Chateando en estos días sobre la Ruta Romántica con otros fanáticos de Alemania, me surgieron ganas de escribir sobre ella a partir de comentarios y recomendaciones.
Tuve la oportunidad de estar dos veces. La primera en 2013 en un recorrido por Alemania y Austria. Fue de paso como la gran mayoría de los que transitan la inagotable Ruta Romántica. La verdad que en ese armado no había tomado tan en cuenta ese recorrido y fue casi lo único que hice de la misma. Me hechizó tanto, que me prometí volver y quedarme por lo menos una noche para verla cuando los contingentes siguen viaje. Se dio en 2016 y fueron dos noches, ya que además, al encontrar una hermosa posada a buen precio, la usamos de base para recorrer otros puntos de la ruta.
Realmente se le puede dedicar un día completo. Es tan bella, que tiene además de su historia arquitectónica, una historia de rayo de luz en el medio de la tragedia de la Segunda Guerra Mundial. Cuentan que los aliados, al momento de capturarla en 1945, dieron la orden de bombardearla. Pero la madre de un militar la había visitado y le había contado de su belleza. Este militar norteamericano (John Jay Mc Cloy según Wikipedia), recordando esto, intercedió para que se le pidiera la rendición antes de ese ataque. Por suerte, el militar alemán a cargo de las tropas de la ciudad, no dudó en rendirse sin batalla. Por ello, además de bella, esta joya medieval es tan original que no debió ser reconstruida.
Es una ciudad amurallada. Lo primero que pasa es que uno puede ingresar con el auto y circular en algunas calles específicas, y atravesar esas pequeñas puertas pensadas para otro tipo de carruajes es como entrar en otra dimensión.
Toda la construcción dentro de las murallas es increíble. Se mantiene perfecta en todos los aspectos y uno puede caminar con una sonrisa de oreja a oreja.
El ayuntamiento es una de las tantas bellezas que verán. Se puede subir a su torre y ver esos tejados tan característicos de la época y tener una hermosa perspectiva desde el centro mismo.
La muralla es otro punto a recorrer. Además de ir obteniendo pequeñas postales a través de sus espacios para defensa hacia el exterior, la posibilidad de ver las casas desde su parte interna es increíble.
En Rothenburg todo el año es Navidad. Hay varios comercios especializados en adornos navideños, que si bien no son del todo baratos, es imposible no tentarse al menos con pequeños recuerdos. Es enorme la variedad y uno se transporta no importa en que época del año estamos.
Como en toda Alemania, hay iglesias. Si bien no son su característica más saliente, vale la pena la visita.
El Burggarten es otro de los puntos que realmente cambia con el pasar del día. Es un hermoso jardín en una saliente de la ciudad, cuidado perfectamente. Pero al atardecer, cuando esa cantidad de turistas que están de paso parten, gana en tranquilidad, que se suman a los cambios de luz del atardecer y se pueden disfrutar casi en soledad las vistas de la muralla que tiene gracias a su ubicación
Ya sobre el río Tauber que pasa a su costado, hay un bar donde ir a tomar un rico vino blanco alemán o una cerveza y descansar antes de la cena en el medio de un inigualable bosque. Gaststätte unter den Linden se llama (restaurante bajo los tilos).
Las vistas desde afuera de la ciudad también valen la pena rodear la ciudad para apreciarla en forma totalmente distinta.
Un dulce típico de la ciudad son las schneeball (bolas de nieve), que son una bola de masa quebrada, a veces rellena de mazapán y originalmente cubiertas de azúcar impalpable. Hoy tienen muchas variedades de glaseado y también sin mazapán. Casi imposible no encontrar una de tu agrado.
Un pequeño descubrimiento fue un restaurante, donde no me mataron en precio, se come bien y tiene una decoración que uno siente algo del medioevo. Fui en ambas ocasiones. Se llama Zum Pulverer y está apenas saliendo del Burggarten.
Sea de la forma que sea, si estás cerca, esta ciudad es imposible de saltear. No te la pierdas. Pero al programar, imaginá como se vive de noche.
Excelente nota! Dan ganas de visitar ese lugar
Gracias. Ni lo dudes si andas cerca
Muy interesante y muy lindas fotos !! 🙂
Gracias amigo
Hola!
Siempre es lindo leer sobre este rincón de Alemania y recordar las experiencias propias.
Es un lugar dónde el tiempo se detuvo…
Como te comenté en Twitter, hermoso post para una bella ciudad medieval, que tengo muy pendiente de conocer. Gracias por compartilo!!!!!
Gracias Karina. Una visita a la región no puede saltearla. Alemania es sorprendentemente bella