aun no vendía su local y su «Tienda más pequeña del mundo»

No pude tomar café razonable, todo era de filtro y lavado. De hecho, Starbucks llegó al año siguiente. Como mucho conseguías un ristretto en Little Italy, antes de que lo cercara Chinatown.

Así y todo, con todo lo que vendría después, fue lo que más me impactó. Tenía altas expectativas y las superó. Los años la transformarían, como uno se transforma. No vi una ciudad cambiar tanto para bien, rescatando algunas cosas, cambiando radicalmente otras, evolucionando.

Europa me fascina, historia, raíces, culturas distintas en pequeñas distancias. Pero Nueva York es para mí, la capital del mundo. Poderío, tradición joven y no anquilosada en reglas difíciles de entender por quien no pertenece a ella. Se transforma, rejuvenece y sorprende con el paso de los años. Pude ir 10 veces y nunca me arrepentí de nada. Una compañera antes de su primer visita, cuando me preguntó algunas cosas y le conté la cantidad de veces que había ido, pensó que estaba loco (o confirmó, no sé bien). Cuando volvió, me dijo que me entendió.

Skyline desde el JFK en la vuelta a casa

Mucha influencia debe haber tenido Woody Allen en esos 3.5 minutos iniciales de “Manhattan”, que si no viste nunca, aunque no te guste el director, te desafío a verlos y repetirlos hasta el cansancio. Fotografía Nueva York para el enamoramiento en perfecta sincronía con George Ghershwin y Rapsodia en azul. Quizás Londres no tuvo la suerte de tener alguien lo hiciera tan bien.

“New York was his town and it always would be”

Como dijo China Zorrilla, envejecer es cambiar de gustos y los nuevos son tan disfrutables como los anteriores.

Mis gustos cambiaron pero Nueva York siempre está ahí para satisfacerlos, sin defraudar. Si alguno por un momento pensó que me pasaba en serio de Team, no saben lo cabezadura que soy.

Cuando hiciste el click de que realmente te gusta viajar?

Comencé a trabajar 10 días antes de graduarme de Contador Publico Nacional. Con buen sueldo, comparado con lo que ganaban mis amigos. La mitad de mis compañeros de secundario terminamos en la misma carrera, deformación obvia por la escuela a la que íbamos, por lo que la comparación fue muy fácil.
Conseguí un trabajo piola, no directamente relacionado con mi profesión, en algo que no entendía, que la empresa no hacia aun pero creía que debía desarrollar. Mi jefe, uno de los accionistas, creyó en mí para eso.
No lo defraudé tanto parece y a los seis meses, ya me había duplicado el sueldo. En estas épocas de inflación parecería que no es tanto, pero comenzaba a correr la Argentina sin inflación.

Año 1991. Soy viejito para los millenials. El crecimiento era real. Además, vivía con mis viejos y como no era gastador, ahorraba.
Me compre el 0KM por $ 17500 (se dan cuenta que pasó el tiempo, no?). Hasta ese momento veraneaba con mis viejos, la mayoría de las veces en la costa bonaerense, más las vacaciones de invierno en La Falda, Córdoba casi siempre, en una casa de la familia ampliada. Lo disfrutaba, y como cualquiera que vivió esos años 80, me hubiera encantado ir a Brasil, comprar la tele en Uruguaiana, algún deme dos de los primeros que existía, ni hablar de Disney, pero en casa había otras prioridades y limitaciones. Nunca me quejé. No faltaron nunca la arena, amigos temporales de sombrilla (nunca #teamcarpa), 15 días de familia a full. Tampoco hubiera estado mal.
Año 1992. Juegos Olímpicos de Barcelona y Expo de Sevilla. Nieto de españoles con familia allá. Vamos!!! NOOO, recién tenemos laburo y está bueno. Aguantá

Año 1993. Me saco el gusto. Ya tengo vacaciones pagas y pido licencia adicional. Hago el triangular Buenos Aires-Madrid-Nueva York-Buenos Aires. Aerolíneas e Iberia. Y como me organizo si no tengo ni idea? Lo único que se me ocurre es un tour tradicional (Petrabax el operador) ya que no conocía a nadie de mi entorno que hubiera hecho otra cosa. Y no existía Internet aun. Pero por alguna razón jodida de mi parte, lo desarmo un poco (todo a pérdida), y en lugar de arrancar en Madrid, espero al grupo que venia de ahí en París desde un par de días antes. Disfruté a lo loco esos 5 días a mis anchas en la ciudad Luz, con la guía Michelin que me indicó la mamá de Pablo, aun hoy amigo. El resto del viaje lo disfruté, pero me di cuenta que no era la forma que quería viajar. Pasaron noches en Londres, Bruselas, Freiburg, Lucerna, Innsbruck, Venecia, Florencia, Roma, Niza, Barcelona y Madrid. Visita a la familia en Galicia. El comienzo del enamoramiento eterno de Nueva York. La parada por tormenta en Montevideo durante 12 horas sin poder cruzar el charco. Sin teléfono porque el Plan Megatel no nos había llegado. 40 días de casi desconexión total. Y con el rollo de que no me gustó el tema tour, así y todo me gustó. Pero no fue la prueba de fuego.

