Llegando de Gales y yendo a Escocia, una forma de hacer una parada reparadora, fue hacer una noche en Lake District, en la zona de Cumbria.
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Es una región llena de montañas (las más altas de Inglaterra, pero no mucho), con lagos de origen glaciar muy profundos, con lo que habría reparadores paisajes para oxigenar la mente.
No me equivoqué. Elegí el lugar más conocido (son todos pequeños pueblitos) que era Bowness on Windermere. Windermere es el lago y Bowness es el pueblo con el puerto principal del lago.
El lago tiene una isla enfrente y esta todo rodeado de hoteles, complejos y casas para pasar unos días. Está lleno de veleros, ya que hay espacio y viento para disfrutar.
En la zona se pueden hace todas las actividades que se imaginen. Senderismo, andar en bicicletas, navegar, remar, y crucerear, que fue lo que preferí.
El pueblo es muy pequeño y uno tiene que ir preparado para recorrer de alguna forma la zona.
Está el museo de Beatrix Potter (la escritora de los cuentos infantiles de Peter Rabbit) que está dedicado a niños y japoneses (fanáticos, detrás de Hello Kitty)
Para recorrer el lago hay varios circuitos y en todos te permiten bajar en algún puerto para recorrer el pueblo y volver en un barco posterior.
A lo largo del recorrido se rodea la isla y se pueden apreciar las casas, ninguna pequeña.
En el camino se ven numerosos lugares donde calan veleros, gente que navega con sus perros o simplemente se dedica al deporte nacional: picnic
Yo hice eso con Waterhead y caminé hasta Ambleside que es un pueblo muy pintoresco.
Su atractivo principal es la Casa Puente (the Bridge House) que es una minúscula casa hecha sobre un puente en pequeño arroyo que la atraviesa. Esta curiosidad servía para entrar a los terrenos de las plantaciones de una de las familias del lugar. Es del siglo 17 y llegó a vivir una familia de 8 en ella.
En ese momento, cerca del muelle había un simpático caleidoscopio gigante apuntando al lago. Como para sentirse un enano y volver a nuestra niñez.
Siempre hay requerimiento y tiempo para un tentempié reparador.
El atardecer ya me tomó de nuevo en Bowness. Si bien el día había carecido de sol, siempre es hermoso cuando el horizonte le permite lucirse un poquito.
Como dato, paré en el Bed and Breakfast llamado The Old Courthouse, altamente recomendable.