Mis tres pueblos de Alsacia

En 2016 compaginamos con unos amigos un encuentro en Europa. Aproveché para que previo al encuentro, pudiera recorrer algunos puntos de Francia que no había podido incluir en http://raspandoelmapa.com/2018/03/26/tour-de-france/

Luego de pasar por Metz, Nancy y Strasbourg, y antes de llegar a Freiburg en Alemania, dediqué el día a recorrer tres pueblos de ensueño de Alsacia: Riquewihr, Kayserberg y Colmar. Muy cercanos entre sí y con vistas y construcciones increíbles. Como toda la región, tiene una mezcla franco-germana muy especial

Riquewihr

Realmente es un pueblo mágico. Tiene menos de 2000 habitantes. Sus casas entramadas y plenas de color, en perfecto estado de mantenimiento, la convierten en un cuento mágico.

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Riquewihr – Hotel de Ville – Ayuntamiento

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La bienvenida a Riquewihr

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Rue du General De Gaulle – Riquewihr

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Casas del siglo XVII – Riquewihr

Está en plena ruta del vino de Alsacia, por lo que apenas saliendo de la muralla, cruzando la calle, se ven los viñedos de la zona.

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viñedos al lado de Riquewihr

Las casas fueron pensadas para la producción y almacenamiento de vino, con sótanos que hoy se transformaron en lugares de cata de los Riesling locales, así como de otras delicias, especialmente quesos.

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Sotano de venta de quesos

El pueblo en sí se recorre en un par de horas. Hay un parking cómodo en la entrada y por lo menos a mí, no me tocaron aglomeraciones humanas.

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Rue du General de Gaulle – Riquewihr

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Calle principal – Riquewihr

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Casas entramadas en madera – Riquewihr

En su calle principal, los bares y restaurantes te llaman a tomarte una pausa (y un tentempié)

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Muchos lugares para disfrutar vinos y la comida local

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Hoteles y restaurantes para conformar a los turistas de Riquewihr

La muralla aún se puede distinguir.

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Casas construídas sobre la vieja muralla medieval – Riquewihr

Una gran idea para viajar en el tiempo es salir de la pintoresca calle principal y adentrarse en los recovecos del pueblo. Tienen la magia del silencio y la tranquilidad de ausencia de movimiento.

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Viñedos al final de la calle

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La vida a una cuadra del centro turistico – Riquewihr

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Aun lo menos visitado mantiene el espíritu del pueblo

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Entrada trasera de Riquewihr

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Desagües y zuecos

Hay varias bodegas y por supuesto, bastante oferta gastronómica, pero no fue la idea del viaje en esta ocasión.

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Carruaje a la entrada de una bodega – Riquewihr

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Hotel en casa del siglo XVII

Preferí disfrutar de todas las casas del siglo XVII en su máximo esplendor.

Kaysersberg

Probablemente, viniendo de la joya anterior, te puede llegar a parecer poco Kaysersberg. Pero hay que disfrutarlo igual.

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Calle principal – Kaysersberg

Es un pueblo claramente más grande, pero por suerte esta peatonalizado, por lo que hay que dejar el auto en las afueras y disfrutar del lugar.

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las cigüeñas son parte del paisaje

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cementerio al lado del parking – Kaisersberg

Como todas las villas de Alsacia, está rodeada de las colinas de los Vosgos con sus viñedos.

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Vinñedos en los montes Vosgos

Sus casas también son del siglo XVII mayormente pero sus orígenes son romanos, por su ubicación estratégica entre la antigua Galia y el valle del Rhin. Era llamada la Montaña del Emperador (Caesaris Mons)

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Detalle de herreria en Kaisersberg

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Pozo de agua transformado en cantero – Kaisersberg

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Hotel de lujo con viñedo propio al fondo – Kaisersberg

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Fuente frente a la iglesia principal

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Nunca falta un lugar de té

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Colores en todos los detalles

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La hora de la siesta puede ser sagrada también en Francia

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Mediateca de Kaisersberg

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La gente va volviendo a caminar al pasar la tarde

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Está atravesado por un arroyo llamado La Weiss y hacen un fuerte control de todo tipo de reciclado.

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Sin ser vistoso, el ruido del agua da una paz adicional

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El establo junta todas las artesanias del pueblo – Kaisersberg

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Humor, necesidad y reciclaje ficticio – Kaisersberg

Colmar

Llamar pueblo a una ciudad de 70000 habitantes es como una contradicción. Pero la calma en la que se mueve la misma permite no alterarse en lo más mínimo.

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Plaza Unterlinden – Colmar

Comencé con la visita al Museo Unterlinden, que está en un monasterio del siglo XIII, y que no apabulla con una hermosa colección de arte religioso principalmente

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Museo Unterlinden – Colmar

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El museo está alojado en un convento del siglo XIII

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Altar de Insenheim – Museo Untenlinden – Colmar

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El arte religioso prima en toda la colección del Museo Untenlinden

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El último piso del museo es para muestras más contemporáneas

Satisfecho por el corte, recorrí la ciudad vieja, hoy centro comercial. Las casas mantienen las características de los pueblos anteriores, pero tiene algunos toques de modernidad que no alteran el resultado.

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Ciudad Vieja – Colmar

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Eglise des Dominicains – Colmar

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Sombrerería – Colmar

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Place de la Montagne Verte – Colmar

Muy cerca, está la Petite Venise (Pequeña Venecia). Un barrio atravesado por canales que era antiguamente ocupado por curtiembres.

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La Petite Venise – Colmar

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Zona de curtiembres hasta el siglo XIX – Colmar

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Bares y restaurantes reemplazan los viejos talleres – Colmar

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Iglesia de San Mateo – la Petite Venise – Colmar

Cada rincón sirve para tomarse un break o disfrutar de la producción local.

Comparten la pasión por los espárragos con los alemanes.DSC03663

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Temporada de espárragos en los mercados – Colmar

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Marche Couvert de Colmar

Como nota de color, aquí nació Bartholdi, el escultor de la Estatua de la Libertad.

Al caer la tarde emprendí el camino hacia Freiburg, del otro lado de la frontera, pero probablemente en otra visita, me quede al meno una noche para disfrutar aun más de los secretos de la región y de la iluminación de Colmar por las noches, que dicen, es especialmente hermosa.