Mi segunda visita a Los Ángeles sirvió para confirmar que es una ciudad que tiene sus inconvenientes, principalmente relacionados con su extensión y tránsito, pero que, armada apropiadamente, la visita puede ser muy provechosa.
Primero hay que saber es si bien hay veredas, hay muy poca gente caminando, no importa por donde estés.
Como en pocas ciudades de las que estamos acostumbrados, se depende de los medios propios de transporte, es decir, casi no conozco a nadie que se mueva sin auto. Se puede pedir un Uber o taxi, pero imagino que las distancias a algunos lugares lo pueden transformar en una pesadilla presupuestaria.
Lo principal es planear por zonas. Así lo hice en esta visita y resultó muy bien.
Me alojé en Marina del Rey, cerca de Venice y Santa Mónica. Un hotel tranquilo, limpio, mal desayuno, y con cochera, un gasto menos por noche. Porque vas a pagar varias veces en el día.
Como llegué tarde (el viaje fue de día con cambios de horario a favor) por lo que llegué prácticamente para ir a la cama. Solo aproveché los horarios extendidos en los supermercados (Target en este caso) para extender el día y tratar de coordinar sueño y huso horario, a la vez de comprar algunas macanas, como agua y snacks para el día.
Primer día, viernes laborable, lo dediqué al downtown. Ha mejorado en habitabilidad desde mi visita anterior pero nunca recomendaría quedarse ahí alojado, salvo que sea lo único que vayas a visitar.
Hay dos museos increíbles que merecerán post propios, The Broad y el Contemporáneo. El primero es un edificio que alberga la colección del Sr y Sra Broad, de los 4 principales donantes del LACMA, el museo más importante de la ciudad.
A este magnífico edificio (sólo esto merece ser visitado) trajo algunas de las obras más contemporánea (tiene en ambos museos partes de su colección). Es espectacular, desde que se ingresa. Es gratuito, pero se reservan la administración de cantidad de gente, por lo que recomiendo un mes antes de la visita reservar un lugar para ingresar por la página. La cola enseguida se hace de una hora de espera. También tiene una app para describir, en inglés, las principales obras. Se puede bajar gratis y escuchar desde tu teléfono.
A una cuadra, está el Museo de Arte Contemporáneo. Perfecta complementación del anterior. Más tradicional en su concepción edilicia pero una clara complementación al anterior en cuanto a obras. También es chico aunque no es gratuito. También incluye al edificio Geffen (a unas pocas cuadras) pero que no pude visitar porque estaban cambiando las muestras.
Enfrente están el Walt Disney Concert Hall, y el Dorothy Chandler Pavillion (suena a Oscars antiguos y Emmys). El primero con un característico diseño de Frank Gehry, donde está la Filarmónica de Los Ángeles. Le debo aun una visita. En el segundo, hay otro tipo de presentaciones pero también es una sala.
A distancia de caminata está la Catedral. Moderna, completada a comienzos de siglo 21, tiene detalles que la hacen interesante por su tamaño y lo estilizado de su diseño.
Un poco más allá está el viejo pueblo de Los Ángeles, con los pocos edificios que quedan originales de está ciudad de poco más de 200 años. Es la zona mexicana por excelencia y la calle Olvera resalta con la cultura del vecino país, con todo tipo de puestos de puestos de “artesanías” (sospecho muchas no originales), y lo mejor, comidas para probar, de las que me animé a los beef taquitos de Cielito Lindo (NO PICAN). Muy buenos, pero ojo con el movimiento de la salsa de palta.
Se puede recorrer el resto de las calles pero salvo ver más de cerca las torres, no encontré mucho. Hay algunos bares de terraza, como es la moda, y de hecho hay una experiencia de AirBnb para escuchar jazz de un grupo liderado por un argentino.
También está Union Station, la graciosa estación de trenes de la ciudad, que había visitado en la primera ocasión y que omití en esta.
Recién llegamos al segundo día. Apunté al LACMA (Museo del Condado de Los Ángeles). Este lleva bastante tiempo recorrerlo en todos sus edificios, unidos por espacios abiertos que te permiten cortar la sensación de encierro por largo tiempo. Evité las cosas que no me resultan de mayor interés, pero hay para todos los gustos. Es salvando las distancias, el equivalente del MET de Nueva York.
