Una de las visitas más mencionadas cuando se va a San Francisco es Sausalito. Efectivamente, queda del otro lado del Golden Gate y es una perfecta excusa para cruzarlo. Aviso, solo se paga peaje cuando entras a San Francisco y sale USD 8 cuando no tenes el fast track o USD 7 si lo tenés.
En esta visita lo hice llegando desde Napa Valley (como conté en este post http://raspandoelmapa.com/2018/08/20/napa-valley-la-segunda-oportunidad/).
Mi intención fue visitar nuevamente Muir Woods, un hermoso y pequeño parque de sequoias del otro lado de la costa, la que da a mar abierto. Lo hice en la primera visita a San Francisco y me había encantado. Pero me encontré con la novedad que desde enero de 2018 había que comprar las entradas con anticipación, porque estando tan cerca, se nota que el parque rebalzaba de gente y se tuvo que controlar el ingreso. Les dejo el link para planear su visita https://www.nps.gov/muwo/planyourvisit/index.htm
Pero para que no se queden con las ganas, les dejo algunas pocas fotos de la época rollo fotográfico.
Como el viaje es un trechito montañoso algo tortuoso y no me iba a quedar con las ganas de algo de naturaleza, seguí hasta Muir Beach. Es una pequeña playa entre las montañas, con algunos senderos para recorrer a gusto y placer, sin muchos servicios, pero con lindo ambiente de gente disfrutando el día. Mucha barbacoa vi por ahí y los envidié un poco.
Como el hambre comenzó a aparecer, volví para el lado del pueblo. Para que se ubiquen es realmente el otro lado de la bahía, con toda la protección del mar abierto, con las montañas que dejan pasar la bruma de a ratos y que permite un aire distinto a la gran ciudad que está enfrente.
No es barato alojarse ahí, ya que hay poca oferta y lo pintorezco lo cobran. Hay muchos barcos en su puerto deportivo y si no van a ir a Muir Woods, se puede cruzar con barcos que salen de la zona de Embarcadero en San Francisco, hay dos compañías de ferries cerca entre sí y tardan media hora. Se puede cruzar con la bici (muchos cruzan el puente y luego vuelven en ferry).
El pueblo es muy lindo, vale la pena caminarlo y además hay oferta gastronómica de todos los niveles de precio.
Tengan precaución de leer bien los carteles de estacionamiento, ya que hay lugares pagos y otros gratuitos. Como siempre, cuanto más cerca del centro, más caro es. Pero las distancias son más recorribles y de paso se ven barcos y veleros de todos los tamaños.
Una de las cosas que más me gusta es la vista de San Francisco, pero depende de la bruma. A mi me tocó mucha bruma en medio de la bahía, por lo que Alcatraz, los barcos y la ciudad misma se veían fantasmagóricamente.
Vale la pena la parada. Es un pequeño encanto que solo está a un puente de distancia.