Primera foto. Recien aterrizado en Charles de Gaulle. Todavia volaba el Concorde

Me di el primer gusto. Lo invité a mi hermano que estaba terminando su carrera a hacer Disney y Miami. Nuestro último viaje juntos y solos. Un placer, aun cuando la cara nuestra se transformó cuando llegamos a un hotel en refacciones en Miami o cuando me negaba a pedir información en la calle cuando cada día nos perdíamos volviendo de los parques de Orlando.
Volví a la onda playa un par de años, pero porque necesitaba parar, ya me había metido en un MBA y algo más profundo que leer los chistes de la última página del diario lastimaba mi cabeza en el verano. Pero un trabajo que no me gustaba me trajo una sorpresa agradable: viajar a una convención a Las Vegas y trabajar unos días comprando ropa en Nueva York. Y con la plata de otro. Mujeres envidien la situación. Viaje con Ariane, una diseñadora con la que no nos llevábamos uauh, pero logramos llevarnos bien. El aire fuera de la oficina y el ambiente distinto aceitó la relación esos días.
Otro cambio de trabajo y ahí uno de mis jefes, Facundo, me pasa el dato de la chica que le armaba los viajes a la novia, hoy su mujer. Era Dolores González Orcoyen. Va con nombre completo porque si bien hacía su trabajo en su agencia medio boutique, pegamos onda y me ayudó en serio a planificar los viajes y llevar a cabo mis ideas. Con los años perdí contacto, no la encontré más y creo que se dedicó a la docencia. Pero mi gratitud es eterna y nombrarla es un pequeño homenaje. Quizás así la pueda cruzar de nuevo.
Ahí se agregaron Chicago, Canadá, Boston, Hawaii, San Francisco, Australia, Egipto, Costa Rica, Grecia. También toques de Argentina, mientras pudiera, conocía el mundo, que sabía que rumbo llevaría mi vida y hasta cuando poder hacerlo. El laburo me agregaba Chile, Uruguay, Panamá, Sudáfrica y Colombia

Esto que seguro ya no existe tal cual

Año 1999. Se venía el cambio de siglo, había que hacer algo distinto porque el mundo pasaba a tener 3 ceros juntos y las maldiciones que hoy te llegan por whatsapp, jamás llegarían a suceder si los de sistemas no hacían los cambios apropiados. Mejor pasarlos en la seguridad del primer mundo?
Se vino la locura. Dolores me ayudó. Armamos un viaje único e irrepetible. La familia, Mamá, Papá y Hermano nos íbamos a pasar las fiestas a Galicia, con toda la familia de Papá, el único viaje al exterior que hicimos los 4 juntos hasta ahora (Asunción y Foz de Iguazú no sé si cuentan). Soñado. Pero como me encantaba Sorpresa y Media y Julián me hacía llorar todos los domingos con reencuentros familiares de emigrantes similares a la mía que durante décadas no tenían más contacto que una carta, o llamado por línea fija, tenía que armar mi sorpresa y media. Le puso toda la onda. Hasta me consiguió un billete de papel que tenía un itinerario igual. La primer media sorpresa? 4 días en Nueva York. Justo antes de Navidad, como en la películas. La última vez que vi las Torres Gemelas. Y como me ayudó a soñar, las sorpresas siguieron en el viaje. Llenando el papelito verde de migraciones yanqui, a que hotel vamos? Pone la dirección que el nombre es difícil. 301 Park Avenue (juguemos al enigmático).

Los culpables del raspador

Y aun con lo perfecto del momento, el click vino después.
Casi todo pasó en los 90, donde me fue bien laboralmente, tuve suerte, buenos jefes, buena empresa, le puse garra y la apreciaron y retribuyeron. No dejaba de ayudar el dólar quieto y viajar con un amigo pata, que bajaba el costo de alojamiento a la mitad y que el dólar barato nos permitía hotelazos. Que más pedir.
Llegó la crisis de 2001 a Argentina. Caos. El dólar se cuadruplica. Pero la necesidad de escapar esta locura fue más fuerte. Ya sin Dolores, por mi cuenta armo algo que no había hecho hasta ese momento. Hostel. De 301 Park Avenue a hostel. Que shock? No, porque igual estaba en París, mi primer amor, y como la podés pasar mal, si siempre hay una baguette que te llena, de vez en cuando un gustito como una y solo una cerveza pero sentado en Champs Elysées viendo pasar la vida. Menos regalos para llevar. Me gusta el arte de regalar, pero encontré el detalle que podía pagar. El viaje en tren a Madrid un desastre, pero eso fue hace ya 16 años y aprendí como era el tema. Después llegué a Andalucía, con mi primer road trip a solas, un total descubrimiento. Finalmente, Galicia, a resolver raíces.

Tajo de Ronda

Hice lo que realmente me importaba: caminar, ir a los museos que me gustaban, estar con mi familia de allá unos días, enfriar mi cabeza de Argentina, que adoro pero que te quema de vez en cuando, y gastar menos en pavadas que antes ni me planteaba y esos euros (ahora sí existía el euro) destinarlos a lo que me generaba algo distinto, valor apreciable.
Hice el click. Lo importante era seguir raspando el mapa. La vida te sube y te baja. Sale como querés con suerte. Y si no, hacé lo posible para disfrutar de lo que te permita. No es justa, pero es vida. Los lujos hay veces que los podés tener o no, pero si te gusta viajar, el lujo es hacerlo, de la forma que te guste y puedas. Todo vale. Hay que animarse. Nada más y nada menos.
En este primer post están todas las pistas de lo que me gusta y como me organizo. No sé si es lo mejor, pero es la mía. Como dijo Juano, que en una tarde de cerveza en Acassuso me inspiró, te voy a contar mis techos y mis intemperies.

Por suerte, seguí raspando el mapa y pienso seguir haciéndolo. Espero ayudarte con el tuyo.

Raspando el Mapa

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