Las muestras temporarias resultaron de lo mejor, y viendo cuales son los museos que le ceden obras para las mismas, se termina de evidenciar el prestigio de este y su poder de negociación.
Este cobra entrada y se puede estacionar debajo del mismo, muy conveniente para la duración de la visita y aprovechar actividades cercanas.
Se puede almorzar en sus bares o restaurantes o en los food trucks que se estacionan frente (la entrada y salida es libre una vez pagado).
En el mismo predio están los pozos de brea (The La Brea Tar Pits). Son piletas de agua y alquitrán, donde fluyen burbujas de gases (metano) y que fueron atrapando animales y plantas, que se conservaron y se exponen como fósiles en el museo adjunto (dicen ideal para niños). El olor de las burbujas que salen permanentemente se siente en el ambiente y se parece a cuando están asfaltando una calle. Hay piletas que se siguen explorando.
Los fines de semana además hay otras actividades. Ese sábado era un concierto de jazz latino.
Enfrente está el Petersen Automotive Museum, un museo del automóvil que no visité aunque me lo habían recomendado (no lo hice porque privilegié otras prioridades) pero que por el edificio en sí, no debe ser una colección improvisada, más sabiendo el amor de los angelinos por sus autos.
Cerca de ahí (yendo en taxi o caminando o algún colectivo) se llega al Farmers Market. Un mercado para comprar provisiones o simplemente comer. Hay oferta todo el día para comer las comidas más diversas y viajar un poco sin salir de la ciudad.
A su lado, hay un shopping a cielo abierto, con mucho movimiento por el fin de semana largo (memorial day) y con las marcas líderes habituales. A su alrededor hay más grandes superficies para terminar de agotar el día, como Wholefoods, Bed Bath and Beyond, Ross. KMart, The Container Store y otras.
Fui, en la peor decisión por combinación sábado y transito, al Observatorio Griffith. Antes de llegar a él, hay un Teatro Griego, que los sábados tiene actividades al atardecer, hora que se completa el Observatorio, por ser la mas deseada. Se suman dos caos de tránsito. El estacionamiento es limitado. A pesar de eso, tuve gran suerte de encontrar lugar de alguien yéndose apenas logré llegar (eso fueron unos 45 minutos).
El parque tiene una vista hermosa. Se ve el cartel de Hollywood de costado y la ciudad a medida que anochece, tomando otra dimensión.
También había 3 telescopios chicos para ver la luna casi llena. Y si uno lo deseaba, también está el grande. Son segundos que se pueden disfrutar pero es algo distinto, que por suerte se trató de la luna casi llena. El parque es muy lindo y también es recomendable hacer algunas caminatas por sus senderos si tienen tiempo. En el momento de irse, traten de hacerlo antes de que salga la gente del teatro.
Apenas oscureció partí a Amoeba, una disquería que recomendó Quiz en su visita previa. Hay de todo para todos en todos los rubros. Cosas buenas en todos los rubros, música o relacionado. Si te interesa algo el tema, vale la pena. Está sobre Sunset Boulevard.
La noche fue en Santa Mónica, que tiene bastante movimiento cualquier día. Además, tiene estacionamientos públicos con un período gratis de 90 minutos y muy barato por el tiempo adicional (1.25 por hora)
También hay muchos comercios de los habituales. Pero llegué cuando todo estaba cerrado y me fui al famoso muelle.
Es un parque de diversiones de épocas pasadas, tranquilo y tradicional, pero sin mucho que entusiasme, salvo por sacarse las dudas y ver el final de la famosa ruta 66 que arranca en Chicago.
El último día fue para el complejo Getty. Museo y edificios con jardines totalmente diseñados exprofeso para disfrutar desde todos los sentidos.
Una colección de lujo, de todas las épocas, sin profundizar en ninguna, pero con un digno pantallazo de cada una. Lo mejor son los impresionistas y el arte decorativo.
Tan impactante como las colecciones son las vistas del edificio. Valen la pena la visita, incluso como alternativa al Observatorio, salvo que las horas son más limitadas y el estacionamiento es más caro (el museo es gratis)
Los jardines son para descubrir diseños nada tradicionales.
