La segunda ciudad de Francia no está normalmente en los circuitos turísticos pero les aseguro que aun viniendo de una semana en París en 2015, superó totalmente mis expectativas.
Fundada por los romanos en el 43AC, fue efectivamente capital de las 3 Galias. Evolucionó pero cada época de fue dejando su impronta.
A pesar de su tamaño, lo que se recorre tiene una dimensión humana. Ideal para usar su sistema de bicicletas público. Tiene una enorme ventaja: tiene dos ríos que la recorren a lo largo, el Rodano y el Saona. Además, tiene la Basílica de Notre Dame de Fourviere en lo alto de una colina, que prácticamente se ve de toda la ciudad. Y del otro lado, si queda alguna duda, está la torre del Credit Lyonnais. Casi imposible perderse.
Llegué en TGV, donde tardé dos horas contra cinco que me hubiera llevado manejar desde París (además de ahorrarme un par de días de alquiler y estacionamiento).
Luego de instalarme, comencé a recorrer el centro, llamado Presque’isle (casi isla) por estar rodeada por tres lados por los ríos mencionados.
Los edificios son muy del estilo de París. Por lo tanto, en otra dimensión y con su propia impronta, recuerda mucho a la capital de Francia.
Algunas de sus fuentes como la de la Place des Jacobins, por una intervención temporal, estaban adornadas/cubiertas por flores.
La principal plaza por su tamaño es la Place Bellacour. Con jardines en un costado, pero fundamentalmente seca. Hacia el norte se desarrolla el centro comercial actual y termina llevando a otros puntos importantes de la misma, como la Ópera, el Ayuntamiento y el Museo de Bellas Artes.
Este último vale la pena ser visitado. Tiene una colección diversa y es el principal museo de arte de la ciudad. Está en la Place de Terreaux, donde está una fuente de Bartholdi, el mismo que diseñó la Estatua de la Libertad (homenajeada también en el museo)
Al cruzar el Saona, cuyas riveras son las más animadas, se llega al Vieux Lyon. En él, St Jean Es el barrio renacentista más característico de la ciudad y que debería el principal lugar a recorrer de día y noche.
Ahí están la mayoría de los característicos bouchons, bodegones, donde se puede saborear la comida francesa en menues muy variados y completos. En particular me encantó Le Vieux Lyon, con propuestas completas y baratas. Superrecomendable. Ahí probé la típica Tarta de Praline Rojo (tarte aux pralinés)
Este barrio está al pie de la colina Fourviere y se puede recorrer subiendo hasta la Basílica de Notre Dame que domina la ciudad con unas vistas increíbles. También hay un funicular para los que prefieren hacer el recorrido cuando bajan.
En lugar de volver a St Jean, aproveché para ir bajando hacia el sur y recorrer algunos vestigios de las ruinas romanas, ya que en esta colina fue donde se fundó la ciudad.
Del lado del Rodano es una zona un poco menos atractiva, pero hay un complejo llamativo de piscinas públicas sobre el rio.
Cruzándolo hay un mercado, Les Halles de Lyon, moderno, con una amplia oferta de alta gastronomía, la mayoría para llevar, ya que los lugares quedan rápidamente cubieros. Son muy característicos los de pastelería.
Estos mercados y los que aparecen en distintos lugares de la ciudad, como los comercios especialistas marcan por qué es la capital gastronómica de Francia, bajo la influencia de Paul Bocuse, creador de la nouvelle cuisine. En Lyon, a todo nivel de precio, se come bien.
Como ciudad que siempre evolucionó, tiene un barrio bastante céntrico, en la península donde se unen ambos ríos, que es claramente un desarrollo moderno pero a la vez, muy agradable.
Tiene un shopping bastante abierto, edificios con mucho diseño y en la confluencia misma, está el Musee des Confluences, que no visité, dedicado a la antropología y evolución del hombre y al sociedad. Se inauguró en 2014. El edificio se puede apreciar en un video que recomiendo ver, en la página de museo
http://www.museedesconfluences.fr/fr/visit-museum
También tuve tiempo para ir más al norte (siempre distancias relativamente cortas) al barrio Croix Rousse, que al estar sobre otra colina del mismo nombre, entrega otras vistas y perspectivas. Tuve la suerte de que hubiera una feria cuando lo visité.
Desde esa visita, no dejé de recomendar la ciudad a los que desean ir a la Provenza desde Paris, ya que es una hermosa transición. Ciudad con mucha historia, hermosa arquitectura (de hecho, es la segunda ciudad en superficie declarada Patrimonio de la Humanidad) y a la vez, escala humana para recorrerla comodamente en dos días. Y no se van a arrepentir de probar su haute cuisine.
Hola! visité esta ciudad en el 2005, me encantó todo y en especial la Notre Dame de Fourviere.
Como en esa época le daba prioridad a filmar los recorridos, no puedo recordarla viendo fotos como hago con los destinos que visité años después y este post taaaaan completo me viene genial para fijar esos momentos.
Gracias por llevarme a Lyon! Besos!
es un honor llevarla a Ud de viaje Sra Betty. Gracias
Que placer leer este post. Como dice Bety, nos hiciste viajar a Lyon con tantas fotos.
Y en tu manera de contarlo se notaba lo que te disfrutaste esa ciudad.
Ojalá algún día pueda pasear por ahí, seguro releeré el post para exprimir al máximo el paseo.
Falta mucho para el próximo ??
Gracias ReM
Gracias Doc. Cuando te gustó un lugar, es facil transmitir el entusiasmo. Me encariñé con Lyon y es de esos lugares que nadie vino y me dijo, andá. Y la pasé bárbaro.