Escuchando el podcast de QuizViajero sobre Australia, me dieron muchas ganas de ponerme a escribir sobre este país increíble, que me dio mucha envidia cuando lo visité y que desde entonces, no ha parado de crecer.
Como podés ver en Bitácora de viajes en el año 2000 recorrí más de la mitad del país continente, en lo que terminó siendo uno de los mejores viajes de mi vida, por la cantidad de cosas diversas que pude hacer y la posibilidad de recorrer tanta diversidad geográfica en un solo viaje.
Venía postergando la crónica porque las fotos, obviamente, son de papel y más limitadas. Seguro además que las ciudades cambiaron de aspecto. Pero el gusto por el destino es más fuerte.
En este post, me voy a centrar en las 2 principales ciudades que recorrí: Sidney y Melbourne.
Como país joven, uno no visita particularmente las ciudades por los edificios históricos. Sin embargo, en este caso, en cada caso tienen su cuota de sectores históricos, aunque su principal atractivo es diferente en cada caso.
Sidney, la favorecida
Sidney se destaca rápidamente por la belleza de la bahía que hace de epicentro de la ciudad. Si bien está más desarrollada de una de las márgenes, la misma es absoluta protagonista de su belleza.lo
Es una ciudad sumamente moderna (y hablo del 2000 cuando todavía no tenía el fuerte impacto de crecimiento de este siglo, que fue aun más bestial) y su centro comercial no tiene casi vestigios de construcciones antiguas.
La Opera de Sidney es un edificio totalmente atrapante, desde el aire, el agua y la tierra. Si hubiera ido con cámara digital, hubiera sacado miles de fotos del mismo. Y estamos hablando de algo diseñado en los 50, inaugurado en los 70 y que permanece absolutamente vigente. Hoy todavía luce desafiante. Es la estrella principal de la bahía. Tanto, que años después, en 2007, fue declarada Patrimonio de la Humanidad.
Su fiel acompañante es el Puente de la Bahía. Un puente de arco, de acero, nada particular en sí, pero que tiene un emplazamiento único. Y por suerte, se puede acceder a caminar sobre su arco o a sus pilares (lo que hicimos finalmente), desde donde se pueden sacar fotos espectaculares.
La bahía es tan bella que uno no puede más que tratar de recorrerla para apreciar desde la costa o el mar mismo su belleza.
Pegado al puente está la zona conocida como The Rocks, la parte más antigua de la ciudad, donde se pueden encontrar ferias y bares.
No fuimos a las famosas playas de Manly y Bondi, ya que preferíamos otras actividades (playa habría después) y la verdad, el cambio de horario fue fatal.
Una excursión que hicimos fue ir a Blue Mountains, un parque cerca de la ciudad, donde el reflejo de la luz en el vapor del aceite de los eucaliptus da una tonalidad azul. Sinceramente no la vimos, aunque puede deberse a las condiciones de cada día.
De todas formas, el entorno es muy lindo de vegetación y vistas. Katoomba es la parte más popular, donde hay un tren muy empinado que lleva a los senderos. Ahí cometimos el error de recorrer un poco los mismos y tardamos 10 minutos más de lo que nos habían asignado libre y directamente nos dejaron a pie. De más está decir que nunca más llegamos tarde a nada contratado. De todas formas, ahora es mucho más fácil ubicarse con mapas y transporte y no es algo que requiera de una excursión para ir desde la ciudad. Pero en esa época, no había internet, celulares ni nada de lo que nos facilita la vida de viajero.
Finalmente, otra cosa que destaco, a pesar de no ser fan, es el Acuario. Nos resultó sumamente útil para entender lo distinto que es Australia el resto del viaje y la importancia de respetar todos los límites que marcan los carteles de advertencia. Es muy probable que lo que encuentres muchas veces te suene exagerado (por venenoso, abundante, escaso, etc) pero aseguro que termina siendo así.
Melbourne, la de personalidad
Fue el siguiente paso en el viaje. Si bien suenan parecidas, y lo son en tamaño, es distinta.
Sí tiene su zona más moderna, pero le encontré dos puntos de distinción. Uno es más cultural que Sidney. No necesita de la Opera como para destacarse, sino que se vive en la ciudad un ambiente mas diverso y acogedor que en Sidney. Eso se traslada a los deportes, ya que se destaca más que la mayor ciudad de Australia (tuvo sus olimpiadas en 1956 y es sede de más torneos importantes)
El otro es que si bien no tiene un barrio histórico definido como Sidney, hay más construcciones antiguas diseminadas por la ciudad que apaciguan el acero y vidrio de lo moderno. La torna a mi gusto, en más acogedora.
Tiene su bahía, pero no es tan vistosa. Se aprecia mejor recorriéndola para apreciar su inmensidad.
Una visita ineludible en la zona es el Great Ocean Road, una ruta en la costa del mar que con sus acantilados va generando vistas y formaciones hermosas.
La más conocida son los Doce Apóstoles, que son promontorios que fueron quedando aislados por la erosión.
De los iniciales pilares, algunos han ido desapareciendo por la erosión misma que los creo. La más notable es la del Arco de Londres, que estaba unido al continente formando un puente de dos arcos y cayó el primero, dejando a dos turistas durante horas aislados, hasta que un helicóptero pudo rescatarlos.
Contrapunto final
Me ha pasado en una ocasión cruzarme con una pareja oriunda de Melbourne y que me preguntaron, como un partido de futbol, para cual de las dos hinchaba.
Antes de la respuesta, queda claro que estas dos ciudades deben vivirlo como una competencia entre ellas, con algún signo de superioridad de Sidney por su tamaño y belleza natural.
Pero mi sensación es que si bien la favorecida por la naturaleza es Sidney y permite apreciarla más rápidamente, cuando te involucrás un poco más con la ciudad, Melbourne saca ventaja.
Las dos son claramente cosmopolitas y reciben muy bien al extranjero, mereciendo su tiempo de visita.
Ojo con el jet lag, la primera que pisas, lo va a sufrir.
Muy linda publicación y fotos, Hernán. Qué loco es que, en esta era digital, muchos aplican filtros «crema» o «retro» para obtener fotos con ese aire nostálgico que es tan auténtico en las de tu post.
Más allá de la descripción entretenida que hacés de ambas ciudades, me gustó el remate o cierre de la narración que incluiste sobre el jetlag. Diez puntos.
Jaja, es verdad que esto es retro en serio!! Y el caso del jetlag es tremendo aca. Gracias por los aportes
[…] del impacto positivo que fue visitar dos ciudades hermosas como Melbourne y Sidney (Sidney y Melbourne, el contrapunto), nos vendrían en la programación del viaje (una vuelta completa hasta la mitad de Australia), […]
[…] La primera nota sobre el viaje fue sobre las dos principales ciudades de Australia (Sidney y Melbourne, el contrapunto) […]
[…] Sidney y Melbourne, el contrapunto | Raspando el Mapa […]