Todo está hecho para disfrutar, arte y arquitectura. Hasta para subir hay un pequeño tren o se puede hacer caminando.
Hay un bar muy accesible para cortar al mediodía.
La tarde fue para escapar a Venice, donde me había alojado en el viaje anterior. La zona supo ser un lugar de muy mala fama. Pero fue cambiando. Ya en dicho viaje no había tenido problemas, pero ahora es mucho más entretenido.
Son mundos extremos conviviendo. Hay mucho movimiento hippie, algo marginal, pero cada vez mas hay pequeñas casas en sus canales que traslucen otros gustos y lujo.
Sobre el famoso boardwalk (la calle sobre la playa) es un mundo de baratijas, aromas hippies, personajes graciosos y bizarros y mucho turismo curioso, conviviendo en paz (y mucho control policial). La vista es totalmente agradable si te relajas.
Tip: deja el auto un poco más lejos y bajas de 30 a 15 dólares la estadía.
Hay muchos restaurantes pero no tanto como en Santa Mónica.
Caminen, mézclense entre la gente, miren y déjense mirar.
Este viaje repetí poco del anterior (Lacma, Getty, Venice y Santa Mónica). No hice Hollywood (una de las mayores desilusiones de la ciudad), Pasadena (tiene otro museo espectacular, Norton Simon, de una colección privada), Rodeo Drive ni los parques de Disney y Universal o algunas partes del Downtown como Union Station. Creo que fue un salto de calidad, ya que es una ciudad que trata de salir de sus prejuicios culturales, sin dejar su esencia latina y contraponiéndose a las sus malas decisiones de transporte.
Hay mucho para hacer y puede ser un excelente punto de comienzo de una visita a la región (como hice en ambas ocasiones)
Mientras te leía, pude imaginarme a mi misma recorriendo esos sitios. He visitado Los Ángeles en dos ocasiones, pero la primera vez tenía cinco años, así que francamente no recuerdo mucho. La segunda fue el año pasado, pero mi destino original era San Francisco, así que solamente visite el paseo de la fama de Hollywood y el parque de Disneyland en Anaheim. Aún así tengo gratos recuerdos, pero sin lugar a dudas me habría gustado conocer mucho más. También camine por el muelle en Santa Monica, y confieso que ese corto tramo me enamoro, el pasear por ahí y escuchar cantar o tocar sus instrumentos a los artistas callejeros.
En fin, me han encantado todas tus fotos.
Saludos
gracias!!! Me encanta que me digan que se sienten movilizados por las fotos y el relato. Es una ciudad con rincones hermosos y otros trillados, pero vale la pena
Hola! hay rincones que me gustan… vos y tu tocayo me van a convencer de conocerla algún día, por ahora la disfruto con este paseo virtual:)
cada uno conoce sus gustos y momentos. Ya vas a encontrar y sentir el gusto. Es una ciudad no de las faciles, pero que en un par de visitas distanciadas pude apreciar su mejora. Totalmente distinta a nuestra querida Alemania. Pero tiene su savoir faire. No se sienta presionada!!! jaja
Espectacular. Que gran post!! Las fotos me encantaron. En especial me dió muchas ganas de conocer el museo del Sr y Sra Broad, de los 4 principales donantes del LACMA.
Y también los jardines del complejo Getty. Que lindos!!
Donde estaba todo esto cuando yo fui a Los Angeles?
Gracias Juanito. No sé cuando fuiste, pero lo del Sr Broad es nuevito. El Getty está más lindo aun que la primera vez que fui pero ya tiene algunos años. Los museos tendran post propio por lo que me gustaron. Estate atento
Excelente post! Un placer encontrar este blog! Te iré molestando con consultas variadas jajaja
Me alegra que te haya gustado, y no hay problema, su pregunta no molesta
Uf!! Un montón de datos tengo para sacar de este post. Ahora hice solo una lectura rápida. En estos días lo leo de nuevo con el mapa en la mano y comienzo a tomar nota de todo. Morí por Venice Beach y el Complejo Getty. Ya los he convertido en imperdibles!!!
Lo que necesites. Gracias por el comentario