Carmel-by-the-Sea, como es su nombre oficial, es un pequeño pueblo de menos de 5000 habitantes, que sirve de balneario para gente de muy buen poder adquisitivo, sobre la imposible Ruta 1 (imposible porque en dos visitas a la región, nunca la pude recorrer, incendios y derrumbes mediante).
De hecho, llegué por la 5 y 101, donde el desierto, cigüeñas petroleras y algunos viñedos fueron parte del paisaje.
Es una joyita junto al mar, que puede servir como base para recorrer el área (Monterey, que es una opción mucho más económica, Point Lobos y el camino de 17 millas, incluso para explorar Big Sur).
Además posee una de las playas más lindas, Carmel Beach, de arena bien blanca y fina, que invita a pasar el día y disfrutar de unos atardeceres de ensueño.
Siempre se desarrolló como una zona de artistas que van a establecerse para desarrollar su arte, por lo que hay muchas galerías y lugares de decoración.
Además, Clint Eastwood fue su alcalde en 1986, lo que le otorgó un poco más de notoriedad entre los numerosos puntos atractivos de la costa californiana.
A partir de la playa, el pueblo se desarrolla en pendiente y su calle Scenic Drive permite ver esa primera línea de edificación, lujosa, pero sin dejar de mostrarse.
El punto final en Carmel Point, la punta sur de la playa, donde la vista y atardecer hacen las delicias del caminante.
Hay incluso una casa diseñada por Frank Lloyd Wright, la Clinton Walker House
Más allá del Carmel Point, aparecen otras playas que están acompañadas por más vegetación del parque Carmel River.
Al caer la tarde, se arman fogones en la playa.
Volver caminando por las calles internas permite descubrir otras casas hermosas, de nuevo, sin exceso de ostentación, pero con detalles que permiten palpitar buena vida.
La noche es tranquila, pero el centro tiene muchas ofertas gastronómicas y es otro de sus puntos fuertes con respecto a Monterey.
Pegado a la ciudad está el camino de las 17 millas, pero eso será parte de un post propio.
Da toda la impresión de ser un lugar donde todos se conocen y no hace falta ocultarse con altos muros y de paso, a los visitantes, nos permite disfrutar un poco de un lugar muy particular.
[…] desde Carmel By the Sea (como te contaba en este post http://c1601337.ferozo.com/2018/07/09/home-by-the-sea/), pasando de largo San Francisco, que lo haría a la vuelta desde el […]